Ex aequo

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No hay otro entretenimiento que el que han adoptado.
Tendidos en el sofá y con una película de fondo a la que no le están haciendo mucho caso,juntan sus cuerpos haciendo que el calor de uno invada al otro por completo.

Luis ha terminado su turno y ha decidido que el mejor cierre de su día sería con ella.
A pesar de que es él quien acaba de salir de un turno de diez horas mirando gargantas y estómagos de niños,también le toca hacer la cena.
Una tortilla que no deja indiferente a nadie y que Aitana hubiese combinado mejor con cebolla.Pero se lo calla,porque sabe que no hay mayor ofensa para su chico.

Se está haciendo costumbre que quedar se convierta en quedarse,uno en la casa del otro.
Luis ha trasladado a casa de Aitana un pantalón ancho de los que usa para dormir y Aitana por el contrario ha robado una camisa del ropero de su novio para colarse alguna que otra noche en su cama,que parecía ser la más cómoda.

-Luisito.-dice Aitana a modo de suplica aun sin haber hecho petición alguna-.
-Dime.-está dispuesta a cumplirlas todas,desde levantarse a por agua hasta bajarle la luna-.
-Me siento un poco mal.-la primera reacción de Luis es pesar pícaramente pero pronto se da cuenta de que es verdad que la chica no tiene los ojos del todo abiertos y que cada vez está más pálida -.
-¿Que te duele?-le pregunta Luis intentando encontrar el foco de dolor en su novia -.
-La cabeza y la garganta.-Luis aclara su sospecha,Aitana tiene fiebre y va camino de una gripe-.
-Reposo señorita.-indica a la chica ayudándola a caminar hasta la cama-.

Ella obedece,por primera vez está ejerciendo de doctor con ella y siendo egoísta con su fiebre se permite pensar en lo atractivo que le resulta en ese rol.
Le duele en el alma chafar el plan de ir al día siguiente al cine pero cree firmemente que esa cama y ese reposo absoluto marcado estrictamente por Luis serían su salvación.

Se ve en la necesidad de contarlo,de ordenar palabras que en su cabeza solo sonaban a caos.
Es por eso que sin nisiquera pedirle a Luis que salga de la habitación aun con el pudor que le daba que la vieran escribir,abre su cajón de la mesa de noche para plasmar todo lo que su mente procesaba.

A cualquiera le hubiese parecido un disparate teniendo en cuenta el mal estar que Aitana cargaba a sus espaldas pero para ella era la mejor medicina.
Él la deja hacer,porque sabe perfectamente que su novia tiene,en ocasiones,necesidad de salvación.

Aitana le tiende la libreta,abierta.
Definitivamente Luis piensa que la fiebre la está haciendo desvariar porque ella en su sano juicio nunca hubiera permitido que nada que esté escrito por ella y sin publicar por una editorial viese la luz.
Luis se cree privilegiado y ganador de cada batalla luchada como sus manos temblorosas por el frío.
La recibe cuidadosamente ,como quien coje un tesoro en sus manos y se atreve a osar.

Sonríe inmediatamente al leer lo que le ha escrito su chica con una letra característica e inconfundible.

"T'estimo".

Probablemente esto venga por sus raíces catalanas que ya Luis había escuchado en alguna que otra ocasión.
La mira interrogante,pidiendo permiso y bolígrafo.

"Quérote moito".

Y así,sin previo aviso se hacen notar también los antecedentes gallegos de Luis.
No saben cómo pero tienen claro que esa página va a ocupar un lugar importante en sus vidas,como todas las que han escrito juntos y que han marcado de una manera u otra.
Por lo pronto Luis cierra la libreta y Aitana la guarda en el mismo lugar de donde la sacó.

-T'estimo Luis.-ahora es su voz la que toma el relevo-.
-Quérote moito Aitana.-siempre le seguiría el juego,hasta que ella se coronara ganadora y él siguiera adelante para conseguir el empate en el que ganarían un beso de la misma intensidad-.

En el juego en el que jugaban iban totalmente ex aequo y por suerte ellos solo jugaban a descubrir el amor.

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