Mentir

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Se está tomando su tiempo para asimilarlo,al igual que él.
Últimamente su estado de ánimo cambia por momentos y pasa de querer que se vaya para siempre a pretender atarlo en su cama y no soltarlo jamás.
La consecuencia de todo este lío es que ahora está más cariñosa que nunca,por si acaso sea de los últimos días.
No hay nada decidido y él prefiere hablar poco del tema pero hay un cincuenta por ciento de probabilidad de que pasen unos meses con kilómetros de por medio.

Luis trabaja y ella no puede sentirse más sola.
Por si fuera poco,tiene un desajuste emocional que no le permite más que llorar.

Por suerte,Amaia siempre está ahí en situaciones de emergencia.
No ha tenido más que levantar el teléfono para que su amiga llegue a su casa dispuesta a llenarla de abrazos.

Todo parece estabilizarse.
Ambas ocupan el sofá asegurándose de comentar cada segundo de esa serie que emiten ahora en algún canal al que no le han puesto atención y controlando la hora para recoger a Emma del colegio e irse a por un helado.
Todo está controlado hasta que a Aitana se le ocurre decir que está mareada.Y es cierto que su color de piel es más pálido de costumbre y sus ojos no mantienen una dirección fija.

-Aitana,voy a llamar a Luis para que te revise.-Amaia es firme en su decición.El susto que le acaba de dar su amiga no iba a pasar por alto la consulta de un médico.-
-A Luis no.-Aitana es más firme todavía.-
-Pues vamos a tu médico.
Eso si lo acepta Aitana,tampoco se iba a hacer la dura sabiendo que ella también estaba preocupada por ese mareo que ya le había dado el otro día en una reunión de la editorial.

No son más de veinte minutos de trayecto en los que Amaia no deja de vigilar a la chica y en los que aprovecha para llamar a su expareja para que sea él quien se encargue de recoger hoy a la hija que tienen en común del colegio.
Raramente,Amaia lo tiene todo bajo control.Era bastante despistada normalmente pero sabia cuando tenia que "coger el toro por los cuernos".

En la consulta se palpa un silencio sepulcral.
Hay tres personas más que esperan ser llamadas para entrar y sin embargo es su nombre el que dicen antes que el de cualquiera de ellos.

-¿Aitana Ocaña?-pregunta el doctor intentando identificar cual de las dos chicas es su paciente.-
-Sí,soy yo.-se sienta frente a él sintiéndose pequeña de nuevo,buscando la mirada cómplice de su madre como todo niño cuando el medico le pregunta los síntomas.-
-Pues digame que le pasa.
-Me he mareado,dos veces.-Amaia la mira declarándole la guerra por no haber dicho nada de esa primera vez que se guardó solo para ella como un mareo puntual con el fin de no preocupar a nadie.-
-¿Le parece que mañana por la mañana le hagamos una analítica?Sea lo que sea luego pasa por aquí y comenzamos un tratamiento si fuera necesario.-La sonrisa tranquilizadora del doctor podría haberle salvado la vida-.
-Está bien doctor,muchísimas gracias.-agradece a ese señor tan amable que le ha tocado hoy y que le ha hecho el susto un poco más llevadero.-

Caminan por el pasillo a paso lento y conversando.
Por fin a Amaia se le han rebajado las pulsaciones y Aitana está mucho mejor.

-¿Amaia?¿Aitana?-La voz es inconfundible.No era extraño encontrárselo ahí.-
Se dan la vuelta para encontrárselo café en mano.
-Luis.-Aitana acepta que tiene que hacerle frente a la situación y aguantar la bronca por no habérselo contado-.
-¿Que hacéis aquí?¿Está bien Emma?-se empieza a apurar Luis tropezándose con sus propias palabras-.
-Sí,sí,yo me tenia que hacer unas pruebas.Solo ha sido eso.-Amaia miente para sacar a Aitana de ese apuro que la había hecho enrojecer-.
-Pues espero que esté todo bien,Amaia.-el sonrie y Amaia asiente haciéndole creer que no hay nada de que preocuparse-.

Se despiden de Luis alegando que tienen que ir a recoger a la niña.
Una vez más Emma las salva de una buena.

Vuela altoWhere stories live. Discover now