Capitulo 50. Te quise olvidar.

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Samuel y Andrea subieron al auto de ella, la radio se prendió y los besos no paraban; Samuel no tenía idea que el último sencillo de la banda había sido lanzado el dia anterior. Y sonaba en ese momento.

Se llamaba "Te quise olvidar" y aunque era dedicada a Andrea escucharla en ese momento no fue muy agradable, decía "Estuve con otra queriendo olvidarte y me fue imposible de mi mente arrancarte. Era tan hermosa perfecta buena amante que no dudé un minuto con ella enredarme, era obsesionante ver su cuerpo sobre el mío respirando el mismo aire, que no llenaba este vacío sin final. Te quise olvidar, tus besos borrar, estuve con otra y me quedó la soledad. Y yo la hice mía y en ella te veía, que absurdo y que tonto pensar que con otro cuerpo te iba olvidar. Aún no se porque te fuiste de mi lado, aún lloro tu partida como un niño abandonado. Han sido noches frias buscándote en mi cuarto y no encuentro mas que un alma hecha a pedazos. Mi cuerpo te grita que regreses otra vez, quiero abrigarme en tu piel y contigo amanecer de nuevo... Mientras me entregaba, en ti yo pensaba y es que yo te llevo grabada en mi ser..."

Andrea lloró, Samuel la abrazó y le dijo ya no llores mi amor, ya todo terminó. Ya estamos juntos, eso es todo lo que importa.

ANDREA: jamás me voy a perdonar el daño que te hice, lo tonta que fui y el haberte lanzado a los brazos de otra.

SAMUEL: brujita, ya no digas mas eso. Es más, te lo prohíbo, solo quiero que prendas este coche de una buena vez y que me lleves a donde tú quieras, que luego yo te llevó a las estrellas.

Andrea secó sus lágrimas, sonrió dulcemente y prendió el auto; seguramente pararían en el primer hotel que vieran, pues se estaban quemando por dentro de deseo.

Se estacionaron frente a un modesto pero comodo hotel, apenas si tuvieron tiempo de hacer el registro, su afán por llegar a la habitación era mas que evidente, agradecían el hecho de que el ascensor estuviese vacío, pues les daba tiempo de un precalentamiento.

Samuel abrió la puerta y luego la also, con el pie, tiró la puerta para que se cerrara, pues Andrea no se separaba de su boca y lo tomaba del cabello. Al llegar a la cama él la bajó, ella tomó el control y lo despojó de la camisa, admirando ese hermoso y perfecto cuerpo, su pecho ancho, su abdomen perfecto y sus fuertes brazos, besó lentamente cada espacio en él. Luego desabrochó su pantalón y jugueteó con el sobre su ropa interior. Samuel estaba envuelto por el deseo y ella lo supo complacer con un grandioso sexo oral.

Samuel la atrajo hacia él, ahora era su turno de llevarla al éxtasis, así que se puso tras ella la despojo de toda su ropa mientras dejaba beso tras beso en cada espacio de su espalda, su trasero y sus piernas, luego la hizo gemir cuando con sus dedos se apoderó de su sexo y le produjo varios orgasmos, sin duda era un arte para el provocarle tanto placer; así que aunque ella casi que suplicaba que entrara en ella, él prolongo la tortura y ahora fue con su lengua que la llevo al éxtasis.

Andrea lo tumbó sobre el sillón y se sentó arriba de él, por fin él estaba dentro de ella, y ella quería llevar el ritmo esta vez, empezó movimientos lentos, dejando a su merced sus pechos y sus nalgas con las que él se divertía mientras ella no paraba de moverse hasta que una vez mas juntos alcanzaron un maravilloso orgasmo. Esta vez fueron mucho mas allá de las estrellas; pues mas que deseo, lujuria y pasión, esta vez había amor mutuo en cada espacio de aquel lugar.

Finalmente cayeron rendidos en aquel sofá, ella se recostó sobre sus piernas y se cubrieron con una frazada.

ANDREA: así que "era tan hermosa, perfecta, buena amante...".

Samuel frunció el ceño y le dió un beso en la frente, mi amor, ya no pienses más en eso le dijo.

ANDREA: no puedo, el sólo pensar que le hiciste a ella lo que acabas de hacer conmigo...

Brujita, mi amor, interrumpió Samuel, ya deja de decir eso y no compares por favor, con ella jamás podría haber sido lo mismo que contigo. Andrea se sentó y se cruzó de brazos, él le dijo ya mi amor, ven acá deja los celos.

ANDREA: ¿Celos? Pues si, estoy reventada de los celos no puedo soportar que otra mujer te haya tocado; fue mi culpa, lo sé. Pero no puedo evitar sentir lo que siento.

Samuel la atrajo hacía él, la tomó del rostro y le dijo Te Amo, ahí esta la diferencia, con ella tuve sexo, a ti te hago el amor, Andrea lo miró profundamente, mientras él seguía diciendo me tienes aquí, soy de ti y de nadie mas, Te Amo como un loco, eres mi amor. ¿En serio? ¿Me lo juras? Dijo Andrea haciendo caritas de niña consentida. Claro que si mi amor, sabes que me derrites con esas caritas dijo Samuel. Andrea lo miró y le dijo Te Amo y ahora llévame a mi lugar favorito en el mundo.

Samuel frunció el ceño y le preguntó ¿Cuál es? Andrea le dió un beso y le dijo tus brazos. Samuel sonrió, la atrajo hacia él y se quedaron dormidos abrazados.

Mientras tanto en otro lado de Londres se comenzaba a escribir una historia entre Flavio e Irina.

Ellos llegaron a casa de los Gallardo, Jose Antonio y Victoria estaban esperando a sus hijas, así que se llevaron una sorpresa al ver llegar a Irina con un hombre.

IRINA: pá, má ¿Qué hacen despiertos a esta hora?

JOSÉ ANTONIO: mejor tu dinos ¿Dónde esta tu hermana? Y ¿Quién es el muchacho que te acompaña?

FLAVIO: mucho gusto señor, Flavio Del Junco.

VICTORIA: ¿Del Junco?

JOSE ANTONIO: ¿Eres el hermano de Samuel?

FLAVIO: si, señor.

VICTORIA: pues mucho gusto hijo, eres bienvenido en esta casa.

JOSE ANTONIO: claro que si muchacho, Andrea nos ha hablado maravillas de ti y de tu hermana y bueno a Samuel ya lo conocemos y es un gran muchacho.

FLAVIO: muchas gracias.

VICTORIA: y cuéntanos ¿Qué te trae por aquí?

IRINA: má, Flavio y Samuel tuvieron un problema con su equipaje. Andre me dijo que lo hospedáramos aquí.

JOSE ANTONIO: pero por supuesto, y ¿Dónde están Samuel y Andrea?

FLAVIO: ellos fueron a festejar el encuentro, la verdad yo preferí venir a descansar.

VICTORIA: claro hijo, Irina por favor, llévalo a uno de los cuartos de huéspedes y dile a una de las empleadas que busque en el cuarto de Arturo algo de ropa para que pueda dormir cómodamente.

FLAVIO: muchas gracias señores Gallardo.

JOSE ANTONIO: nada de señores, Jose Antonio y Victoria y ya vete a descansar muchacho.

Irina acompañó hasta el cuarto a Flavio, él no la dejó ir sin coquetear de nuevo con ella.

IRINA: descansa, hasta mañana.

FLAVIO: dormiré como un bebé, soñando con la güerita mas hermosa que hayan visto mis ojos.

IRINA: ¿Siempre eres asi de coqueto? Ya me imagino, con el tema de las fans y todo esto.

FLAVIO: ¿Celos?

IRINA: ¿De qué? No me hagas reír por favor.

FLAVIO: cálmate, solo decía y no; no siempre soy así, tal vez un poco coqueto, pero cuando me enamoro, me entrego por completo.

Flavio a medida que iba hablando, iba arrinconando a Irina contra la puerta, quedaron tan cerca que podían oír sus respiraciones. Irina trató de zafarse pero fue inútil, Flavio sin mas la besó apasionadamente, ella al principio se resistió, pero luego terminó cediendo...

amor sin fronterasWhere stories live. Discover now