Capítulo 14. Curaré tus alas.

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Samuel al ver a Andrea destrozada sin soltar su mano la llevó hacía dónde estaba su moto ¿A dónde quieres que te lleve? le dijo. No lo sé, solo quiero que sea muy lejos de aquí.

Samuel se subió a la moto, luego subió Andrea, quién se recostó sobre su espalda y se aferró a él como si en ello se fuese su vida. Samuel se sentía feliz de tenerla con él, pero a la vez le partía el alma verla tan frágil.

Él arrancó y tomó una carretera que los llevaría hacia un pueblo a las afueras de la ciudad. Andrea no lo soltó ni un sólo segundo, se sentía tranquila con él, se sentía a salvo; tanto que cuando Samuel se detuvo, ella ni lo notó. Él no quería moverla, su corazón bailaba de alegría por tenerla ahí, pegadita a él. Así que, esperó un par de minutos más antes de avisarle que habían llegado a su destino, Andre ya llegamos dijo.

ANDREA: ¿Dónde estamos?

SAMUEL: este es un pueblo a las afueras del D.F, es muy tranquilo si quieres podemos tomar algo y hablar un poco. Solo si tú quieres.

ANDREA: creo que lo mínimo que mereces es una explicación... quiero un trago.

SAMUEL: no Andre, no tienes por qué hacerlo.

ANDREA: Samu yo quiero hacerlo, necesito hacerlo.

Andrea lloró y dijo pero no, sabes que no; no tengo por que ponerte a oír mis dramas. Yo quería desahogarme, pero debes tener mejores cosas que hacer. Tranquilo, vete. Ya hiciste suficiente por mi. Yo me voy por un trago, luego veo como regreso.

SAMUEL: ya, no te pongas así. No te voy a dejar; si te dije que no es porque no quería que te pusieras mal, pero si lo que quieres es que te escuche ándale, soy todo oídos.

Ellos entraron y se acomodaron en una mesa. Andrea pidió una botella de tequila y sirvió dos tragos; no señorita eso sí que no lo acepto, alguien tiene que conducir dijo Samuel.

ANDREA: okey está bien; tomaré yo sola.

Andrea le contó a Samuel toda su historia con Mateo, desde cómo habían iniciado hasta por qué ahora ella estaba en México. Le confesó que Mateo era su gran amor, algo que lo lastimó, pues sabía que Andrea ahora estaba reacia al amor, pero no importaba él estaría con ella.

Luego de una botella de tequila, Andrea estaba muy ebria, ya era de noche y a Samuel no le pareció conveniente irse así.

Habló con el mesero del lugar y le pidió que le ayudara a conseguir un hotel cerca... pasarían la noche allí, luego le habló por teléfono a Sofía para avisarle que no llegaría.

SAMUEL: ¿Bueno? Si, Sofi llamo para avisarte que no llego esta noche a casa.

SOFIA: ¿Cómo? Pero ¿Estás bien? O sigues bajoneado por Andrea.

SAMUEL: si Sofi estoy bien, de hecho estoy con ella. Pero es una larga historia ya luego te explico todo.

SOFIA: okey Sam, cuídate mucho. Te quiero.

Samuel colgó se fue a la mesa a llevarse a Andrea; ya había pagado la cuenta y les habían conseguido un hotel cerca, así que dejó su moto en el bar y tomaron un taxi para ir al hotel.

Cuando llegaron, se encontró con la sorpresa que solo les habían reservado un cuarto pues el empleado del bar pensó que eran pareja. Al final decidió tomarla, pues Andrea estaba muy ebria y debía dormir; así que él se quedaría en el sofá.

Entraron al cuarto y casi que alzándola Samuel la dejó en la cama, la cubrió para que no sintiera frío, luego dejó su chamarra en el sofá, se sirvió un trago y se acercó a la ventana; desde dónde se observaba una hermosa luna llena y en dónde él reflejaba la imagen de Andrea aferrada a él en la moto.

Su mirada brillaba, mientras pensaba "sinceramente la AMO, me enamoré de ti Andrea Gallardo, desde el primer momento en que te vi. Estaré aquí para protegerte mi amor... CURARÉ TUS ALAS"...

amor sin fronterasWhere stories live. Discover now