Imperio caído, amor destruido [YoonTae +18] {Omegaverse}

Capítulo VI

Todo el reino estaba en shock, su rey había muerto y, con eso, el trono pasó directamente a manos de Agust, este se encargó de informar a todo el pueblo la muerte de su padre y también se encargó de decir que YoonGi lo había asesinado junto con TaeHyung, mentira que no muchos creyeron.

Los guardias sujetaban con fuerza a ambos jóvenes, Agust los miraba con desprecio.

-Seré compasivo contigo, mi hermano, te daré a elegir lo que sucederá contigo, el exilio o la muerte- YoonGi sonrió de lado al escuchar aquello, la pareja sabía bien la respuesta.

-Elijo el exilio- fue su respuesta, lo que no sabía era que su hermano no lo dejaría ir así como así y ser feliz.

-De acuerdo, guardias, llévenlo hasta las afueras del pueblo- ordenó a lo que los guardias lo comenzaron a jalar hacia la entrada del palacio, sin embargo, al YoonGi ver que no movían a Tae comenzó a resistirse.

-¿Por qué no traen a Tae conmigo?- cuestionó con seriedad, los guardias que lo intentaban llevar se detuvieron.

-Él se quedará como prisionero por ser tu cómplice y asesinar a nuestro padre- fue la fría respuesta de Agust.

-¡¿Qué?! ¡Estás loco!- YoonGi gritó.

-¡Lárgate de una vez, escoria!- exclamó el hermano mayor, los ojos de YoonGi estaban llenos de lágrimas.

-¡No me iré sin TaeHyung! Es mejor que tus guardias lo suelten y lo dejen ir conmigo, sino...- Agust lo interrumpió

-¿Sino qué? Estás exiliado, tus órdenes ya no cuentan aquí, así que lárgate de una vez por todas antes de que me arrepientan y les corte la cabeza a ambos- respondió mientras contemplaba cómo sufrían ambos jóvenes.

-Agust, por favor, déjame ir con él- el menor suplicó entre sollozos.

-¡Cierra la boca, omega pobre! Tú no tienes derecho de hablar- respondió, esas palabras le atravesaron como flechas a ambos jóvenes.

-¡No le hables así! ¡Deja de ser miserable por unos momentos y déjanos ir!- YoonGi ordenó con notable furia.

-Hermanito, si sigues insistiendo tendré que asesinar a tu perra justo aquí...- hizo una pausa y sonrió, estaba disfrutando tanto la desesperación de los dos amados-... ¡Llévenselos!- ordenó.

-¡YoonGi! ¡No me dejes!- gritó mientras los guardias lo arrastraban.

-¡TaeHyung! ¡Suéltenlo ahora! ¡No le hagan daño!- sollozaba e intentaba liberarse del agarre de los guardias.

-¡Te amo, YoonGi, te amo tanto!- fue lo último que el menor pudo decir antes de ser llevado por una puerta que conducía a los calabozos.

-¡Te amo, Tae!- YoonGi gritó con la esperanza de ser escuchado, estaba destrozado, había sido su amigo por tantos años, prácticamente desde toda la vida, ahora se convertiría en algo más que eso, en su compañero para toda la vida, sin embargo, esos planes se vieron frustrados gracias a la poca empatía de Agust.

Park JiMin, el prometido de Agust, observaba todo a un lado del antes mencionado, tenía lágrimas acumuladas, no creyó que Agust fuera tan horrible con su hermano, sintió una enorme tristeza por ambos jóvenes, se estaba dando cuenta del monstruo con el que se casaría.

-¡Llévense a Min YoonGi lejos de Silla! Si pones un pie aquí te cortaré la cabeza frente a TaeHyung- su mirada reflejaba odio, demasiado odio.

Los guardias no tuvieron más opción que cumplir con las órdenes de su nuevo rey, sacaron a YoonGi del palacio y lo llevaron hasta las afueras del pueblo, todos estaban tristes por la muerte del rey y por el exilio del menor de los Min, sin embargo, debían cumplir con su deber.