ғᴏʀᴄᴇ ᴅᴇsᴛɪɴʏ

Capítulo 1: Kylo Ren después de Crait

La destruiré.

Kylo Ren irrumpió por el oscuro corredor del finalizados, volviendo a sus habitaciones privadas después de su fracaso de diezmar a la resistencia de Crait. Quinientos setenta y dos pasos más hasta que llegó al refugio del pequeño espacio en la galaxia que era realmente era suyo. Finalmente podría estar solo. Irónico, que el tenía toda la galaxia en sus manos, a sin embargo, algunas paredes y una cama era de alguna manera la única parte que quedaba que sentía. Ese sentimiento le disgustaba, pero era una debilidad que el podía enfrentar fácilmente.

Cómo líder supremo, tenía la opción de elegir cualquier cuarto en la nave, por supuesto. Los cuartos del general eran más espaciosos y centralizados en ubicación; podría exigir que Hux se los entregará, y no sentiría ningún remordimiento al desocupar los viejos. Sin embargo, hubo una después mucho más importante para establar con el general. No tenía nada que ver con sus sentimientos, fue práctico. Sus habitaciones le quedaban bien y le proporcionaban una ventaja. Escondido, agregaba un obstáculo adicional a las constantes patrañas de Hux sobre el.

Cuatrocientos dos pasos más cerca de su lugar para cerrar la galaxia y más cerca de sus fracasos en Crait.

Al principio, se había consumido por una desesperación tonta y miope cuando ella lo excluyó. Luego, los dados de su padre desaparecieron, recordándole que estaba solo de nuevo. No, no de nuevo, el siempre había estado sólo. Debería haber sigo doloroso, pero todo lo que sintió fue ...alivio. Cuando la luz dentro del el parpadeo, fue golpeado por la realización liberadora, la luz que había sentido dentro de él se había ido con ella, no de él. Cuando la Jedi cerró el vínculo ella apagó su luz.

Arrodillado en súplica (y derrota) en esa base de Crait y sólo en el compartimiento del pasajero de su lanzadera de mando de clase Upsilon, aceptó que ella se había ido. Rey no lo quería, y el no la necesitaba. Estaba mejor sin la chica. Con la agonía de su traición y la finalidad de su vínculo roto, encontró comodidad en la oscuridad. Los susurros, palabras en su propia voz que sonaban parecidas a su maestro caído, le recordaron su camino. Había fallado, pero no sé desvaneció su propósito. El destino de la galaxia descansaba en sus hombros. Al igual que con todo los obstáculos que superó, está perdida tuvo que sucederle para que realizara su destino.

El futuro estaba a su alcance, pero la guerra estaba lejos de terminar. El truco de Skywalker lo había hecho débil. La Resistencia indudablemente buscaría reconstruirse con rapidez para explotar mejor sus debilidades, y la Primera Orden dudaba en aceptarlo como su líder después de su fracaso, pero demostraría su valía a todos ellos. Crait sólo lo empujó a hacerse más fuerte, moldeandolo a la imagen de su abuelo. Él la destruiría, la Resistencia había estado a su alcance, pero Rey los ayudo a escapar a todos en la nave de Han Solo. Ella lo había excluido como si él la hubiera perjudicado, como si traición armó no fuera suficiente. Snoke estaba equivocado. Matarla no completaría su camino al lado oscuro. No, debería agradecerle. Lo que ella hizo fue mucho mayor. Si Skywalker lo inició en ese camino esa fatídica noche, entonces la muchacha lo término en la sala del trono.

« Le ofrecí todo, aún así, ella me traicionó. Justo como Han Solo. Justo como Leía. Skywalker. Snoke. Ella estaba equivocada. Yo estoy sólo. Nadie puede interponerse en mi camino. Nadie puede quitarme esto.. este odio. No me detendré hasta que la destruya. Este es mi destino »

La resolución fue empoderada. Kylo nunca se había sentido más seguro de nada en su vida. Cuando más lo contemplaba, más tranquilo se sentía. Está convicción era nueva y...satisfactoria. Sintió, se atrevía a creerlo, ningún conflicto. Esto era lo más cerca que había estado de la paz desde que podía recordar. No había voces en su cabeza, ni emociones opuestas. Solo fría y poderosa oscuridad.

Nada resuelta.

Kylo vaciló en al curso hacia sus habitaciones cuando un dolor agudo se extendió en su pecho. Era preocupante por qué no era una dolencia física. Sintió una profunda desesperación con un amargo regusto al fracaso, una condición con la que se había familiarizado durante toda su vida. Era opresivo y desesperado por naturaleza, curioso sólo en su divirgencia de resolución contradictoria actual. Sus ojos se entrecerraron mientras contenía el aliento, esperando...¿por qué no estaba seguro?. Una sensación fugaz en la fuerza atraveso su conciencia. La fuerza hizo eco con una familiarizado espeluznante y terrible. Antes de que pudiera investigar está perturbación, desapareció y volvió al vacío. Continuó caminando lentamente, de forma terca, decidió mantener su estado emocional actual, en lugar de analizar las posibilidades de la interrupción anormal en la fuerza.

-Ren.

El sentimiento pacífico fue de corta duración. Siempre lo fue. Bajó la cabeza y suspiro en silencio mientras la molestia le subía por la espalda.

-General Hux -reconoció, sin volverse hacia el-. Hay Miles de otros para irritar en esta nave. Escuentra a uno dispuesto a tolerante.

-¡Te lo advertí Ren! -farfullo el General, caminado hacia el -. ¡Luke Skywalker, el hombre más buscado de la galaxia, estaba a nuestro alcance y tú...!

-Skywalker está muerto -se burló Kylo, su paciencia con el otro hombre de había agotado. Era muy conciente de que el borde de sus heridas emocionales era mucho más repugnante, (expuestos y frágiles), de lo que estaba dispuesto a admitir. Y si alguien podía provocar una reacción física aguda a el, era su irritante subordinado. No podía permitirse otra vergüenza frente a la Primera Orden, su debilidad e inestabilidad eran demasiado evidente en su lapso de juicio y en centrarse en Crait. Si no lo hacía prestaría una presencia fuerte e intimidante, un motín derramaría la primera gota de sangre, la primera señal de vulnerabilidad.

-He sentido un cambió en la fuerza. Deberías estar con tus oficiales celebrando está victoria -continuó, rotundamente -. Preferiblemente tan lejos de mi como sea posible.

-Tus intereses personales le han costado la victoria de la Primera Orden. La Resistencia escapó. Fueron acorralados. Derrotados. Tus emociones nublaron tu juicio. ¡Otra vez!. Tu lealtad a la Primera Orden es cuestionable...

-¿Lo es? -la resolución de Kylo de mantenerse firme duro unos segundos. Hux era bastante hábil para provocar su naturaleza reactiva. Kylo no se molestó en volverse para mirar al general, en cambio, se quedó mirando su puño cerrado, deleitándose con los silenciosos sonidos de asfixia que emanaban detrás de el.

-Cuidado Hux, sus afirmaciones podían ser malinterpretadas por traición. Soy tu Líder Supremo, ten cuidado de no olvidar eso.

Su mano se agito mientras manipulaba sin piedad la fuerza para apretar más alrededor la tráquea del hombre. Él propio Kylo siseo con los dientes apretados mientras una emociones sádica latía en sus venas. Cuando sintió la conciencia del general desvanecerse, lo libero de su alcance. Kylo continuó caminando hacia sus habitaciones, ciento treinta y cinco pasos más, con desinterés apático, dejando atrás al general tosiendo en el suelo.

-Cuidado Ren -susurro Hux entre jadeos, mirando la espalda del Líder Supremo mientras se alejaba. Apoyándose sobre los codos, se trago otra tos, su cabello ordinariamente impecable peinado sobre sus ojos ardientes -. Snoke ya no está aquí para protegerte.