Trébol

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-¿Entonces estás con ella?-Noemí lo pregunta sin ánimo de juzgar su relación y mucho menos su vida-.
-Sí mamá,estamos bien y mientras dure lo aprovecharemos.-se intenta convencer a él mismo de que eso va a durar todo lo que ellos lo quieran mantener-.
-¿No es pronto? Después de lo de Lucía...-Luis había tenido una conversación intensa con su madre el día después de dejarlo con Lucia y ambos habían coincidido en que necesitaba un tiempo para él mismo.Tiempo que no está cumpliendo al verse en una relación sentimental con la chica de flequillo y sonrisa permanente-.
-Después de Lucía la vida sigue ,mamá.-empieza a estar cansado de dar explicaciones sobre lo que siente-.
-Lo sé Luis,no te estoy cuestionando.Hacer este tipo de interrogatorio forma parte de mi deber como madre.-A Luis le convence,siempre había sido así,precavida y salvando a sus hijos de todo peligro-.
-¿Y no me puedes decir que te gusta Aitana aunque sea un poquito?-casi suplica Luis llevando una mano a la cara de su madre para dejar una caricia en el lado derecho de su cara-.
-Me gusta mucho Aitana,mira todo lo que ha hecho por ti.-sonríen los dos ,porque no hay nada más reconfortante para alguien que sentirse querido y tampoco lo hay para una madre que saber que su hijo es querido-.
-Es un trébol de cuatro hojas.-Luis hace que su madre recuerde eso con lo que siempre le ha levantado el ánimo a sus hijos,diciéndoles que son sus tréboles de cuatro hojas,su suerte en la vida-.
-Lo es,cariño.-acepta Noemí a boca llena antes de recibir a su pequeño gran hombre en sus brazos para seguidamente dejar besos en todos los recovecos de su cara haciendo honor a su niñez y todas esas tardes cuando llegaba del colegio-.

Es precisamente ella la que interrumpe ese momento de madre e hijo tocando en la puerta y avisando de que van a partir la tarta porque los niños se están empezando a desesperar al ver esa delicia de tarta que Aitana no se podría comer por el añadido de frutos secos.

-Pasa Aiti.-Luis casi lo dice en tono de favor,porque quiere compartir ese momento con ella también -.

Ella hace caso y entra tímida sabiendo que en ese cuarto se estaba viviendo una conversación aunque la excusa fuera que Noemí se sintiera mal y tuviera que ir al baño.
Ha escuchado hace unos minutos como Luis se refería a ella como trébol y deduce que será por suerte.En realidad lo quiere imaginar.

-Perdón,no quería interrumpir pero si no partimos la tarta ,Emma y Oliver me comen a mi.-y no le falta razón,desde que esos dos vieron el dulce en la nevera no han dejado de repetir su deseo por probarlo-.
-Ya bajamos,gracias.-Luis le sonríe abiertamente,porque es y está feliz-.

Ella está dispuesta a salir e irse de nuevo al salón en donde están todos los demás pero Noemí la para poniendo su mano delicadamente en su espalda.

-Quédate hija,yo mejor os dejo solos.-Noemí da en el clavo ofreciendo lo que ellos dos piden a gritos con la mirada-.

Ella se sienta tímida en el sitio que deja libre Noemí en la cama.
Luis la mira embobado,con toda la admiración con la que se mira un monumento cuando eres turista.

-Gracias por todo esto.-se sincera Luis-.
-Es lo mínimo Luis,toda esa gente te adora.-tiene toda la razón ,toda esa gente lo quería muchisimo-.
-¿Y tú no?-arquea una ceja buscando una respuesta afirmativa por parte de su novia que lo único que hace ahora es ponerse muy roja de la vergüenza -.
-¿Yo? Nada.-sería convincente si no se le escapara una risa tonta con la respuesta-.
-Pues ahí abajo no dijiste lo mismo.-la pica Luis recordando la declaración de amor que habían hecho delante de toda esa gente-.

-Te quiero,mucho.-es totalmente instintivo,lo quería y no iba a tener reparo por decirlo cada día.Por si acaso no lo pudiese decir más,por si acaso el dia siguiente fuera demasiado tarde y él no estuviera seguro -.

Vuela altoWhere stories live. Discover now