Suerte

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-Aiti,que me lo puedes contar.
-Es que no somos nada.
-¿Ese no somos nada quiere decir que no sois nada pero cada vez que podéis os coméis la boca?
-Amaia...-no se quiere reir por los comentarios de su amiga pero gracia no le falta-.
-Estoy notando una falta de confianza en mi de repente que no me gusta nada.
-No te pongas dramática,no sé para que preguntas si ya sabes.
-Es decir,que el pediatra de mi hija y la tía de mi hija tienen una relación no definida...flipo.-y lo cierto es que la conoce y que sin apenas abrir la boca había averiguado casi todo-.
-¿Que opinas?
-Y eso que mas da.Eres feliz,ha vuelto tu luz y tu eterna sonrisa.Nada importa tanto como eso.-Amaia lo dice totalmente enserio,ella daría todo lo que tiene por verla así,plena y feliz y si eso implicaba la ayuda de Luis,Amaia lo aceptaría sin nada que objetar-.
-Gracias,por todo.
-Tonta.

Se abrazan.
Cada vez que lo hacen es como si lo hicieran por primera vez.Como si todos los días se volviera a repetir la escena en la que se abrazaron y sus vidas cambiaron para siempre.Cada abrazo era único e irrepetible,cada abrazo dejaba ganas de más.
Ganas de mas abrazos,de mas sonrisas,de mas amor y sobre todo de mas vida.

-¿Vemos una película?
-¿No tienes plan?-aunque no lo diga,Aitana sabe por donde van los tiros y que plan se podría sustituir perfectamente por un nombre propio-.
-No,mi plan es estar contigo.
-¿Luis trabaja?-Amaia nunca seria de las que dan rodeos.Llamalo defecto,llamalo virtud-.
-Canta.
-Vamos a elegir modelito que tenemos concierto.-a lo mejor no era el plan que mas le apetecía ni mucho menos pero tampoco había nada mejor que hacer que ver sonreír a Aitana y pensar en la bronca que se llevarán cuando Emma descubra que han ido a un concierto de su cantante favorito y ella estaba esquiando-.
-Estás loca.-lo pensaba realmente y muy alejada de la realidad no estaba pero si una sola ya era loca,juntas lo eran el triple.Así que coge lo primero que ve que le puede quedar medio decente en el ropero de Amaia y se dispone a salir con su amiga de la mano-.

Aitana mira por la ventana mientras Amaia conduce hasta llegar al bar.
Mira esas vistas que poco se distinguen a esa hora de la noche y piensa en la suerte que tiene.
Piensa en Emma y todo lo bueno que le ha traído esa niña que poco tiene que envidiarle a la que este catalogada como "la mejor persona del mundo".
En su abuela Julia y sus padres,su toma de contacto con sus raíces en Barcelona.Sin duda ellos siempre serian punto de partida y meta a la vez porque por mucho tiempo que pase sin contacto físico,siempre estarían ahí.
Piensa en Amaia y el capricho del destino en ponerle esa magia dentro para que hoy en día la ilumine cada vez que la mira y le clava sus ojos.
Y también se le pasa él por la cabeza.Él y Mónica.
Eran casi iguales,igual de bondadosos y carismáticos.
Mónica sin duda daba los mejores consejos y a Luis,aun sin habérselos pedido,podría escucharle decir el mismo de por vida.

Ya le puede dar la razón al chico.
La suerte era eso.
Suerte era pensar en suerte y poder decir nombres propios.
Suerte era poder contar con esa gente.
Suerte era ella sonriendo pensando en la suerte y todo lo que le queda por vivir para seguir experimentándolo.

Su suerte era poder presumir de que tenía gente real y leal.
Gente por la que estaría dispuesta a todo y que sabe que ellos por ella también.
La suerte reside en uno mismo,mirando a los ojos a través de un espejo o simplemente sabiendo que si miras ese trozo de cristal,siempre va a haber alguien agazapado ahí adentro.
Su única suerte en un mar,a punto de naufragar era ella misma pero si podía elegir,elegía naufragar con ellos el resto de su vida.

Suerte es sonreír y saber que la sonrisa lleva identidad.

Vuela altoWhere stories live. Discover now