Piedra

671 37 36
                                    

La tarraza es invadida por Luis, como casi cada noche desde hace varios días. Es su refugio y su rincón de aire libre.

Con un café entre sus manos no hace más que mirar al horizonte que tiene enfrente y pensar. No para de darle vueltas a la cabeza una y otra vez.

A su espalda Aitana le observa muy de cerca y con su taza en las manos del café que acaba de preparar Luis, decide acercarse a él.

-¿Me puedo sentar? -pregunta con cautela señalando una de las sillas que su novio ha dejado libre-.
-Claro. -asiente con una media sonrisa mientras sorbe de su taza-.
-¿No crees que tenemos que hablar? -lo pregunta con delicadeza. Como si intuyera que esa conversación no le va a hacer ningún bien-.
-Sí. Creo que llegó la hora. -Luis se gira para mirarla de frente y directamente a los ojos. No tiene intención de ocultarle ningún matiz de su mirada-.

Aitana toma su mano y la aprieta, en señal de apoyo. Como demostración de que siempre estará ahí, sea lo que sea.

-¿Te acuerdas de una niña que había nacido prematura y te lo comenté porque se llamaba como mi abuela y como mi sobrina? -Aitana asiente sin interrumpirle- pues resulta que Rebeca me ha contado la historia de su madre.
-¿Y qué pasa con su madre?
-Su madre murió en el parto, creo que ya te lo había dicho. Sufrió violencia por parte del padre de la niña porque no quiso abortar y debido a la pérdida de sangre, falleció a los diez minutos de dar a luz.
-Dios mio... -no tiene ni idea de lo que debe decir ante tal historia, pero mucho menos entiende la postura de Luis en todo ese asunto-.
-Le he pedido el nombre de la madre a Rebeca. Ya sabes que me gusta hablar con los familiares y necesitaba hacerlo con la abuela de Laia, que es la que ha estado yendo a verla. -cada vez se le hace más difícil hablar-.
-¿Y? ¿La conocías? -Aitana se empieza a desesperar y sigue como al principio, sin entender absolutamente nada-.
-Su madre era Lucía.

Durante los siguientes cinco minutos la chica sólo puede mirar al suelo intentando asimilar la información y Luis solo puede secar lágrimas de su rostro. Por fín ha sacado todo lo que llevaba días acumulando.

-¿Lu...Lucia?
-Sí. Y para colmo, Mónica ha hablado con Carmen, la abuela de la niña, porque la quiere adoptar. -Luis frota sus ojos mientras observa a Aitana de reojo-.
-Luis...yo...yo necesito procesar todo esto. -hace el amago de levantarse, pero Luis la para en seco agarrando su brazo.
-Sé que es difícil. Tu amiga y cuñada quiere adoptar a la hija de la mujer que separó al padre de tus hijos de ellos los primeros meses.
-Luis, Laia no tiene la culpa de absolutamente nada que haya hecho su madre. De hecho, me planteo la posibilidad de que no estuviera bien psicológicamente hablando cuando pasó lo que pasó. -ella parece más calmada que él. Sorprendentemente, se lo está tomando con mayor entereza-.
-¿La estás justificando? -no puede creer que ella, la principal afectada, ahora entienda lo que hace meses reprochaba-.
-Joder Luis, fue maltratada por vete tú a saber cuanto tiempo, por amor a su hija no abortó y por ese mismo amor, murió. ¿Desde cuando tu corazón se hizo una piedra? -Luis la mira ofendido, sin llegarse a creer del todo la última pregunta que le acaba de hacer-.
-Aitana...
-¿De qué te vale reprochar nada? No está, Luis. -y ahí es cuando Luis se da cuenta de la realidad. Ya no está y por mucho que le duela el pasado, el futuro para Lucía a partir de ahí, fue mucho peor que el suyo-.
-¿Qué opinas de lo de Mónica? -es una pregunta sincera. Ahora mismo es la única que puede convencerle de algo-.
-Pues opino que sus abuelos estarán mayores y Mónica le puede dar a esa niña, inocente de todo lo que a pasado a su alrededor, una estabilidad. Una familia de la que tú y yo formamos parte-.
-A veces creo que no te merezco...
-Vente, anda.

Y con un abrazo, a Luis se le van todas las dudas de un plumazo. El destino había hablado y nadie está capacitado para llevarle la contraria.

---------------------------------------------------------
Buueeeno, parece que tenemos nueva sobri.

Espero que hayan entendido la posición de Aitana. En realidad no sabía muy bien como hacer que reaccionara, entonces pensé en la persona en la que está inspirada Aitana y como ella siempre actúa con la mayor bondad que he visto nunca y es más comprensiva de lo que debería, salió esto.
Después de todo ya Lu no está y todo el mundo merece segundas oportunidades aunque no las llegue a disfrutar. Además, Luis y Aitana vivirán más tranquilos habiéndola perdonado.

No tengo nada más que decir, así que espero que reciban a Laia de brazos abiertos en la familia que formamos y que estén fenomenal.

Hasta el domingo. Un beso enorme 💘

Vuela altoWhere stories live. Discover now