ғᴏʀᴄᴇ ᴅᴇsᴛɪɴʏ

Capitulo 49: Complicaciones

 

Rey hojeó las páginas del texto de Luke mientras avanzaba por el pasillo. Los pensamientos en su cabeza eran ruidosos y contradictorios y, desafortunadamente, las palabras en la página no eran una distracción adecuada. Pasando horas en el bosque después de que se cerró la conexión, no podía concentrarse en nada más que en lo que Kylo había hecho. Él había estado enojado antes, pero nunca la había lastimado así. Si había estado intentando romper el vínculo, no había tenido éxito. Todavía podía sentir su energía, su  agitación ; el vínculo seguía intacto.

Solo levantó la vista del texto cuando escuchó el eco de las botas en el pasillo. Finn tenía una mochila colgada del hombro y un desintegrador en la cadera. Después de su inquietante visión, ver a su amigo con vida siempre fue un alivio, pero la idea de que su vida todavía estaba en peligro la aterrorizaba. Necesitaban hablar después de su enfrentamiento en el bosque,  ella  necesitaba decirle la verdad. Rey le sonrió cuando se acercó, pero se desvaneció cuando miró más allá de ella, a su alrededor, en cualquier lugar menos en sus ojos. A medida que se acercaba, su estómago se hundió con anticipación. Ella bloqueó su camino a propósito, obligándolo a mirarla.

—¿Qué, Rey?— él suspiró. Su cuerpo estaba apartado de ella, preparado para un escape rápido. Sabía que la tensión entre ellos era tan tóxica para él como para ella. Pero no vio debilidad en sus rasgos endurecidos, algo que no estaba acostumbrada a observar en su mejor amiga—. Bueno, ¿ya lo mataste?

Rey debería haberlo esperado después de su ultimátum en el bosque, pero nada pudo suavizar el golpe de su mejor amigo pidiéndole que matara a su compañero de vínculo. No podía explicarle ese dolor. Para la Resistencia, no tenía motivos para confiar en Kylo y todos los motivos para matarlo. Pero no pudo. No importaba cuán profundamente la decepcionara al elegir  comandar  la Primera Orden, ella no podía hacerlo. Era algo más que debilidad; tampoco podía permitir que sus amigos lo hicieran. Aunque era aterrador admitirlo, incluso después de lo que había hecho, su vínculo con Kylo significaba algo para ella.

«Por favor, no hagas esto. Por favor, no me hagas elegir. »

Ella negó con la cabeza abatida.

—No pero yo...

—Entonces he dicho mi parte, y no hay nada más que decir—, respondió Finn secamente. Sus ojos eran inflexibles, y vio poco del hombre que era lo más parecido a una familia que tenía. Intentó pasar a su alrededor, pero el lo bloqueó de nuevo.

—¿Adónde vas?— Su tono era lastimero, temblando de desesperación. Sentía que lo estaba perdiendo, y todo era culpa suya porque se negaba a elegir. Le dolía el corazón por la familiaridad de ser abandonada por alguien a quien amaba. No podía soportar que se fuera, especialmente cuando estaba enojado con ella.

—Nos vamos fuera del mundo—, respondió rápidamente—. Necesitamos reunirnos con... nuestros aliados, Rey. Leia cree que si acudimos a ellos en persona, podrían ayudarnos con las naves. Estamos atrapados en un planeta con pocos suministros, sin combatientes y apenas suficiente gente para llamar a esto una Resistencia. No tenemos ninguna posibilidad contra la Primera Orden sin ellos.

—Estás tomando el  Halcón

Era una observación, no una pregunta. Sabía que el carguero ligero no era suyo, pero había comenzado a sentir posesividad hacia el viejo. Había sido de Han, fue su última conexión con Luke, y eventualmente también con Leia. Se había imaginado a sí misma y a Chewbacca trayendo a Kylo a casa algún día. Incluso si la Resistencia nunca pudiera confiar en él, incluso si lo  odiaban  , tenía que creer que nunca permitirían que el hijo de Leia muriera. Eso significaba que solo tenía dos días más para convencerlo de que volviera a casa. Y Rey no estaba tan delirando esta vez como para creer que sería fácil. ¿Y si necesitaba volver a él? Así era como se imaginaba llevándolo a casa. Necesitaba el  Halcón.