Capitulo 66. Tendremos problemas tú y yo.

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FLAVIO: ¿Ustedes se conocen?

ARTURO: si.

Sofía reaccionó rápidamente y dijo no! Arturo supo en ese momento que muy seguramente los hermanos de Sofía no sabían de su situación con Pablo.

SAMUEL: ¿Cómo? ¿Si o no se conocen?

ARTURO: bueno, creo que la ví de lejos en un congreso de empresarios y banqueros en Houston hace poco.

SOFÍA: ¿En serio? Que pena que no lo recuerde, pero seguro fue ahí porque también asistí a ese congreso. Mucho gusto, Sofía Del Junco.

ARTURO: mucho gusto, Arturo Gallardo.

Los demás se quedaron expectantes, mientras ellos se presentaban, olvidándose por completo de la situación que los había traído hasta ahí.

IRINA: mira que casualidad.

ARTURO: contigo quería hablar, Irina Gallardo.

IRINA: ya lo sé hermanito. Pero salúdame primero, luego me regañas.

FLAVIO: Arturo ¿Cómo estas? Creo que yo también debo estar en esa conversación.

ANDREA: no, lo mejor es que con el permiso de ustedes nos dejen hablar a solas a los tres.

SOFÍA: yo creo que sería bueno que hablemos todos de una vez. Arturo a ti te interesan tus hermanas y a mi me interesan los míos asi que ¿Qué dices?

ARTURO: está bien, hablemos.

FLAVIO: Arturo, sé que no fue la mejor manera de que te enteraras de mi relación con tu hermana. En serio créeme no quería que fuera así. Porque esto da para malos entendidos, puedes pensar que estoy jugando con ella y no es así; mi verdadera intención es amarla y estar con ella contando con tu permiso y el de los señores Gallardo.

ARTURO: esta claro que debieron haberse cuidado de esto y no lo hicieron. Ustedes dos me parecen unos caballeros, pero este tipo de situaciones las deben evitar.

SAMUEL: eso lo tenemos claro cuñado y sé que estas molesto, pero créenos ni mi hermano, ni yo vamos a dejar que les hagan daño. Ni a mi brujita, ni a Irina.

FLAVIO: ¿Entonces? ¿Me permites ser el novio de tu hermana?

Irina y Andrea se quedaron mirándolos a los tres.

ARTURO: estas a prueba, mucho cuidado con ella ¿Eh? es mi chiquita y como lo sabe Samuel por ellas dos soy capaz de todo.

SOFÍA: pues yo también soy capaz de todo por mis hermanos.

ARTURO: entonces tendremos problemas tú y yo si a alguno de estos cuatro les da por lastimarse.

SOFÍA: tal parece.

ANDREA: bueno ya, esto no se trata de una guerra, todo lo contrario; aquí queremos que haya amor y mas amor.

IRINA: exactamente eso y queremos contar con su aprobación, nosotras con la tuya Sofi, porque sabemos lo que significas para Flavio y Samuel.

SAMUEL: y nosotros con la tuya Arturo, porque también sabemos que mi brujita e Irina son todo para ti.

FLAVIO: pues yo acepto la prueba y te voy a demostrar que a tu hermana la quiero bien. Así que te invito a que te hospedes con nosotros, para que compartamos como la familia que seremos.

ARTURO: ¿Cómo así? Mis hermanas ¿Se están quedando con ustedes?

SOFÍA: claro que no, como crees que yo lo iba a permitir. Se están quedando en nuestra casa de huéspedes.

Andrea, Irina, Samuel y Flavio rieron ante la actitud de sus hermanos mayores.

SAMUEL: como ves Arturo, nosotros también tememos nuestra genérala.

Todos rieron. Arturo y Sofía se miraron fijamente mientras ella pensaba "Que jugadas las del destino" y él "Hermosa mujer, espero que ya estes a salvo de ese canalla."

SAMUEL: Arturo entonces ¿Aceptas?

ANDREA: hermanito quédate, asiste a mis conciertos; trabajas demasiado. Hazlo por mi.

FLAVIO: otra cosa en común, ambos obsesionados con el trabajo.

IRINA: lo que les falta, es un amor para que les de un aire.

ARTURO: hey ya! Parenla, chiquita respeta, no se les puede dar confianza pues.

SOFIA: vayan, lleven a su hermano a que se hospede. Samuel, Flavio y yo alistáremos todo para un día en la alberca. Ustedes, pónganse cómodos.

Irina y Andrea fueron con su hermano a la casita de huéspedes. Él acomodo sus cosas y minutos después bajaron a la piscina los tres, Arturo se puso a ayudar con el asado, pues Samuel y Flavio no eran propiamente expertos en el tema.

Luego del asado Flavio, Irina, Samuel y Andrea se metieron a la piscina mientras que Arturo y Sofía decidieron quedarse en la mesa compartiendo una cerveza.

SOFIA: por favor no les vayas a decir a mis hermanos nunca en la situación que me conociste. Me muero de la vergüenza con ellos y contigo.

ARTURO: no te preocupes, tú secreto esta a salvo conmigo. Y ¿Vergüenza? Eso es lo que debería sentir el patán ese que dice ser tu novio, tú no. Es mas, espero no tropezarmelo durante mi estadía aquí, porque te juro, que no respondo; no entiendo como tus hermanos no hacen nada. Aunque, por lo que ví parece que no tienen idea de la situación.

Sofía agachó la cabeza.

ARTURO: perdóname Sofía me estoy metiendo en lo que no debo.

SOFIA: no te preocupes Arturo, después de lo que viste puedes pensar lo que sea. Y si, mis hermanos saben quien es Pablo, pero precisamente por eso no quiero que sepan lo de Houston.

ARTURO: pues no puedo creer que insistas en protegerlo y peor aún, que sigas siendo su novia.

SOFIA: no, no lo defiendo, es solo que su merecido en Houston se lo diste tú y eso jamás lo voy a olvidar, me defendiste sin conocerme y eso habla muy bien de ti como hombre. Andrea siempre me decía que "el rey Arturo era el mejor hombre del planeta" y creo que no se equivocó.

Arturo sonrió y le dijo mis hermanas son unas exageradas, no les creas todo lo que dicen. No hace falta dijo Sofía mirándolo fijamente, me quedo con lo que vi. ¿Y que viste? preguntó Arturo. Vi a un caballero, a un hombre en todo el sentido de la palabra, capaz de proteger y hacer valer a una mujer. Arturo volvió a sonreír y le dijo basta! Me estas sonrojando. Esta vez fue Sofía quien sonrió y le dijo esta bien, no digo mas y para que lo sepas, Pablo no es mi novio...

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