ғᴏʀᴄᴇ ᴅᴇsᴛɪɴʏ

Capítulo 26: Visión de Rey

Rey jadeó cuando sintió su energía arrancada de la Fuerza que la rodeaba.

« ¡Qué fue eso! »

Estaba sentada en silencio, apoyada en un árbol mientras intentaba leer uno de los antiguos textos Jedi de Luke cuando lo sintió. Había esperado verlo frente a ella. Se había preparado para su reacción a lo que había sucedido entre ellos la última vez, pero solo sintió su calor contra su espalda. Nunca habló una palabra. Nunca se movió. Estaba demasiado cansada para luchar contra él, decidiendo que si la iba a ignorar de nuevo, entonces era mejor que la alternativa.

Había sido como si todavía estuviera sola, casi, hasta que distraídamente puso su mano junto a la de él. Sólo cuando sintió que se le aceleraba el pulso se dio cuenta de lo cerca que estaban sus dedos de los suyos. El calor irradiaba de su mano, y notó que no estaba usando sus guantes. No estaba segura de si era por curiosidad, soledad o añoranza, o el mismo magnetismo irresistible que continuaba atrayéndola hacia él cada vez que estaba en su presencia, pero había tomado la decisión irracional de tocarlo.

La Fuerza había creado un vacío entre ellos, la tensión se había aliviado cuando los dedos de ella se acercaron a los de él. Había algo dentro de ella que se sentía bien, como la última pieza de un rompecabezas encajando en su lugar. Entonces se le ocurrió que su conexión anhelaba su toque tanto como ellos. Fue en parte deseo y en parte curiosidad cuando colocó suavemente su mano sobre la de él. Recordó lo que había sucedido la última vez que se habían tocado, y una parte de Rey esperaba más.

Ella no estaba decepcionada.

Su mano era mucho más grande de lo que ella recordaba, pero era tentadoramente cálida y tranquilizadora. Incluso si había una disputa constante entre ellos, no podía negar el consuelo de su presencia. Por lo general, era exasperante, pero ella no quería pelear con él. Sabía que al menos podía bloquear sus emociones de él (después de todo, él le había enseñado cómo hacerlo), pero había elegido no hacerlo. Ella desconfiaba del conflicto, desconfiaba de las palabras que pronunciaba en la comodidad de la oscuridad.

Él había respondido con sorpresa y confusión a las emociones que había sentido a través del vínculo abierto por su toque. La luz que había sentido dentro de él en la choza volvió, y su calor radiante la abrumó. Ella originalmente no sintió nada más de él, pero luego sus emociones de repente también inundaron el vínculo. No había conflicto, ni la ira y el miedo predeterminados detrás de los que normalmente se escondía. Sintió una devoción honesta y una profunda lealtad pasar brevemente a través del vínculo en los segundos antes de que apareciera en otra visión.

Se puso de pie para encontrarse en un edificio destruido, rodeada de soldados de asalto.

—Es la chica—dijo uno. Un rayo láser pasó junto a su cabeza y ella se volvió bruscamente. Se encontró con un bláster apuntando entre sus ojos. El objetivo del desintegrador cambió a algo detrás de ella. Girándose hacia atrás encontró a su compañero de vínculo, sus ojos crueles.

_Ben... por favor, no hagas esto—, suplicó. Otro chasquido eléctrico de un rayo láser cortó el aire de la habitación, Kylo cayó hacia adelante en el suelo. Donde había estado, un hombre pelirrojo sonrió maliciosamente, sosteniendo su propio bláster.

Se arrodilló e hizo rodar a Kylo, ​​encendiendo su sable de luz desechado y sosteniéndolo sobre su rostro para comprobar si había señales de vida.

—¿Qué he hecho ?— ella lloró. Los ojos de Kylo se abrieron de golpe, reflejando la luz carmesí. Agarró la empuñadura y tiró de la hoja más cerca de él, quemándose con la guarnición de su sable cruzado en el proceso.

La sangre comenzó a fluir de su pecho. Cuando ella agarró su herida, su ropa se transformó de su túnica negra a una camisa de color rojo oscuro. Tratando desesperadamente de detener el sangrado, sus esfuerzos fueron abandonados cuando él la agarró de la mano. Luego, tan rápido como había llegado, la sangre que manchaba el suelo a su alrededor fue absorbida por su cuerpo y las manchas desaparecieron. Él la miró como si fuera una extraña.

—Déjame ir —cuando repitió las mismas palabras, la voz cambio, se trataba de un niño.

Rey estaba decidida a decirle que nunca se daría por vencida con él, con Ben Solo, cuando dos fuertes brazos la agarraron por detrás y comenzaron a arrastrarla.

" Voy a matar a tu novio ", susurró la voz. Ella se liberó, girando para ver a su atacante. Cayó hacia atrás sorprendida, sobre el suelo del Halcón Milenario. El zabrak que tenía delante vestía todo de negro y tenía tatuajes grabados en la cara. Ella usó la Fuerza para golpearlo contra la pared. Pero cuando bajó las manos, el hombre tirado en el suelo vestía un traje de soldado de asalto. Se quitó el casco para revelar el rostro de Finn. Se puso de pie y notó el vacío del Halcón.

— Ben, ¿dónde estás ?—ella lloró.

Giró en su búsqueda desesperada, el Halcón se desvaneció en un largo corredor en un destructor. Kylo se paró frente a ella. Sin embargo, no se parecía mucho a Kylo. No vestía su ropa oscura habitual y sus ojos eran... diferentes. Más brillante. Llenos de irá pero temerosos.

"Mátalo", susurró una voz extraña. Dio un paso adelante con su sable de luz para obedecer la voz. Ella se adelantó, al igual que Kylo. Pero en lugar de una espada, encontró el suave toque de los labios de Kylo. Sus ojos se abrieron cuando él jadeó, y notó que los vasos sanguíneos en su rostro se oscurecían, se volvían negros.

Ella lo empujó y cayó de espaldas, el destructor se desvaneció cuando comenzó a llover. Kylo se había dado la vuelta, ahora de pie al borde de un acantilado, mirando algo que ella no podía ver.

—Deberías irte — dijo. Ella se puso de pie, dando un paso hacia él en su lugar. Giró ligeramente, la lluvia goteaba por su perfil mientras una ráfaga de viento soplaba, moviendo su cabello húmedo alrededor de su rostro —. Las cosas mejorarán ahora, ya verás.

Ella lo alcanzó, y sus dedos se tocaron, pero el suelo se cayó debajo de ella.

Cayó a través de una gran caverna y se derrumbó en la nieve en el fondo. Una presión abrumadora en su pecho la dejó sin aliento. Luchó contra la presión hasta que pudo ponerse de pie. Se encontró en la nieve, el viento azotando los copos de nieve que caían a su alrededor. Los Caballeros Enmascarados estaban de pie frente a ella, sus sables de luz rojos crepitaban en la oscuridad. Un caballero dio un paso adelante. Él le ofreció su mano y ella vacilante lo alcanzó, abriendo su mano para liberar dos gemas negras en su palma. Cayeron entre sus dedos y desaparecieron.

El sonido inconfundible del sable de luz de Kylo siseó detrás de ella. En la oscuridad, vio a Finn, Rose y Chewbacca con blásters apuntando en su dirección. Dispararon, pero los rayos se congelaron en el aire.

—¡Ben!— ella gritó. Al darse la vuelta, encontró a Kylo de pie con su sable de luz encendido a su lado, iluminado por un resplandor naranja debajo de la pasarela sobre la que estaba parado. Sus ojos eran negros y ardían con la oscuridad. Dio un paso amenazador hacia ella, y ella bajó la mirada hacia un sable de luz desconocido en su palma.

Cuando levantó la vista, se dio cuenta de que estaba de vuelta a bordo del Halcón Milenario, mirando un cuerpo cubierto por una manta gris claro. Su manta. Los bordes de la manta estaban metidos con reverencia, sabía que era alguien importante para ella. Podía oír su propia respiración aprensiva.

—Vuelve —, susurró ella. Se acercó lentamente al cuerpo. Alcanzó la manta, para revelar el rostro escondido debajo. Hizo una pausa cuando notó que la chaqueta de Finn estaba doblada junto al cuerpo. Jadeando por aire, cayó hacia adelante y colapsó en el suelo frente a ella.

Sus pulmones aspiraron la tierra y tosió, levantándose del suelo. Se dio cuenta de que estaba de vuelta en la jungla en Barkhesh, y él se había ido, la Fuerza rasgó su presencia por toda la galaxia. Su palma ardía donde lo había tocado. Un escalofrío le recorrió la espalda mientras jadeaba para recuperar el aliento.

¿Que había sido todo eso?