Esta historia no es mía pertenece a la escritora de Fanfic EdenWoodsParker.
Inmediatamente después de los eventos de los últimos Jedí, la batalla por la galaxia continua entre la Primera Orden y la Resistencia.
A medida de que el nuevo líder supremo...
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Finalmente había terminado. Debería haber reunido la Fuerza y haberse puesto de pie para luchar hasta que ella lo sacara de su miseria, pero él había creído que ella tendría la decencia de matarlo. Cuando el suelo se abrió para tragarlo entero, podría haber perseguido o tratado de salvarse, pero había sido vencido por alguien mejor que él; Parecía una muerte adecuada. Ver las mismas estrellas que había estudiado cuando era niño era casi pacífico, así que se recostó en la nieve y se rindió a su destino.
Estaba solo. Siempre estaba solo. Aunque la parte débil de él deseaba que ella se quedara ... Para terminarlo, para estar allí, mirándolo con esos ojos feroces. Pero ella se había ido. Al menos estaba tranquilo. La nieve se filtró en sus heridas, temblando a través de él. El dolor lo ancló a la conciencia, pero el frío lo adormeció. El dolor se desvaneció y un calor lo envolvió mientras su mente se ralentizaba. Fue una muerte lo suficientemente buena. Cerró los ojos y esperó su destino, ya sea por pérdida de sangre, hipotermia o colapso planetario, lo que sucediera primero. Pero sus ojos se abrieron a un duro empujón a su caja torácica. Cuando su visión se aclaró, pensó que estaba en el infierno. Y, en cierto modo, lo era.
Kylo parpadeó lánguidamente aturdido mientras miraba a su general. Estudió la figura al revés. Fue una visión decepcionante ver a Hux de pie sobre él mientras se desangraba en la nieve. "Mírate, Líder Supremo. Estar a la altura de tu máximo potencial, ya veo."
«¿Líder Supremo?» Un pitido antagónico de un droide a su lado se fracturó a través de sus pensamientos en espiral mientras yacía a la deriva en un mar de devastación. Esto no era Starkiller. No estaba tirado en la nieve, herido de todas las maneras que podía estar. Hux no había llegado por orden de Snoke, siguiendo su baliza de rastreo hasta donde yacía derrotado.
Snoke estaba muerto. Snoke ni siquiera era Snoke. Kylo estaba acostado en el piso de una sala de entrenamiento, en el Finalizador. Su madre estaba muerta. Tal vez Hux debería haberlo dejado allí en Starkiller, o sacarlo de su miseria. Tal vez Hux debería considerarlo ahora. Kylo se había despertado con una advertencia en la Fuerza mientras yacía inconsciente después de la destrucción de la Supremacía. Sabía que Hux quería matarlo. Por eso había traído a Hux con él a Crait en primer lugar, para vigilar al traidor, para que no encontrara un rayo en su espalda antes de que tuviera la oportunidad de vengarse. Pero tal vez debería darle a Hux la oportunidad, porque Kylo realmente sintió ... nada. Lo que fuera que hubiera sufrido antes, era intrascendente en comparación con el dolor hueco que lo consumía. Se sorprendió cuando su general volvió a hablar.
—¿Dónde están tus grilletes?
—Si deseas detenerme, necesitarás restricciones de supresión de la fuerza—, dijo su voz, pero no recordaba haber formado el pensamiento. No creía que fuera capaz de articular palabras coherentes. Se había roto en pedazos, como un espejo roto, y el hombre que había sido se había ido para siempre, roto sin posibilidad de reparación. Hux podría arrastrarlo a la detención por todo lo que le importaba; No lucharía contra eso.
