ғᴏʀᴄᴇ ᴅᴇsᴛɪɴʏ

Capítulo 171: De vuelta al Halcón

 La nave se estremeció a su alrededor mientras Finn entrelazaba sus dedos con Rose. En su otra mano, sostenía la pesada y vibrante empuñadura del sable de luz de Ben, su tono rojo iluminaba su camino hacia la libertad. Lo había visto de cerca antes, por supuesto, pero nunca lo apreció por lo que era. Era salvaje y volátil, difícil de manejar e inestable incluso en comparación con el sable de luz de Rey, pero un arma magnífica por derecho propio. Finn respetaba su poder, la facilidad con la que había atravesado el clon ... Snoke... Sidious... Quienquiera que fuera. El hombre no era más que una estatua macabra mientras los otros soldados de asalto empujaban la losa flotante a su barco. El arma en la mano de Finn debería haberlo hecho sentir seguro, pero no pudo escapar de un creciente temor en la boca del estómago. El Halcón Milenario estaba a la vista, pero la euforia y el alivio que esperaba sentir parecían disiparse con cada paso.

Rose le había preguntado algo, pero él no se había dado cuenta de que había estado tan absorto por sus pensamientos hasta que se volvió hacia él expectante. Su sonrisa vaciló mientras estudiaba su rostro, pero él no le habría ocultado sus temores, incluso si pudiera.

—Rey estará bien—, dijo—. Viste cómo se veía Ben en ese skyway; tenemos tiempo.

Debería haber aliviado sus temores, porque ella tenía razón. Pero ese sentimiento incómodo dentro de él no sería silenciado.

—Rose...

No podía expresar con palabras la extraña ansiedad que sentía, así que se centró en lo que podía.

—¿Crees que alguien puede sentir la Fuerza?

Ella se encogió de hombros.

—Rey dice que está dentro de todos y de todo, así que supongo que hasta cierto punto. ¿Por qué?

Finn miró el arma crepitante en su mano. Lo había visto cortar a un hombre en Tuanul. Fue el arma que casi entregó su destino en Starkiller, quemándose el hombro y casi cortándole la columna vertebral. Lo había visto cortar a través de la aparición de Luke Skywalker. Rey se había interpuesto entre él y el bláster de Finn en su habitación del templo. Había iluminado la oscuridad de una cueva en Ilum. Rey lo había usado para masacrar a un ejército. Cortó las carpetas de Finn en una celda de prisión en el Finalizer. En la mano de Finn, cortó a su mayor adversario. Este símbolo del camino que sus vidas habían tomado a través de la guerra vibraba inestablemente en sus manos, y temía que este no fuera el final de su historia. ¿Qué pasaría si la inquietud que sentía se forjara con este sable de luz? Había sentido la extraña pesadez en la caverna de cristal. ¿Y si supiera el papel que desempeñará a continuación? ¿O el papel que haría?

¿Y si no fuera el sable de luz? ¿Qué pasaría si hubiera algo en la Fuerza que no pudiera percibir, algo que no sería capaz de evitar, un destino justo más allá del horizonte que fuera tan consecuente como el extraño sentimiento que se agitaba dentro de él?

—Ben me dijo que sabría cuándo matar a Sidious, debido a la Fuerza dentro de mí—, dijo suavemente, —y lo hice.

Rose lo estudió más de cerca, sus palabras cuidadosas.

—Bueno, entonces lo hiciste.

—¿Crees que podemos sentir a otras personas en la Fuerza, como ellos pueden?—, Preguntó mientras sus ojos volvían al sable de luz en su mano.

—A veces, cuando Rey estaba molesta, casi podía sentirlo, como si sus emociones estuvieran afectando las mías. Me sentiría triste cuando no lo hubiera hecho antes o algo así— Rose agarró su mano libre en apoyo, enraizándolo con la tensión relajante de su mano—. ¿Por qué?

—Siento ... No puedo explicarlo, pero creo que algo malo va a suceder—, dijo, negándose a mirarla— O tal vez algo ya lo hizo.

Rose se detuvo, arrastrando su enfoque hacia ella sacudiendo su mano. Se volvió y miró profundamente a sus ojos tranquilizadores.