Viajes

728 40 31
                                    

Todos sus sentidos están puestos en ese señor que le explica rápidamente en qué consistiría sacar un disco con su discográfica. Quiere enterarse bien y que no se aprovechen de él como ya lo habían hecho.

Le comentan que la propuesta viene dada por la cantidad de seguidores que había obtenido los últimos meses en sus redes sociales despues de esos conciertos en los que debutó como telonero. Él tiene que parpadear varias veces y comprobarlo en su móvil, efectivamente es así y no se había dado cuenta ya que es poco el interés que presta a esos lugares en donde se discute y se baja la moral de la gente a base de likes y comentarios.

A priori, la oferta la parece buena. No obstante, deberá contrastar todo eso con otras personas que también sepan del tema. Siempre ha sido extremadamente precavido y después de la gira, mucho más.

Rebeca era la única que sabía esa propuesta antes de que Aitana reclamara la verdad. Por eso, no duda en enviarle un mensaje y decirle que ya ha salido de la reunión y que esa misma tarde le contaría todo con lujo de detalles cuando se vieran en el hospital, pues ella terminaría su turno cuando Luis lo empiece.

A Aitana le manda otro. Un simple "ya voy a casa" que permite a Luis mantener la intriga unos minutos más para poder decirle lo mucho que le han gustado las condiciones cara a cara.

Ahora camina por la Plaza Mayor, su reunión se acaba de celebrar muy cerca de allí y ese lugar que tanto le gusta, casi que le ha llamado. Ve a un montón de niños corretear y se queda mirándolos, imaginando como lo harán Nahia y Álvaro cuando cumplan un par de años más. También ve madres desquiciadas por la suciedad de la ropa de sus hijos y eso si que no lo relaciona con la madre de los suyos, pues Aitana, por muy perfeccionista que sea en el vestuario que les pone cada día, entinede que los niños son sólo eso, niños, y que deben ensuciarse como forma de aprendizaje.

No le queda más remedio que emprender camino a su casa, esperando que lo reciban como todos los días, a besos.
Era de los que pensaba que toda rutina aburre, hasta que Aitana cogió por rutina saludar a su novio acompañada de sus bebés llenandolo de besos. Desde ese día, las rutinas son cada día más placenteras.

La puerta de su casa hace ese ruido característico cuando él introduce la llave para abrirla. Ese ruido que advierte a la que está adentro de que está en casa sin tener que avisar usando sus cuerdad vocales.

Aitana prepara biberones y él se da cuenta de que es la hora de la cena. Los niños están bañados y eso solo puede significar cena y paz.

-¿Cómo te ha ido? -su novia se da la vuelta ilusionada para que le cuente que ha pasado en esas casi dos horas de reunión-.
-¿No me saludas primero? -no hay lugar a respuestas. Atrapa los labios de Aitana y ella está encantada de saludarle-.
-Cuéntame ya, Luis. -eso de ser desesperada es parte de su personalidad-.
-Me han gustado bastante las condiciones. No quiero decir ya que sí, pero hay un noventa por ciento de posibilidades de que acepte. -la sonrisa de Aitana es clara. Está escuchando a su sueño hablar de sus sueños-.
-Quiero el primer disco que salga después del tuyo. Firmado y que me lo des tú. -Luis asiente con un ligero movimiento de cabeza. Iría al fin del mundo a darle ese disco en el que la mayoría de canciones la usan de musa.

Ahora sí, empieza otra aventura juntos. Una más de muchas que ya habían empezado y otras tantas que les quedan por planear.
Como si la vida fuera eso. Cogerse de la mano y acompañarse en todos los viajes que impliquen amor.

---------------------------------------------------------

Holaaa,
hoy tampoco hay mucho que decir. Dentro de muy poco tenemos libro de Aitana y disco de Luis. (Y aunque no quieran, bebé de Lucía).

Nos leemos el viernes.
Cuidadín ✨❤

Vuela altoWhere stories live. Discover now