Vuelta

837 41 21
                                    

Justamente tres meses desde que nacieron Nahia y Álvaro.
A Luis le toca volver al trabajo después de doce semanas pasando veinticuatro horas al día con sus bebés y no lo lleva demasiado bien.

-Luis, no pongas esa cara... -Aitana está presenciando esa despedida en primera fila, y aunque cree que es un exagerado, lo puede llegar a entender-.
-Ocho horas hasta que vuelva.
-Ocho horas que seguro que pasan volando. -Aitana intenta ser más optimista que él-.
-Me encantaría quedarme. -detrás de esa frase, un puchero que su novia no pasa por alto y atrapa con sus labios-.
-Madre mía Luis, cuando se queden en casa de sus amigos, ¿Que vas a hacer?

Y le hace bromas, pero en el fondo sabe que si ella no tuviera el privilegio de trabajar desde casa, estaría igual o peor que él.

-Mándame fotos eh.
-Y vídeos, prometido.

Se va con sabor agridulce. Le encanta la idea de volver a ver a sus pacientes y trabajar de nuevo con sus compañeros a los que quiere como si fueran familia. Sin embargo, cuando piensa en lo que deja atrás, se le hace cuesta arriba la vuelta.
Se ha acostumbrado a los llantos de Nahia y las sonrisas improvisadas de Álvaro cuando se esconde detrás de sus manos y pronuncia ese famoso "tras tras". Ya se ha hecho a la idea de despertar cada mañana al lado de Aitana y observarla sin prisa, con la seguridad de tener tiempo suficiente para contar cada una de las pecas y lunares que adornan su piel.

Aún así, su sonrisa se hace con el dominio de su boca cuando entra de nuevo en el hospital y divisa a Rebeca y a Mar en la pequeña sala de la que disponen para hacer sus descansos.

-¡Cepeda!-Rebeca es la primera que se da cuenta de la presencia de Luis, que se ha puesto en la puerta para saludarlas antes de ponerse la bata y empezar a atender pacientes-.
-Rebeca, ¿Que tal?-la saluda con un abrazo que podría envidiar cualquiera-.

Estudiaron juntos la especialidad y siempre se habían llevado genial. Que les toque el mismo destino de trabajo solo hace que se afiance la amistad.

-¿Qué tal la vuelta? -Mar no deja escapar esa cara de Luis que ya conoce a la perfección-.
-Ya los echo de menos.

No le cuesta admitirlo en alto. De hecho, la cara de ternura de las presentes hace que Luis sonría a sobre manera.

-Te he dejado la lista de pacientes en tu mesa. Empiezas en diez minutos, así te despejas .-Mar le advierte indirectamente de que cómo no se de prisa, no empezará su turno a tiempo-.
-Pues allá voy. Gracias Mar, luego nos vemos. -ellas se despiden agitando sus manos y él por fin vuelve a abrir esa puerta que tanto ha echado de menos-.

Lo revisa todo. Sigue estando como lo dejó, pero hoy algo cambiará.
Al lado de un marco de fotografía en el que se deja ver la primera foto que se hizo con Aitana, otro exactamente igual en el que aparecen sus hijos perfectamente combinados para la ocasión.

No hay lugar para sentarse a reflexionar. Inmediatamente debe ponerse a trabajar para que esos niños con alguna dificultad en su salud diaria, o aquellos que vienen a simples revisiones, puedan irse a casa con un diagnóstico claro que tranquilice a sus padres. De la misma manera que Rebeca se lo dio a ellos hace un tiempo.
Desde ese momento, Luis ha podido entender bien de qué manera pueden calmar las palabras de un pediatra cuando es tu bebé el que está en sus manos.

Pasan unos treinta niños acompañados de padres, madres, abuelos, amigos... Todos igual de especiales. Él ha tenido que reinventarse en más de cinco, y más de seis, ocasiones. Ha tenido que cantarle a alguno, sobornar con dulces a otra, regalarles dibujos a muchos y sobre todo armarse de paciencia.

Al final, la vuelta al trabajo no está siendo tan dura. Porque hace lo que le gusta, y a eso, no se le puede llamar trabajo, porque no hay mayor satisfacción que la cara de un familiar de cualquier niño cuando te da las gracias por quitarle cualquier dolencia.

Porque todo, hecho con amor, está bien hecho. Aunque quisieras obtener otro resultado.

---------------------------------------------------------

No tengo nada importante que decir, pero espero que sigan muuuuuuy bien.

Un abrazote 💘

Vuela altoWhere stories live. Discover now