amor sin fronteras

Capitulo 29. Ultima noche en Londres

Llegando el medio dia Samuel despertó, Andrea aún dormía y él no podía estar mas feliz al verla descansar en su pecho. El saber que tenia que despertarla lo mataba, pero debía hacerlo de lo contrarío, sería Arturo quien lo mataría y después de todo, al dia siguiente ya volvían juntos al D.F.

SAMUEL: Andre, amor despierta mi brujita.

Ella se quejó como niña chiquita y dijo un ratico mas.

SAMUEL: toda la vida mi amor, pero si tu hermano descubre que me quedé aquí contigo me matará.

ANDREA: okey esta bien, no me quiero quedar sin novio doce horas después.

SAMUEL: oye ¿Qué te parece si salimos esta noche?

ANDREA: me encantaría, además es nuestra ultima noche en Londres, me parece perfecto.

SAMUEL: bueno ahora veré como salgo de este cuarto vivo.

Andrea sonrió, se asomó a la puerta, le hizo señas a Samuel para que saliera del cuarto, le dió un beso y él se fue.

Samuel iba entrando a su habitación cuando Irina lo sorprendió diciendo "Alto ahí Samuel Del Junco", él se detuvo pero no volteo. Te vi, volvió a decir Irina; Samuel volteó y le dijo no pasó nada, solo dormimos un ratito juntos.

IRINA: lo sé, estuve un rato en la puerta asegurandome de no oír ruidos extraños.

Samuel frunció el ceño y le dijo ¿En serio?

IRINA: claro que no, tonto estoy bromeando; conozco a mi hermana y sé que ese postrecito no lo probaras tan rápido.

Samuel sonrió y le dijo eres tremenda. Yo lo tengo perfectamente claro, sé que clase de mujer es mi brujita.

IRINA: me parece perfecto que lo sepas y agradece que no fue Arturo el celoso quien te vió. ¿Vas a dormir?

SAMUEL: no voy a prepararme, invité a salir a tu hermana. Es nuestra última noche aquí así que quiero aprovecharla.

IRINA: pues aprovéchala, porque mañana mis papás, Arturo y yo no querremos despegarnos de ella en todo el dia.

SAMUEL: esta bien.

Samuel fue a tomar una ducha mientras pensaba en todo lo ocurrido y no cabía de la dicha. Andrea mientras tanto también se preparaba para salir. Ellos se encontraron en la sala y tomados de la mano salieron; ella dijo Sam ¿A dónde vamos? El sonrió y le dijo es sorpresa, sé que te encantará, confía en mi.

ANDREA: eso siempre.

Él tenía todo un itinerario para la tarde-noche que pasarían juntos, su primera salida como novios; primero irían al Royal Observatory; un bello e histórico museo de Londres situado en lo alto de una colina y desde donde se podían observar vistas preciosas de la ciudad.

Tomaron muchas fotos y se veían muy bien, pero sobre todo tranquilos. Samuel no se cambiaba por nadie y no desaprovechaba momento para besarla, Andrea por su parte estaba resuelta a vivir lo que tuviera que vivir y realmente no le costaba el mas mínimo esfuerzo, pues Samuel le daba paz a su vida.

A las 5:00 pm se terminaban las visitas del museo, así que Andrea le propuso que se quedaran un rato mas a las afueras de aquel hermoso lugar para contemplar el anochecer y poner en práctica lo aprendido en el museo sobre la astronomía y jugar a encontrar constelaciones.

SAMUEL: suena bien mi amor, pero no se va a poder.

ANDREA: ¿Por qué no mi ángel?

SAMUEL: tengo otros planes para nosotros; así que vente déjame seguir, que no quiero que lleguemos tarde.

Andrea lo besó y lo tomó de la mano para irse.

Ahora la llevaría a un lugar que un amigo suyo le había recomendado visitar se trataba de el London eye conocido tambien como la "cápsula de cupido" una especie de mirador desde donde podrían observar la ciudad en compañía de una deliciosa y burbujeante botella de champán durante un tiempo de 30 minutos.

Allí de nuevo tomaron infinidad de fotos y los besos no paraban luego Samuel le regalo una hermosa cadenita que tenía como dije la letra "S".

SAMUEL: brujita quiero que este sea el símbolo de nuestra relación. Es para que siempre me lleves contigo.

ANDREA: te prometo que siempre lo haré, Samuel gracias por tanto. Te quiero!

Samuel se acercó a ella y la besó, Andrea tomó su copa y le dijo brindemos por los dos, el chocó su copa con la de ella y esta vez fue ella quien lo besó. Era un marco espectacular pues entraba la noche y su cápsula iba en la mitad del recorrido, así que una vez mas un gran cielo estrellado fue testigo de aquel beso...