Imperio caído, amor destruido [YoonTae +18] {Omegaverse}

Capítulo LXXXVII

Los reyes salieron lo más rápido que pudieron de su habitación tomados de las manos, se vistieron tan rápido que inclusive sus cabellos estaban despeinados y sueltos.

Después de que Agust regresó de Roma enviaron a un grupo de guardias a buscar a su hija y, sorprendentemente, la encontraron. Era una total sorpresa para JiMin el cual sabía perfectamente dónde se encontraba su hija e, incluso, llegó a pensar que los guardias de verdad la encontraron y se la quitaron a YoonGi y Tae.

Al llegar a la entrada del palacio se encontraron con el grupo de guardias que habían enviado hacía algunos meses a Roma, uno de ellos llevaba en brazos lo que parecía ser una bola de mantas.

-¿Dónde está mi hija?- Agust cuestionó con notable nerviosismo.

Pronto el guardia que tenía en sus manos "la bola de mantas" se acercó a los reyes y extendió lo que llevaba consigo, rápidamente Agust la tomó, el rostro de la pequeña estaba tan relajado, dormía tranquilamente en ese montón de mantas con el que la cubrían del frío. Era una pequeña de piel blanca, tenía pequeños labios y cejas apenas visibles, su nariz era demasiado parecida a la de Agust al igual que sus pequeños ojos. Su cabello era tan oscuro como el de Agust, de verdad parecía ser su hija cosa que desconcertó a JiMin. Era muy diferente a JungHee, pero muy parecida al rubio. Inmediatamente le quitó las mantas para poder descubrir lo que más temía, la pequeña estaba desnutrida y con notables marcas de violencia, ni siquiera tenía ropa. Inmediatamente Agust la abrazó y se soltó a llorar, unos instantes antes podría haber llorado de felicidad, no obstante, después de ver el maltratado cuerpo de la pequeña no pudo llorar más que de tristeza y rabia.

-Mi señor, esas marcas que están en proceso de sanación estaban totalmente abiertas, cuando la encontramos acababa de ser golpeada brutalmente por esclavos que habitaban el mismo hogar que ella, tenía una hemorragia externa, al llevarla con un curandero del lugar descubrimos que, maravillosamente, no tenía heridas internas, sin embargo, estaba mucho más delgada que ahora, quizás una semana más estando allí y moría de hambre, estaba demasiado débil, tanto que apenas si se despertaba para comer, ahora es un poco más fuerte pero no está recuperada del todo, sería conveniente llevarla con un sanador del reino para que pueda ayudarla a mejorar, ese es el resumen del reporte de su encuentro- informó el guardia principal del caso, era el mismo guardia que se había convertido en muy buen amigo de Agust. Los sollozos por parte del mayor se volvieron más fuertes tras escuchar aquello, se sentía terrible.

-Perdóname, mi niña, lo siento tanto, te prometo que no te dejaré nunca más, nunca te alejaré de mi lado, pequeña- prometió a la vez que sollozaba con fuerza. JiMin no aguantó las lágrimas, se sentía terrible por aquella niña.

-Maldita sea, lo siento, lo siento tanto, has pasado por un infierno, pequeña, pero te prometo que nosotros te haremos la bebé más feliz- Park dijo tras abrazar a su esposo y a la pequeña que ahora sería su hija.

-Te dije que esos malditos la estaban maltratando, JiMin, te lo dije, mi niña ha sufrido tanto con esos idiotas- expresó con coraje.

-Lo siento tanto, mi amor, te pido que me perdones, si hubiese sabido que lo harían jamás se las habría entregado- respondió mientras abrazaba con fuerza a su amado el cual solamente negó con un movimiento de cabeza.

-Acabaron con esos malditos, ¿cierto?- Agust cuestionó a sus guardias.

-Claro que sí, mi señor, los asesinamos al ver qué tan mal la tenían- uno de ellos respondió.

-Gracias, muchas gracias, creí que nunca la tendría conmigo, muchas gracias- Agust dijo con sinceridad, se sentía infinitamente agradecido con ellos los cuales simplemente hicieron una reverencia.- Tendrán dos semanas de descanso, pueden marcharse- indicó a lo que los hombres comenzaron a marcharse.- Entremos, cariño- pidió a su enamorado el cual simplemente asintió y, tomado del brazo del mayor, entraron al palacio.