Cambios

1K 50 29
                                    

No llevaba una buena vida y aunque su entorno le asegurara que sí,el sabía que no.Sin embargo poco hacia por cambiarlo.
Lucia se había apoderado de todo aquello que antes él llamaba decisiones propias por aquello de que ella tenía mejor criterio.
Un supuesto mánager había conseguido desestabilizarlo por completo y poner su mundo patas arriba prometiéndole la absoluta fama.Fama que él cambiaría sin duda por un poco de amor sincero.
El grupo del que era telonero no era precisamente el más sano y aunque siempre ha sido consecuente con sus actos,hay momentos en los que no sabe controlar.

De repente se le ha venido todo encima.
Un mensaje de Aitana que no sabe a que viene y que le derrumba por completo,un intento de reconciliación por parte de Lucia aprovechando el momento,un contrato que ha firmado sin leer en el que se compromete a hacer cosas que jamás hubiese aceptado y una separación de los seres a los que más quiere y a querido en la vida.
Y sí,cuando llega de dar un concierto y vaciarse por completo,bebe y llora pero cuando la resaca se va y las lágrimas se acaban ,sigue teniendo la misma vida.Nada ha cambiado y eso le hace sentir aún más impotente.

Intenta comunicarse con ella pero lo ha bloqueado.
Lo intenta hacer también por medio de Amaia,Mónica,su madre e incluso Mar que ,casualmente,era la que llevaba su tema de anemia, pero anteriormente ya Aitana le ha dado aviso a todas y cada una de ellas de que no digan nada.

Hay días en los que quiere volver a su café de máquina en ese hospital y a ver aparecer a Aitana en consulta para robarle un beso sin prescripción.
Días en los que quiere desaparecer de allí y quedarse en la cama haciendo del mundo una metáfora en la que él,por quererlo todo,se queda sin nada.Porque eso siente,que por haber aspirado a su sueño,ha perdido todo lo que realmente le importaba.Y escuece,escuece mucho.

Son heridas difíciles de curar.
Heridas que más que superficiales son cavadas.
Alguien se ha puesto a remover todo tu corazón con el fin de quedarse con él en las manos y dejarte vacío.Y no hay peor castigo que cavar tú mismo tu propio hoyo.

Ahora vuelve a estar en ese balcón de hotel que cambia las vistas cada cierto tiempo y que a él le parece el mismo lugar.
Esas terrazas que tenían atardeceres preciosos a posta para que él recordara cada día el marrón de sus ojos cuando caía la tarde y la carcajada limpia de Emma cuando tocaba irse a casa después de una tarde de parque.
Esas ventanas que sin querer le dejaban ver el mundo que hay fuera del hotel y del escenario.Mundo que no está sabiendo manejar y que tarde o temprano se le caerá encima.
No puede evitar gastar la segunda caja de cigarros.Ese chute de nicotina diaria está siendo su salvación y su perdición.Es médico y sabe que no hay peor muerte lenta que esa pero también sabe que su ansiedad no se cura con nada más.

En las últimas semanas ha tenido que decirle adiós de un plumazo a su miedo a los aviones,a su miedo escénico,a su miedo a la soledad y a su miedo a una vida sin ella.
Todo junto y sin anestesia.

Alguien había llegado a robarle su vida en forma de canción con una melodía preciosa pero con una letra ,que si de paras a analizar,te hunde por completo.
Ya no tiene tan claro si todo eso vale la pena ni si cuando vuelva será más o igual de infeliz que ahora.
Porque simplemente nunca se está preparado para cambios tan bruscos.

Porque sabe que pase lo que pase se habrá perdido miles de cosas,quizá las más importantes que le hubiesen pasado en la vida.

Vuela altoUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum