amor sin fronteras

Capítulo 127.

Al estar instalados se comunicaron vía skype con sus hermanos quienes se mostraron muy a gusto, pues los vieron mejor que bien.

SAMUEL: no se emocionen tanto, estaremos muy desconectados, así que agradezcan esta llamadita porque será la única.

SOFÍA: que odioso ¿Cómo la única?

ANDREA: no te preocupes Sofi, yo me encargaré de reportarnos; Samuel no cae con que estuvimos mucho tiempo sin él.

SOFÍA: ¿Ya ves Samuel? Escucha a tu novia. Gracias Andre.

FLAVIO: si ya, no seas sangrón, con que sepamos que están bien nos basta.

SAMUEL: bueno ya, no me regañen.

ANDREA: por ahora si los dejamos. El viaje fue muy largo, debemos descansar un poco.

IRINA: descansen los amamos.

En medio de besos todos se despidieron.

Samuel agarró a Andrea y la sentó sobre sus piernas. Brujita ¿Cómo está eso de que yo no caigo con que estuvieron mucho tiempo sin mi? Andrea lo miró a los ojos y le dijo es la verdad mi amor y sabemos que no es tu culpa, pero para nosotros fueron seis meses de sentir que te perdíamos y eso a la vez nos unió en torno a ti y ahora sabemos lo importante que somos como familia, así que mi vida entiendenos un poquito. Samuel agachó la cabeza y dijo tienes razón mi brujita, perdóname te prometo que voy a mejorar en eso.

Andrea sonrió y le dijo por ahora vamos a tomar una siesta, la necesitamos. Órale mi amor a dormir "arrunchaditos" como dices tú dijo Samuel.

Horas más tarde despertaron, ya estaba casi de noche, así que decidieron preparar algo de comer disfrutar de una botella de vino y regresar a la cama; el plan del día siguiente ya estaba listo.

Mientras tanto, juntos prepararon la cena, bueno en realidad Samuel hacía su mejor esfuerzo mientras que Andrea había mejorado muchísimo luego de sus casi seis meses viviendo sola, poco a poco lo logró y en ocasiones Arturo hacía de maestro vía skype para ponerle el toque final a sus recetas.

Así que el momento se convirtió en algo muy divertido para los dos, pues mientras Samuel trataba de seguir instrucciones, Andrea reía con cada ocurrencia de su novio.

Tardaron un poco más de lo previsto pero finalmente disfrutaron de una rica cena, su vino tinto favorito, un par de besos y canciones.

Al día siguiente despertaron en el ambiente más tranquilo posible, el paisaje que se contemplaba por su ventana más que paradisíaco era mágico. Andrea seguía recostada en el pecho de Samuel, el mientras tanto le masajeaba el pelo haciendo que la levantada de la cama fuera aún más difícil para Andrea.

Tampoco había ningún afán y era justo lo que querían, tranquilidad total. No pensar en nada ni nadie más que ellos.

Salieron de la cama, tomaron una ducha juntos y mientras Andrea preparaba el desayuno Samuel alistaba todo para la salida que harían ese día.

Harían una visita a la reserva natural del cabo Kamenjak, donde podrían apreciar más de 500 especies de flora, entre ellas la favorita de Andrea; la orquídea.

Fue un paseo tranquilo, en el que dejaron varios registros fotográficos, al caer la tarde volvieron a su apartamento en el faro; donde disfrutaron de un maravilloso espectáculo propiciado por los delfines que hicieron presencia para adornar aún más su paraíso.

Un poco de música y de nuevo preparar la cena juntos; no hacia falta nada más para hacer perfecto el lugar.

Tomaron una ducha juntos donde hicieron preámbulo a lo que sería su noche. Otra de esas en que se entregaban al deseo, el amor y la locura se unían a la escena para hacer parte de su eclipse total del amor...