ғᴏʀᴄᴇ ᴅᴇsᴛɪɴʏ

Capítulo 132: Matanza

― ¿Dónde estás, Ben? ―, Preguntó vacilante. Ella esperaba ver su forma envuelta en manta, medio enterrada en la nieve, aparecer frente a ella, pero él se materializó boca abajo en la nieve, las mantas desaparecidas y el luchador a la vista.

― ¡Ben! ¡Qué pasó!

«Debería estar temblando.» El temor la inundó cuando se acercó a él. Estaba mortalmente pálido.

«¿Ben?»

Ella se arrodilló cautelosamente junto a él. Cerró los ojos y extendió la mano hacia la Fuerza, sintiendo su lento y débil latido cardíaco. Suspirando aliviada, ella lo hizo rodar suavemente hacia su espalda. Su piel desnuda estaba fría al tacto.

―Por favor, espera a Ben. Encontré una manera de salvarte. Solo tienes que aguantar―, Ella colocó una nueva manta sobre él. Era delgado, pero era mejor que nada. Ella le apretó la mano―. Te amo―, susurró, pero la energía no regresó.

Chewbacca entró por las puertas con su bowcaster.

― Ok, ¿todos listos? ― Preguntó Rey. Finn y Rose levantaron sus blásteres―. Espera, Finn, toma esto―, dijo mientras le entregaba su nuevo sable de luz.

― ¿Qué? ¿Qué hay de ti, Rey?

―Lo construí. Es mío. Ese sable de luz será el arma que guardo por el resto de mi vida, y con suerte, nunca tendré que usarla―, Hizo una pausa, invocando el sable de luz de Kylo―. Pero esta noche, voy a enfrentarme a toda la Primera Orden, y se siente bien que lo haga con esto.

Activó la espada y sus ojos brillaron rojos mientras dejaba que la ira se acumulara dentro de ella.

―Sin prisioneros, sin piedad... ya que no se nos concederá ninguno. ¿Alguien tiene alguna pregunta sobre el plan?

―Mata a los soldados de asalto, vuela al Finalizador, consigue a Kylo ... uh, Ben a la máquina de la muerte de la Fuerza, apóyate en tu alboroto ... No, creo que es bastante sencillo―, bromeó Finn.

Desembarcaron sigilosamente por la rampa de embarque ventral del Falcon, dando vueltas alrededor de la parte trasera del barco hasta un ventisquero cercano que se había creado cuando aterrizaron.

― ¡Solo hay un pelotón y dos cañones láser!― Finn susurró.

Rey cerró los ojos para verlos mejor en la Fuerza.

― ¿Cuántos hay en un pelotón?

―Cinco escuadrones, así que cincuenta―, dijo Finn―. Saque los cañones láser primero, antes de que desactiven la nave.

Todos sacaron sus blásteres, mirándose por última vez para reunir coraje. Esto fue todo. Si bien no había un ejército para enfrentarlos como todos habían asumido, las probabilidades de cincuenta contra cuatro seguían siendo desalentadoras, especialmente cuando esos cincuenta disparaban a la vez. Rey miró desde Finn, a Rose, a Chewie y supo que aquí era donde todo podía terminar. Con un movimiento de cabeza, se volvieron a sus posiciones y comenzaron a disparar. El paisaje frío y oscuro se iluminó instantáneamente con rayos de colores brillantes. La primera torreta de cañón estalló en una explosión ardiente. Los soldados de asalto inmediatamente devolvieron el fuego. La segunda torreta giró hacia su ventisquero, demoliendo su cubierta en segundos.

―¡Extiéndete!― Rey gritó por encima del fuego del bláster. Abandonó el bláster y dio vueltas alrededor del otro lado del carguero. Mientras sus amigos centraban sus esfuerzos en la segunda torreta, atrayendo la mayor parte del fuego, ella se puso detrás de los soldados de asalto en la nieve.

Los otros se habían separado; Chewbacca estaba disparando contra la torreta, Rose mantenía al pelotón a raya con su bláster, y Finn estaba enviando a cualquier valiente soldado que rompiera su ventisquero. Finn no estaba familiarizado con un bastón, pero usó su arma para bloquear y apuñalar con destreza. Puede que no haya usado las cuchillas dobles para su ventaja, pero no había duda de que era peligroso con el arma. Ella lo vio empalar rápidamente a dos soldados de asalto, uno delante y otro detrás de él, y arrojar sus cuerpos a la nieve. Rose se paró a su lado, haciendo estallar a los soldados de asalto a diestra y siniestra. Eran un equipo formidable. Una vez que la segunda torreta fue destruida, Chewbacca se retiró por el Halcón, destruyendo a cualquier soldado que fuera una amenaza inmediata para sus amigos.