ғᴏʀᴄᴇ ᴅᴇsᴛɪɴʏ

Capítulo 154: El puente

Rey, Finn, Rose y Blue habían llegado desde los ascensores a la pasarela elevada que conectaba con el Puente de Emergencia. Rey miró a Finn y Rose a su lado. Rose asintió con ánimo. Aquí no va nada. Corriendo a la vista de las cámaras, sostuvieron los cilindros frente a los sensores, preparándose para la batalla que les esperaba dentro. Rey irrumpió a través de las puertas cuando se abrieron. Finn se unió a ella en la pelea, y Rose se movió hacia el panel de control de la puerta.

Los oficiales se pusieron de pie, buscando sus armas. Rey activó su sable de luz y se dirigió hacia el oficial más cercano al mainframe. Su fuego bláster fue ineficaz contra los rápidos movimientos de su arma, y sintió que el poder aumentaba a través de ella. Ella imaginó que así era como se sentía su compañera el día que se conocieron en Takodana. Invencible. La oscuridad había vuelto. Se alimentó del miedo en los ojos del oficial. No había nada más reconfortante para Rey durante el fragor de la batalla que la fuerza que la oscuridad le proporcionaba. Se sentía más rápida, más consciente, más en contacto con la Fuerza que la rodeaba. Sintió una euforia sádica mientras cortaba al oficial.

Mientras ella lo veía caer, él levantó su arma en un acto final de desafío. Su oscura concentración se rompió cuando Blue gimió a su lado, presionándose entre dos paneles de control para esconderse. Abrió la boca para explicar cuando un disparo de bláster pasó rozándola, golpeando a Rose en la pierna. La habitación inmediatamente estalló en fuego bláster. Rey se dio cuenta de que el bombardeo venía detrás de ella. Se volvió para ver los ojos de Finn salvajes y enfurecidos, escaneando la habitación en estrategia táctica. Puede tener el corazón amable de un hombre de la Resistencia, pero había sido entrenado para ser un asesino de la Primera Orden, y se notó. Ella se agachó mientras rayos de plasma volaban por la habitación, pero Finn no parpadeó cuando los demás devolvieron el fuego. Aulló de rabia mientras eliminaba sistemática y expertamente a sus enemigos. No se detuvo hasta que mató hasta el último oficial en la habitación en un período de tiempo impresionantemente corto.

—¡Creo que los tienes! — Rey gritó mientras continuaba disparando, incluso después de que el último oficial cayera. Con un movimiento de cabeza, Finn se quitó el casco, respirando pesadamente agitado.

—Eso fue lo más atractivo que he visto—, respiró Rose.

—¿Qué pasó con tu mantra de no matar a aquellos que odiamos para ganar esto...?

Rey fue interrumpido por un golpe en la puerta de la explosión. Sus ojos se elevaron hacia un holomonitor. Ben se quedó afuera, gritándole a través de la puerta.

—¡Rey! ¡Déjame entrar! ¡Tenemos que salir de aquí! ¡Es una trampa!

El corazón de Rey saltó a su garganta mientras buscaba en el holomonitor signos obvios de lesiones a su compañera de esclavitud a través de las túnicas negras que oscurecían su vista. Su estómago se revolvió no solo por el miedo por él, sino al pensar que, si él estaba allí, habían fallado. Aún así, algo se sintió ... apagado. Rose corrió hacia la puerta de la explosión, y a pesar de la probabilidad de que Ben estuviera en peligro, todo en ella gritó para detener a Rose. Hubo una advertencia en la Fuerza, y fue entonces cuando se dio cuenta de lo que era diferente en él. La ropa.

«Hay más....»

—¡Rose, no lo hagas!—, gritó, pero ya era demasiado tarde. Cuando se abrió la puerta de la explosión, corrió a la habitación. Rey dio un paso adelante, llamando a un bláster a su mano, y se lo disparó. Como era de esperar, ni siquiera tenía un sable de luz para bloquear los pernos apuntados a su pecho.

Tanto Finn como Rose se volvieron hacia ella en estado de shock. Blue gritó mientras el hombre se arrugaba en el suelo.

—¡Clones! —, advirtió, —¡hicieron clones!

Sus amigos estaban distraídos por su revelación; No vieron la amenaza acechando a través de la puerta abierta. Entró un escuadrón de soldados de asalto.

—FN-2187—, reconoció una voz.