Primos

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Ha deseado esa estampa mil veces.
Los ha imaginado siempre, de cualquier manera. Y ahora, la realidad supera sus ideales.

Amaia le ha acompañado al lado de la silla mientras Luis y Mar la siguen por detrás. Luis la empuja y Mar se limita a ceder todo tipo de permisos puesto que es jefa de planta.

No tardan mucho en llegar a esa sala que odian.
Y aún odiandola, ahora mismo es el lugar más bonito.

Emma sostiene a Nahia con ayuda de una enfermera para que el peso de la cabeza de la bebé no se le haga mucho a la niña. Mientras, Elena le habla de como era Aitana cuando era pequeña y mece a Álvaro.
Ambas son el reflejo de la ilusión. Elena, feliz de tener en sus brazos a su primer nieto y de estar viendo en los de Emma, quien ya es como su nieta, a su niña de nuevo.
Conversan sobre los bebés y Emma presume de haber ayudado a Luis a escoger esos chupetes y de ser ella quien eligió casi toda la ropa de sus primos.

Cuando se enteraron de que serían padres lo quisieron así. Emma sería partícipe de todo.

Amaia y Aitana no pueden evitar emocionarse viendo los besos que la niña deja en las sienes de sus primos. Sin querer les recuerda en algo a ellas. Porque Emma es creación de ambas.

Les habla, les canta y de vez en cuando les regaña por llorar. Es toda una "hermana" mayor.

- Mi tata es tu mamá. -por alguna extraña razón cree que esa niña tan indefensa con menos de tres días de vida está entendiendo todo lo que ella le cuenta-.
- Todavía no creo que te conteste.- ríe Elena mientras Carlos le pide que le deje a su nieto-.
- Y si no habla...¿Cómo voy a jugar con ella?- abre mucho los ojos y sin querer se da cuenta de lo que eso supone. Luis, sus padres y Aitana la habían convencido de que podría jugar con sus primos y compartir todos los juguetes, pero ahora que sabe que los bebés hacen poco más que llorar, comer y dormir le flaquea un poco la teoría-.
- Tendrás que esperar un poco. Tu tata empezó a hablar cuando tenía cinco meses. -Elena le cuenta anécdotas más bien por recordar ella que por hacer entender a la niña-.
-¿Y qué dijo? -Realmente Elena no lo recuerda pero tiene claro que desde ese momento su hija no ha podido parar de hablar. Hablar por los codos y sin apenas propósito. Hablar, a veces, acompañada de un lapiz y un folio en blanco pero siempre, hablar para transmitir-.

-Tu primera palabra fue perdón.-Aitana sorprende a Emma y a sus padres entonando esa información que para todos era desconocida, incluso para Amaia-.
-¿Perdón?- Emma no se cree que haya desaprovechado la oportunidad de que la oigan hablar por primera vez de esa manera-.
-Yo te daba palmaditas en el muslo y te pedía perdón. Te hacía gracia y un día me diste la palmadita a mi y pediste "edón".- Aitana empieza a estar emocionada. Definitivamente no están siendo días fáciles. Está rodeada de toda su familia después de un parto complicado, sus hijos en incubadoras y lejos de ella, dándose cuenta de que la que antes figuraba como su única niña se está haciendo demasiado grande y sintiéndose débil-.
-Seguro que Nahia va a decir primero "prima" y Álvaro "Emma".- ella no lo sabe aún pero a Aitana no le importaría que eso fuese así. Le encantaría que fueran como hermanos, que se quisiesen como a nadie y que cuando alguno de los tres necesitara un hombro tuviera cuatro a parte de los suyos-.
-Seguro que sí, ya te quieren mucho. Les has cantado cuando estaban dentro de la barriguita, has dibujado en mi ombligo para ellos, les has comprado ropa y juguetes, me has cuidado mucho, les has hecho dibujos... yo creo que ya eres la favorita de los dos.- Y ojalá lo siga haciendo toda la vida. Lo piensa ella y lo piensa Amaia, que no puede estar más orgullosa de la persona en la que se ha convertido su pequeño terremoto-.

Luis, agarrando la silla de Aitana, no sabe a quien mirar.
Su suegro durmiendo a Álvaro.
Su hermana detrás del cristal esperando su turno para entrar de nuevo a ver a esos dos bebés que le han robado completamente el corazón.
Su suegra sentada con Emma, riéndose de la vida. Sonriendole a la vida por tenerlos ahí.
Aitana emocionada con la situación y la cara de sus hijos.
Amaia orgullosa de su mayor obra de arte. De su niña.
Sus hijos, indefensos y gigantes. Repartiendo amor y haciendo que por primera vez, todos compartan sala.
Y Emma, que mira a Julia con ojos empañados. Compartiendo inocencia con un cristal de por medio. La mayor espera su turno y la pequeña no quiere ceder el suyo.
Aún así, Emma cree que a ella sí, a ella le puede ceder ese privilegio.

Porque nadie tenía tanta luz en los ojos como la "yaya" Julia.
Porque nadie sabía leer los ojos mejor que Emma.

Y si se trataba de luz, esa sala, estaba llena.

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Holaa!!

Hoy no es un día especial como cada vez que paso por aquí.

Solamente vengo a decir que me hace mucha ilusión este capítulo porque por primera vez me ayudó mi madre.
La historia de que "edón" sea la primera palabra de Emma viene de que esa fue la primera palabra que dije yo y fue tal cual como la cuenta Aitana.

Eso era lo único que quería decir. Hoy el capítulo es un autora ft. mamá 😂

Nos vemos el domingo para celebrar precisamente el día de la madre?

Muchos besoos!❤

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