-Tenemos que hablar.
-¿Ahora?
-Ahora Luis.
Luis no quiere ser tan sincero pero lo cierto es que no le apetece nada hablar con Lucía y menos si era para echarse cosas en cara.
-Dime.
-Esto no va a ninguna parte.
-¿Que propones?
-Hay una gran diferencia entre decir "vamos a ver si funciona" y hacer que funcione.
A Luis le cuesta asimilar lo que Lucia le ententa decir y aunque él llevara tiempo pensando lo mismo,oírlo desde su boca y con esos ojos totalmente aguados,le dolía.
-¿Que te parece si nos tomamos un tiempo,Lu?
-Me parece lo mejor.Yo te quiero como a nada pero es mejor dejarnos respirar.
-¿Sabes que siempre voy a estar?
-Lo sé Luis.
-Dame un abrazo.
Lucia no lo duda.
Nunca lo dudaría.
Los brazos de Luis eran refugio y bienestar,eran tierra firme.
Luis la abraza como cuando ha tenido que consolarla más de una vez y sus brazos han sido alivio para la chica.
Sabe que eso que tienen es inquebrantable y que pase lo que pase se van a tener el uno al otro.
Luis toma la mano de su ahora exnovia y la acompaña hasta el coche con el único fin de asegurarse de que está tranquila.
Cuando ve a Lucia salir del aparcamiento hace memoria y recuerda que tiene una cita en la cafetería así que a penas sin pensarlo y rezando para que sigan allí,corre escaleras abajo.
Se las encuentra sacándose fotos con todos los filtros habidos y por haber.
No lo piensa dos veces y se suma a la instantánea.
Esa foto probablemente ocuparía un lugar especial en la galeria de ambos.
-Pensaba que nos habías dejado plantadas.
-Claro que no.Ha venido una paciente a última hora y he tenido que atenderla.
Y no sabe porqué le miente.
No sabe si le da miedo sacar sus sentimientos y decirle que lo acaba de dejar con la chica con la que lleva meses compartiendo sus mañanas.
Intuye que quizá,la mirada de Emma puesta sobre los ojos de ambos no es un detonante para decidirse a contárselo.
-¿Estás bien?
Tocado y hundido.
El valor que tiene que alguien te conozca por la mirada es casi indescriptible.
-Sí,muy bien.¿Vamos a ver los gatitos?
-Vamos.
Aitana no se convence con su respuesta pero entiende que lo mejor es guardar silencio y esperar a que él tenga el valor.
Durante el trayecto solo se escuchan los canta juegos.Ese disco que Luis había guardado con mimo porque le recordaba a su infancia y a la de Mónica y que ahora compartía con Emma.
-Algún día tienes que conocer a mi mamá.
Emma consigue captar la atención de los dos adultos.
-¿Y eso por qué?-A Luis le parece muy extraña esa afirmación que es casi un imperativo -.
-Le he dicho que me caes muy bien,que hemos jugado y merendado juntos y que me has dejado cantar contigo.Me ha dicho que te quiere conocer.
Luis mira a Aitana y esta solo le devuelve una sonrisa.
Una sonrisa tranquilizadora a los nervios que le han entrado a Luis de repente.
-Ya lo llevaremos a tu casa,amor.
Es Aitana la que toma las riendas del asunto y propone una solución que contenta a todos.
La niña se vuelve a concentrar en cantar,Aitana en su móvil y Luis en la carretera.
-¿Seguro que no te pasa nada?
-Seguro Aitana.
-Cuéntaselo a tu cara.
-¿Ya me conoces tanto?
Y ahí si se le escapa una sonrisa sincera,de las de verdad.Una sonrisa que enamoraría a propios y visitantes y que iluminaria el sendero más oscuro.
-¿Me lo quieres contar?
-¿Te parece si en lo que mis padres entretienen a Emma con los gatos tu y yo tomamos café y te cuento?
-Es un planazo,no lo vamos a negar.
Los dos vuelven a abrazar al silencio y a perderse en lo suyo cada uno.
En ese coche solo había una persona que le daba más de una vuelta al asunto.Una que estaba indignada con el mundo adulto y que si ser adulto significaba buscar buenos momentos para hablar y no hablar cuando te apetecía,ella no quería crecer.
-Los adultos sois un rollo,es más divertido jugar con los gatitos que tomar café.
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Feliz Navidad de nuevo.
Espero que hayas pasado una feliz nochebuena!
Mamá Noel pasa por aquí a dejarte un capítulo debajo del arbolito.
Un beso enorme ❤
