ғᴏʀᴄᴇ ᴅᴇsᴛɪɴʏ

Capítulo 146: Grilletes

 Las muñecas de Ben picaban en los grilletes; Su cabeza estaba pesada por las toxinas. Miró hacia abajo y notó que la celosía negra se había extendido sobre la parte superior de su mano. Blue rodó silenciosamente junto a ellos, habiéndolos seguido sin incidentes. Ben casi se sintió insultado por lo terrible que era la seguridad de la Primera Orden. No era de extrañar que la Resistencia hubiera sido capaz de infiltrarse en la Supremacía con nada más que un empalmador traidor y un par de uniformes robados. Caminó en silencio con los dos soldados por el largo pasillo, estudiándolos a ambos. El primero era más alto, más intimidante físicamente, pero se alejaba de Ben mientras caminaban. El segundo, más pequeño en estatura, muy posiblemente femenino, tenía un arma poderosa de la que no quería cumplir con el fin del negocio, si podía evitarlo.

«Tendrás que hacerlo.»

Estaba siendo llevado a la guarida del dragón con una cara que alguien estaba obligado a reconocer. Su cicatriz, su "fracaso" contra Rey, era un chisme bien conocido en la Primera Orden. Incluso si la mayoría no lo hubiera visto sin su casco, esa cicatriz lo traicionaría por lo que era, lo que había sido. Era la primera vez desde que recibió la cicatriz en su cara que deseaba que no estuviera allí. Miró los pasillos de conexión, esperando al oficial que inevitablemente complicaría su plan. Sonó una alarma en una sección diferente de la nave, y varios soldados de asalto se apresuraron por el pasillo en la dirección opuesta. El droide giró la cabeza para mirarlo, y supo lo que estaba sugiriendo.

«Es ahora o nunca.»

Los dos soldados de asalto que acompañaban a Ben se distrajeron con la alarma. Blue se enrolló en uno y lo sorprendió en la pierna. Era posiblemente la única oportunidad que tendría. Mientras el primer soldado de asalto se volvía, Ben arrancó el arma de sus manos y pateó al soldado lejos de él.

Ben se metió rápidamente en una sala de interrogatorios vacía y se inmovilizó contra la pared interior. Con el arma levantada, esperó. Cuando el segundo soldado corrió a través de la entrada, le disparó con el bláster. Luego esperó a que el primer soldado de asalto entrara en la habitación.

Golpeó el panel de control de la puerta con el codo para cerrar la puerta y se puso detrás de la espalda del soldado de asalto. Rápidamente puso sus carpetas sobre la parte delantera de su máscara, debajo de la garganta del soldado. Había armadura allí, pero era más adecuada para defenderse contra armas afiladas que para estrangulamiento. Aplicó presión con las carpetas mientras tiraba del soldado hacia atrás fuera de balance, aprovechando su altura para su ventaja.

Ben estranguló al soldado hasta dejarlo inconsciente, escuchando a otros soldados responder al sonido de la explosión. Cuando nadie vino, Ben soltó al soldado, dejándolo caer en un montón en el suelo. Sacó su sable de luz de su bota y cortó sus carpetas. Al abrir la puerta explosiva, Ben permitió que el droide tembloroso entrara. Luego comenzó apresuradamente a quitarse el traje del soldado.