ғᴏʀᴄᴇ ᴅᴇsᴛɪɴʏ

Capítulo 2: Rey después de Crait

El zumbido de los motores del halcón milenario mientras navegaba por el hiperespacio era un recordatorio contante de que la Resistencia estaba escapando. Los sobrevivientes restantes celebraron su estrecha victoria, eligieron pasar por alto temporalmente las circunstancias desoladas que los mantenían a todos prisioneros. El escapé solo sería temporal a medida que la comprensión de la Primera Orden se torciera más perpetuamente en la galaxia.

Rey se sentó en silencio en un asolamiento autoimpuesto, volviendo a analizar cada detalle de los eventos a bordo de la Supremacía en una dolorosa letanía. Las dos mitades rotas del sable de Luke yacian frías y sin vida en sus manos temblorosas.

A su regreso al halcón milenario, las sabias palabras de Chewbacca, un consejo que imagino que alguna vez había pronunciado su héroe Han Solo, la ayudaron a concentrarse en su grave situación en Crait. Ahora sus amigos estaban a salvó, y no tenia tiempo para angustiarse por su fracaso en la sala del trono.

Snoke había creado un puente entre sus mentes, esa era su única certeza. ¿Había manipulado sus visiones conjuntas?, ¿La vil criatura lo había manipulado para traerlo a una trampa?, ¿O fue una mentira?, ¿Lo había creado el mismo Kylo?, ¿La había manipulado a atravez del vínculo de la fuerza en el momento que se abrió por primera vez?.

"Me traeras a Luke Skywalker" -dijo en su primera conexión. Después de darse cuenta de que su truco de la fuerza no produciría los resultados deseados. ¿Había empleado otro método?. De cualquier manera, ella fue una tonta como para caer.

Rey creyó imprudentemente que Kylo regreso cuando mato a Snoke. Sintió la conexión entre ellos cuando lucharon contra la guardia Pretoriana . Su error fue confiar en el. Le rogo que no volviera a la oscuridad, que no le diera la espalda, pero el no la escuchaba porque no le importaba. Fue una niña ingenua, creyendo en la visión, que la luz que sintió fue suficiente. Todo era mentira. La misión singular de Kylo desde el momento en que la conoció fue encontrar a Luke. El toque en sus manos, las palabras que sabía que anhelaba escuchar, la suavidad de su voz: era una trampa para acceder a su conocimiento del mapa. Y al cruzar la galaxia con la esperanza de salvarlo, ella le había dado exactamente lo que necesitaba. Si Luke no hubiera dado su vida confrontandose con su sobrino para salvar a la Resistencia, entonces Kylo la había encontrado. Nunca la habría elegido, por qué ella no era nada para él.

En la sala del trono, ella había creído mientras el llacia inconciente, que su fracaso de debía a no anticipar la fuerza del control que la oscuridad tenía sobre Kylo. Sus acciones sobre Crait demostraron que estaba equivocada. No solo se había quedado al margen mientras sus naves eran destruidas, sino que decidió activamente matarlos a todos. Si su visión hubiera sido real, el se habría convertido, los ayudaría a poner din a la guerra. En en su lugar, eligió duplicar su maldad.

Cerrar esa puerta, a Ben, su vínculo y su esperanza en él, fue más difícil de lo que anticipo, pero no cambio nada. No podía salvarlo. Cuando más se repetía en su mente los acontecimientos del día, más segura se sentía de ello. Incluso si podía convertirlo, no quería intentarlo más. La miseria que sintió por su fracaso no valió la pena. Rey nunca necesito a alguien; ciertamente ella no lo necesitaba, y la resistencia tampoco. Leía dijo que tenían todo el sustento para ganar, y la chatarrera le creyó porque tenía esperanza. Ella no lo odiaba por comportarse como un monstruo en el que se había convertido. No estaba enojada con él, sino consigo misma por creerle. Ben o Kylo, tenía que olvidarlo. Lo que verdaderamente importaba era que prevalecerá al lado bueno. El destino de la galaxia estaba en juego.

« Si tenemos que pasar sobre él para lograrlo, que así sea. Eligió ese camino ».

Rey hizo todo lo posible para suprimir el conflicto que le destrozó el interior mientras veía a Leia dirigirse a los supervivientes restantes. La mujer sobrevivió a la pérdida de sus padres, su planeta, su marido y su hermano gemelo. Su hijo la traicionó de la peor manera inimaginable, y estaba casi perdido para ella. Sin embargo, Leia se mantenía fuerte, ella sonrió, sus ojos estaban repletos de esperanza.

Sin embargo, la Jedi no estaba de humor para celebrar. Mientras los demás se distrian reviviendo su angustiosa huida, ella se escabulló silenciosamente antes de que las lágrimas en sus ojos la traicionaran. Los demás ignoraron los secretos detrás de esas lágrimas y ella tenía la intensión de mantenerlo así. Deambuló por los pasillos rodeándola de la nave de Han, los ecos de los recuerdos todavía impresos en las paredes. Si escuchaba con suficiente atención, casi oía los fantasmas de tiempos felices. Kylo había vagado esos mismos pasos cuando era un niño antes de tirar todo por la borda.

« ¿Por qué?, ¿Por qué le darías la espalda a todo lo que siempre he querido? Te vi en el suelo de Crait. Vi el remordimiento en tus ojos. ¿Se ha dado cuenta finalmente, demasiado tarde, de que ha hecho?, ¿O solo lamenta que hayamos escapados?, ¿Quien eres realmente? »

Al doblar un pasillo, se detuvo abruptamente cuando la galaxia se alejo de debajo de ella. El sonido periférico se desvaneció y hubo un fuerte tirón en la base de su cuello. Sintió el estremecimiento de su presencia en la fuerza.

« No, por favor no hagas esto », le suplicó al universo. «¡Se suponía que esto había terminado!, ¡No puedes volver a hacerme esto!».

La fuerza no respondió, salvo por el zumbido de energía a su alrededor, como electricidad en el aire. Rey se quedó mirando el suelo del pasillo, mirando que daba paso a una superficie lisa y negra que no pertenecía al Halcón Milenario. No sé atrevía a mirar a los ojos al hombre que sabía que estaria allí, no pudo confirmar sus peores temores.

-Soy Kylo Ren -dijo una voz en el espacio entre ellos. No sé parecía en nada al que le había prometido que no estaba sola-. Soy el Lider Supremo. Destruiré a los Jedi y la Resistencia. Traeré orden a la galaxia.

De mala gana, Rey levanto los ojos del suelo.