Cafetería

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Encarna y Luis han vuelto a casa de la pareja porque después de varios meses sin ver a sus nietos, los extrañan demasiado.

Esto le permite a Aitana cerrar tratos cara a cara con su editora en la editorial.

Hasta ahora se han turnado y no habría estado mal seguirlo haciendo pero ya que los abuelos están y los quieren disfrutar a solas, a Aitana no le cuesta concederles el privilegio.

Su mañana se presenta tranquila a pesar de tener que desplazarse hasta la editorial y asistir a más de tres reuniones con personas distintas para decidir portada, tipos de letra, maquetación y todos esos pequeños detalles en los que le permiten opinar con cada uno de sus libros.

Ha terminado hace un rato su última reunión con la ilustradora y ha pensado en comprar café y pasar a desayunar con Luis, como antes. No tiene que pensar mucho y en unos minutos está aparcando en el hospital para hacer su último recado antes de volver a casa.

Se toma el atrevimiento de pasar antes por administración y saludar a Elsa, quien la atendió en sus primeras veces con su embarazo concertandole citas. Sus conversaciones durante ese ratito cada vez se hicieron más intensas y al final del embarazo ya la podía considerar una verdadera confidente.

Esa sala de espera que da directamente al despacho de la matrona está relativamente vacía. Por eso, a Aitana no le cuesta distinguir un rostro conocido. Lucía.
¿Qué haría Lucía ahí? ¿Desde cuando estaba emabrazada?

-Aitana. -no había querido saludarla, pero Lucía sí lo hace-.
-Lucía. -no se hace la sorprendida y tampoco espera que vea felicidad en su rostro por habérsela encontrado-.
-¿Qué tal? ¿Todo bien? -¿cómo se supone que le tendría que responder?-.
-Bien, todo bien. -está dispuesta a irse. No tiene nada que hablar con ella-.
-Luis está en la cafetería, para que te ahorres el camino. -no sabe si intenta provocarla, pero lo está consiguiendo-.
-Gracias. -y no sabe porqué, pero podría considerar que está celosa. No sabe que tipo de trato puede tener con Luis para saber dónde está-.

Siguiendo las recomendaciones de Lucía, Aitana baja a cafetería y como esperaba, se encuentra a Luis. Está acompañado por Rebeca y por lo que se ve discuten un diagnóstico de algún niño que habrá pasado a lo largo de la mañana por el hospital.

Rebeca le hace a Luis un movimiento de cabeza cuando ve a Aitana y éste no se piensa dos veces levantarse y saludarla probando sus labios, como cada vez que llega a casa después del trabajo.

Rebeca también se levanta con el propósito de dejarlos desayunar solos.

-Hasta luego, Aitana. Me alegro mucho de verte. -se despide la pediatra de ella con una gran sonrisa-.
-Hasta luego, Rebeca. -dos besos entre ellas y una advertencia de Luis a Rebeca diciéndole que pasará por su despacho son el antecedente para que abandone la cafetería y Aitana y Luis puedan sentarse a hablar-.

Eligen la mesa de siempre, la que elegían cuando eran simples amigos.

-¿Cómo te ha ido en la editorial? -le interesa de verdad. Porque en cierto modo sabe que es lo que su novia ama y porque se ha pasado varios meses sin pisar ese lugar que tanta paz le trae-.
-Muy bien. Ya tenemos portada y es preciosa. -su sonrisa lo expresa todo. Está orgullosa de cada una de sus creaciones, sean mejores o peores-.
-¿Y esa carita con la que llegaste? -ella disimula fatal y él la conoce demasiado-.
-Digamos que encontrarme a Lucía abajo no me pone muy feliz. -rueda los ojos mientras Luis esboza una mueca de sonrisa-.
-No me acordaba que venía hoy.
-¿Llevas sus citas? ¿Desde cuándo? -definitivamente Aitana está muy descolocada en esta historia y por más que intenta atar cabos, le resulta casi imposible-.
-Me dijo que estaba embarazada cuando quedamos para firmar su renuncia y el otro día Sergio, su médico, me comentó que había acudido a consulta. Aquí todos saben que es mi ex, es normal que salga el tema. -lo explica muy tranquilo. Porque sabe que no es primordial que Aitana lo supiera y porque realmente desde el día de la renuncia no ha vuelto a hablar con ella-.
-¿Embarazada? -no le cuadra nada-.

Luis solo asiente e intenta cambiar de tema. Hace tiempo que dejó de perder su tiempo intentando buscar razones a la vida de Lucía.

Después de más de veinte minutos, Luis sube a pasar consulta y Aitana vuelve a casa dispuesta a comerse a besos a sus pequeños. Los ha echado de menos aunque sólo haya estado fuera un par de horas.

Con el chute de energía que se han dado ambos, se les hace más corta la espera para volver a encontrarse. Para volver a verse y que parezca que es la primera vez.

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Soy consciente de que el lunes no hubo capítulo.
Wattpad no dejaba subir y luego lo borró así que no me dio tiempo fisico a escribirlo. Cuando termine cosillas de clase me pongo a adelantar capítulos y subiré el del lunes. No sé que día, pero estará.
Sé que se dieron cuenta por los mensajes, pero es que esto va tres días bien y uno mal y justo tocó el día de publicar. Además de eso, no notifica de casi nada así que armemonos de paciencia.

¿Cómo llevan las fases? Espero que muy bien. Ya saben, mucho cuidadito.

Nos vemos el viernes (o antes si tengo el capítulo del lunes).
Un abrazo enorme 💘

Vuela altoWhere stories live. Discover now