Género

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-Dime cuándo puedes quedar y yo aviso a papá y mamá. -Mónica insistía en querer hablar algo en persona con los tres miembros restantes de su familia-.
-Ya sabes que dentro de una semana es el primer cumpleaños de los niños. Antes de que llegue ese momento y Aitana se vuelva loca preparando un cumpleaños espectacular me viene bien. -le pone humor, pero en realidad es lo que sabe que va a suceder. Aitana lleva amenazando con la mejor fiesta de cumpleaños desde mucho antes de que nacieran los mellizos-.
-Invitame por lo menos, que no me quiero perder eso.
-Eres la primera de la lista de amigos de la guardería, pequeña. -no es la primera vez que Luis la molesta con eso. Dice que cuando se pone a jugar con ellos tirada en el piso es una más-.

Luis cuelga el teléfono y se dirige a la sala de incubadoras. Un día más debe hacer el seguimiento de Andrés, un niño nacido hace una semana, y Laia. Su consentida Laia.

Como siempre, esos bebés superan las expectativas. Cada día se superan más y eso, a Luis, le parece un ejemplo que dan aún sin ser conscientes.
Rebeca ya lo espera dentro de la sala. Le ha tocado hacer la revisión antes que a él y por casualidad de la vida han coincidido, cosa que no suele pasar.

-Buenas tardes, pichona. -Luis le regala dos besos que a Rebeca le saca la mejor de las sonrisas-.
-Ya te he dicho que no me llames así, pesadilla. -en realidad no le importa. Esa cara que le pone Luis para picarla es superior a ella-.
-¿Cómo están? -señala a los niños intentando ahorrarse un poco de trabajo conociendo la exploración de su compañera-.
-Pues Andrés evoluciona, pero muy despacio. A Laia le podremos dar el alta en pocos días, lleva casi mes y medio aquí. -quizá es cierto que no sabe muy bien que sentir. Laia era el respiro entre tanta locura cuando el despacho se llenaba. Ha llegado a sentir una conexión con ella que ni él mismo llega a entender-.
-Oye, ¿Con quién se irá Laia cuando le demos el alta? ¿Con su padre? -Luis pregunta curioso. Es algo que desconoce porque nunca ha llegado a saber la historia al completo-.
-Ni idea, pero según me han dicho su padre no ha aparecido por aquí. Su abuela sí. -Rebeca suele estar enterada de todo. Es el arte adquirido de estar en cada lugar en el que huele a "chisme"-.
-¿Que le pasó a su madre? Quiero decir, sé que murió en el parto, pero, ¿Cómo? -la cara de Rebeca, que hasta ahora estaba relajada, se torna a una cara de pena-.
-Al parecer vino muy grave por unos golpes. De ahí que la niña naciera prematura. -para ser sincero, Luis se esperaba cualquier cosa, menos esa-.
-¿Un accidente de coche? -no sabe porqué pero quiere indagar más-.
-Violencia de género. O eso cree la policía y su familia. Los golpes parecían ser marcas de agresión. -Luis no llega a entender muy bien la historia, pero está convencido de que es uno de los casos más duros que le ha tocado escuchar-.
-¿Sabes cómo se llamaba? Quiero decir, me gustaría hablar con la abuela de la niña. -sabe que ese tema es sagrado. La protección de datos es algo que llevan a raja tabla-.
-Hago un excepción y enseguida te lo consigo. Espérame aquí.

Rebeca pone rumbo a recepción para decirle a Luis quién es la madre de esa niña inocente que nació prematura a causa de una agresión a su madre.

No sabe si fue él, pero lo primero que se le ocurre es pensar en el padre de ese bebé como principal sospechoso.
Y ni por un momento se imagina que se le tendría que pasar a él por la cabeza para poner en riesgo la vida de Aitana y sus hijos.

-Luis, aquí está el nombre. Nos vemos mañana, que he terminado mi turno. -Rebeca se despide tendiendole un trozo de papel y sacándole de sus pensamientos-.
-Adiós, pichoncita. Muchísimas gracias. -se acerca a darle dos besos y abre ese papel que le permitirá ser más cercano con la familia de Laia-.

En el papel, tres simples palabras, cambiarán su vida.
Para Luis no hay ninguna duda. Se las conoce de memoria.
Y le duele, le duele mucho tener que leerlas teniendo a Laia al lado y sabiendo que ella es lo único que queda de lo que algún día fue su madre para él.

Lucía Hernández García.

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Bueeeenos días!!
Todo bien?

Bueno, ya muchas lo intuían. Lucía es la madre de Laia y fue víctima de violencia de género. Le debía el final de Lucía a alguien y creo que esta es una buena forma de hacer una pequeñiiiisima reivindicación (que ya saben que me encantan).

Ha sido un final triste, pero sé que aunque antes la odiaran ahora la entenderán un poquitito más.
Es un tema delicado que no he querido tocar mucho en profundidad para no meter la pata, aunque nos queda un capítulo a cerca de Lucía y volveremos a hablar de esto.

Por otra parte se acerca el cumple de los sobris. Ya sé que no quieren que crezcan, pero es lo que hay, chicas. Prometo prepararles un cumple con todas ustedes.

Sin más que decir, espero que estén genial, que les vayan muy bien las vacaciones y que se estén cuidando mucho.

Un abrazo gigantesco y nos leemos el domingo 💫

Vuela altoWhere stories live. Discover now