Esquiar

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Aitana ha pasado mala noche a causa de un extraño dolor en el pecho que por suerte Luis logró rebajar con un ibuprofeno.
Amaia tenia que trabajar obligatoriamente después de haber pedido días para la otitis de Emma y Aitana se había comprometido a ayudarla.
Aprovechando que Luis ha sabido,una vez más,ganarse a la niña convence a Aitana para que duerma en lo que ellos se entretienen con la guitarra.

Hace justamente dos minutos que se ha despertado y le ha faltado tiempo para quedarse detrás de la puerta escuchando la ultima parte de lo que creía que era una canción recién salida del horno.

-Te quedó muy bonita tu canción.
-Bueno,tú me ayudaste mucho.
-Emma,me encanta hacer canciones contigo,¿sabías?

Aitana podría seguir mirando esa escena enternecida pero son más sus ganas de formar parte de ella.

-Buenos días chicos.
-¡Tata! Me acabas de salvar de una escena de amor.

Emma y sus ocurrencias para nada acordes con su edad.

-¿Como dormiste?

¿Como se supone que se debían saludar por las mañanas con una niña delante?
Por suerte,Luis da el primer paso y deja un beso en su frente comprobando que su flequillo quede en perfecto estado si quiere conservar su vida.

-Mas o menos,he tenido una pesadilla.

-¿De monstros ?-Emma lo pregunta absolutamente fascinada pues para ella solo los niños de su edad pueden soñar con esos seres extraños-.
-Cariño,se dice monstruos.
-Tata,son monstros y dan miedo.

¿Y para que discutir si ella iba a tener razón?
Era testaruda y de vez en cuando,si se le cruzaba algún cable de su organismo,no atendía a razones.
A Aitana le recuerda muchísimo a su abuela Julia,ya que,debido a su edad le era difícil recordar algunas palabras y a menudo las transformaba o directamente les cambiaba el significado y no había quien le dijera nada.

Mirandola y comparandola con ella tiene claro que niña y abuela algún día se tienen que conocer.
Al fin y al cabo el punto fuerte de las dos,o de las tres,era empatizar con los demás y está segura de que conectarían perfectamente.

-Oye Emma,cuentale a la tata lo que me has dicho que vas a hacer este fin de semana con papá.
-Voy a ir a esquiar a Barcelona.

Aitana abre su boca en señal de asombro fingiendo que no sabe lo que ya Amaia le ha contado preocupadisima por la reciente otitis de la niña y la ilusión que ha puesto su padre en preparar esa actividad como para fastidiarsela.

-¿A esquiar? Uy pero que divertido.
-Sí tata,si quieres te podemos llevar y así me cuidas.
-Papá te va a cuidar genial,no hace falta que vaya yo.
-Tu eres mas divertida.

Ella solo sonrie y se la come a besos.
Emma es mejor que lo que nunca hubiese podido imaginar y poder disfrutar de ella es uno de los mejores regalos.

-¿Y a mi no me vas a llevar?-Luis lo pregunta de broma pero ella se lo toma enserio y parece tener una clara respuesta -.
-Tu no puedes venir,si tu te vas nadie puede cuidar de los niños que están malitos en el hospital.

Y es verdad,no se lo pueden rebatir.Como siempre,ella iba un paso por delante.

-¿Y tu que quieres ser cuando seas grande como yo?
-Voy a ser profesora.
-¿Profesora,de que?
-De inglés,quiero ser como mi profesora de inglés.

Y lo cierto es que Emma ya había mencionado alguna vez a aquella mujer que a veces la acompañaba al patio y era tan amable y simpática que se llevaba a todos los niños a su terreno.

-¿Y vas a dar clases en un colegio?
-No,en los hospitales o en países donde los niños no tienen tantas cosas como nosotros.
-¿Y eso por qué?
-Lo he visto en una película y quiero trabajar ahí.

Una película y una niña con un corazón mas que soñador.
Una voluntad enorme y un alma aun mayor.

Eso era todo lo que se necesitaba para dar una lección a un par de adultos que aún sin ser progenitores estaban infinitamente orgullosos de ver a esa niña y saber que tarde o temprano,sería lo que quisiera ser.

Vuela altoWhere stories live. Discover now