Cepedín

579 37 39
                                    

Una llamada a las dos y cuarto de la mañana que ninguno de los dos espera.

Lo más normal es que Aitana tenga el móvil en silencio, pero el de Luis suena constantemente.

Deciden no cogerlo, pero ante la insistencia, Luis se toma la molestia de mirar quien es. 

Su respiración se corta y todos sus músculos se tensan cuando lee de donde proceden las diecisiete llamadas perdidas.

Amaia.

Se pone en lo peor. Sabe que Amaia no llama de esa manera para contarle nada. Ni siquiera lo llamaría a esa hora.

Le devuelve la llamada con Aitana dormida a su lado, ajena a todo lo que Luis está suponiendo.

- ¿Qué pasa, Amaia?

- Emma, Luis. Tiene la mandíbula inflamada, le duele la cabeza y la garganta y tiene fiebre. -el tono de Amaia es cualquiera menos calmado-.

- ¿Dónde estás?

- Como no contestaba su pediatra, que eres tú, ya me estaba preparando para llevarla al hospital. -parece que no oír a Luis nervioso con los síntomas mencionados le hace recuperar algo de cordura-.

- Está bien. Ve al hospital, Rebeca está de guardia, ya la llamo. Espérame allí que ya salgo.

- ¿Qué crees que puede ser?

- Probablemente algún virus, pero luego lo vemos. No te preocupes.

Y puede que ella no se haya tranquilizado y que Luis no tenga tan claro lo del virus, pero lo único que pueden pensar ambos en la distancia es en el bienestar de la niña.

No quiere despertar a Aitana. Le ha costado horas coger el sueño después de un diente travieso que le ha salido a Álvaro, así que le deja una nota en su lado de la cama y se prepara con el mayor silencio posible.

“Llámame cuando te despiertes. Voy al hospital, Amaia me ha llamado porque Emma se encuentra mal. Si te nace el instinto de ir a verlas avisa a Mónica para ver si nos echa una mano con los peques.
Te prometo que te mando un mensaje cada vez que haya un avance con la niña. Te quiero.”

Lo ha escrito sin meditar mucho. Supone que es lo que le gustaría encontrarse a él si ella no despertase a su lado y en su móvil se leyera el nombre de Amaia más de siete veces.

Jura para él mismo que ha respetado todas las señales de tráfico cuando Rebeca lo ve aparecer demasiado rápido para lo que ella calculaba desde que la ha llamado. Sabe que desde que todo eso pase se va a llevar una buena bronca, pero si algo es su compañera, es prudente, y sabe que no es la situación idónea.

Entra  detrás de la que ahora es su supervisora esperando ver a Amaia lo más relajada posible y a Emma lo más estable que pudiera estar.

- ¡Luis!

- Amaia…- se funden en un abrazo que ambos necesitaban, sobretodo ella-.

- Tito Luis…¿estoy muy malita? -la fiebre no le hace muy bien, pero el rostro de su tío es inconfundible y sabe perfectamente que es el médico que más le puede ayudar. Ya se lo dice su tata, el amor es la medicina más poderosa, y si encima te la da el mejor pediatra…-.

- Pues no lo sé, cariño. Voy a hablar con la doctora que te revisó. Enseguida vuelvo. -tendría que haber hecho eso antes, pero ver las caras de las que considera más que familiares, le resultaba mucho más importante-.

No encuentra a Rebeca en el pasillo y sabe, a ciencia casi cierta, que estará en el office, acompañada de su desestresante café.

- ¿Una noche dura? - entra logrando sobre exaltarla-.

- Una madrugada intensa más bien. -ella sonríe, como siempre-.

- ¿Ya sabes qué tiene?

- Parotiditis. Es decir, paperas. - le resta importancia a la preocupación de Luis-.

- ¿Que ha dicho el especialista?

- Lo mismo que diríamos nosotros. Calmantes, frío y pruebas para descartar otra infección viral o glándula salival obstruida.

Asiente atento, como si él no supiera ese procedimiento. No obstante, le gusta mucho más aprender de todo lo que Rebeca le habla, incluida su propia profesión.

Le manda un mensaje a Aitana tranquilizandola aunque por lo que puede ver todavía no se ha despertado.

- Eres igual de atento como padre que como tío. ¡Quien fuera pariente tuya, Cepedín! - ya está acostumbrado a esos casi gritos de Rebeca por el pasillo cuando se dirige de un lado a otro y su boca también se está acostumbrando a sonreír cada vez que lo hace-.

Solo queda achuchar a su niña mayor, ejercer de su pediatra y que se cure lo antes posible.

---------------------------------------------------------
Holaa!!

1. Antes que nada. ¡Felicidades, tita Lia! Disfruta mucho, abrazate muy fuerte de mi parte y que tengas un muuuy feliz cumpleaños. Gracias por ser tan especial. Que cumplas muchas vidas más. 🍰❤

2. No sé si hay algo extraño por ahí porque este capítulo es un copia y pega desde los documentos de Drive. Casi siempre escribo directamente aquí pero últimamente Wattpad va fatal y lo hago ahí así que luego lo reviso y si hay algo descolocado lo corrijo.

3. Voy a felicitar a mi hermana desde hoy. Mañana es su cumple pero como no subo capítulo hasta el martes pues la felicito ya para que cuando lea no se ponga celosa de Lía 😂
Felicidades, nana. Gracias por darme todos los valores, principios y amor que me hacían falta. Te quiero como no quiero a nadie. 💗

A los demás, nos vemos el martes.
Sean muy felices.

Pd: 3. Ahora sí es verdad que empieza la cuenta atrás. Me muero de pena.

Vuela altoWhere stories live. Discover now