ғᴏʀᴄᴇ ᴅᴇsᴛɪɴʏ

Capítulo 97: Duelo de destinos

Rey y Kylo se sorprendieron por la intrusión. Alguien estaba en la oscuridad con ellos, pero en la Fuerza, él era casi invisible. Una sombra... un fantasma. La criatura ante ellos era alta con túnicas oscuras que cubrían su piel amarilla. Los cuernos sobresalían de su cabeza calva como una corona con púas; Tatuajes negros estaban grabados en su rostro. La oscuridad sangraba de su energía.

Su compañera de vínculo dio un paso adelante, la oscuridad todavía plagaba su energía como una enfermedad, sus músculos temblaban en preparación para una pelea. Le aterrorizaba verlo tan ... extraviado. Ni en Starkiller, ni en sus recuerdos, nunca lo había visto tan completamente abrumado por la oscuridad. La Fuerza acababa de reunirlos en sus aposentos, él todavía había estado en guerra consigo mismo, pero ella podía sentir su luz. Había parecido cerca de girar, expresando su deseo de destruir las superarmas de la Primera Orden, pero este lugar ... Este lugar debe haberlo atrapado en la oscuridad contra la que no pudo luchar, porque esta no podía ser su propia decisión sucumbir a ella. No pudo.

¿Podría?

Rey sintió que la oscuridad también la llamaba, pinchando en los bordes de su conciencia. Sus escudos contra ella fueron construidos tan fuertes como pudo manejar. Solo un pequeño goteo de oscuridad se deslizó, lo que decidió que era un éxito teniendo en cuenta la gran cantidad de ella.

Desafortunadamente, la intensidad más fuerte fue estrellarse contra el vínculo. Ella no quería excluirlo cuando necesitaba ayuda, pero no podía arriesgarse a caer en la oscuridad con él. Rey recordó lo que casi había hecho la última vez que había permitido la entrada a la oscuridad. Nunca más.

La voz de Sidius en la oscuridad casi había desaparecido desde esa noche dentro de sus recuerdos, y ella había hecho todo lo posible para bloquear la oscuridad tan completamente como pudo desde entonces. Se recordó a sí misma que tenía que rechazar la oscuridad, sin importar cuán fuerte fuera la llamada, de lo contrario no podría hacer nada para evitar que Kylo descendiera a la oscuridad. Ella no sabía cómo ayudarlo, pero hiciera lo que hiciera, sabía que tenía que estar lejos de ese lugar. Ella lo arrastraría lejos de allí pateando y gritando si tenía que hacerlo. Y si esta criatura intervenía, miraba las armas detrás de ella, no eran sables de luz, pero tendrían que hacerlo.

—¿Quién eres en los ocho infiernos? — Kylo gruñó.

—Quién fui una vez será más interesante para ti que quién soy ahora—, respondió la sombra—. Este cuerpo es solo una vasija, un conducto para mi verdadera energía, aunque pedí que mi vasija fuera otro Zabrak. Ustedes los humanos también son ... emocionales.

Hizo una pausa, una sonrisa cruel se arrastraba por su rostro.

—¿Supongo que has oído hablar de Force Destiny?

Kylo se quedó terriblemente quieto.

—Desafortunadamente.

—Es un placer conocerte finalmente, Ren. He estado esperando aquí a que termines tu entrenamiento. Íbamos a ser presentados cuando te comprometiste con la oscuridad. Tu maestro es mi maestro. O lo será; Él aún no ha tenido la oportunidad de convertirse en mi maestro en esta encarnación. Él era mi maestro ante este cuerpo. Pero él volverá a ser mi maestro. Todo lo que requerirá es el objeto al que se transfirió su esencia después de su muerte. En su caso, era un anillo, grabado con las runas de los cuatro sabios de Dwartii, tallado en la misma piedra sobre la que te encuentras.

Kylo se rió oscuramente.

—Estás perdiendo el tiempo. Yo fui quien lo mató. No tengo ningún interés en su resurrección.

—Simplemente seguiste los caminos de los Sith, la Regla de Dos, el aprendiz usurpando al maestro. No te equivoques: en mi vida pasada, no habría tenido reparos en cortar a Sidious en dos, una hazaña que lograste. Pero la muerte tiene una manera de cambiar tus prioridades. El odio y la venganza son herramientas afiladas cuando se dirigen a un enemigo común: los Jedi. Puedes ser aún más fuerte como uno de nosotros.