Capítulo LXI

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HaYan llegó a Baekje en la madrugada, pidió a los guardias que llamaran a su hermano menor, SaeByeok, sabía que, si le daba la noticia primero a su madre o a JiMin, se pondrían muy mal y no podría hablar bien con ellos.

Cuando su hermano menor salió del palacio, inmediatamente corrió hacia su hermana.

-¿Qué sucedió? ¿Por qué traes al caballo de papá? ¿Dónde está él? ¿Dónde está Dara?- el menor cuestionó angustiado.

HaYan bajó de su caballo, caminó hasta su hermano y lo abrazó con fuerza.

-Tú siempre has sido muy fuerte, te lo he dicho en repetidas ocasiones, entonces quiero que sepas que, de ahora en adelante, tenemos que ser mucho más fuertes aún...- el menor la interrumpió:

-¿Por qué me dices eso? ¿Qué está pasando?- cada vez sentía más nervios y miedo por lo que le fuera a decir su hermana, pero no se imaginaban que las cosas fueran tan graves.

-Porque mamá y JiMin oppa nos van a necesitar demasiado en estos próximos días, sabes lo cercano que JiMin era a nuestro padre, lo mucho que lo quería y mamá... Tú sabes cuánto lo amaba...- de nuevo la interrumpió:

-No me digas que... Papá está muerto- el joven soltó, aunque se había hecho a la idea desde que su madre dijo que sentía algo ir mal, no sabía qué sentir en ese momento.

-Sí, Agust lo mató- respondió con tristeza, sin embargo, tuvo que tragarse todo ese dolor y tristeza, pues ahora debía ser fuerte, debía actuar como la heredara al trono que era, por más que le doliera, debía resistir.

-Mierda... Solo... Llamemos a mamá y a JiMin, están demasiado angustiados, necesitamos decirles pronto- HaYan se esperó cualquier reacción, inclusive que fuera violento, pero eso no sucedió, estaba serio, no mostraba ninguna emoción, era como si no sintiera nada. El joven dio media vuelta para entrar al palacio, sin embargo, su hermano mayor y su madre estaban saliendo del lugar de prisa pues desde la ventana habían divisado a HaYan, así que no dudaron en salir por noticias.

-Hija, ¿qué sucedió? ¿Y tu padre?- la mujer cuestión una vez llegó junto a su hija la cual, sin saber qué decir, inmediatamente abrazó a su madre.

-Lo siento tanto, cuando llegamos ya era demasiado tarde, ya no había nada que hacer, me arrepiento tanto de haberlo dejado ir solo- esas palabras tenían la intención de no hacer que les doliera tanto la noticia, pero fue todo lo contrario.

-YanYan, ¿qué estás diciendo?- JiMin no lo podía creer, quería escuchar que su padre estaba bien, que pronto llegaría, pero no era así.

-Está muerto, Agust lo mató- Byeok soltó de la forma más fría posible, ni siquiera lo pensó, no sabía ni cómo sentirse.

-¡No! ¡Maldita sea! ¡No puede ser!- la mujer comenzó a gritar de forma desesperada, Agust le había arrebatado a su compañero de vida, aquel hombre que tanto amaba, ese hombre con el que compartió su juventud y, ahora, su vejéz.

-No es cierto, eso no es cierto, papá está bien, él llegará pronto, me están mintiendo- JiMin decía mientras contenía las lágrimas. Su hermano menor lo tomó del brazo y lo llevó hasta el caballo del rey el cual llevaba el cuerpo decapitado.

-Ahí está, tu estúpido esposo le hizo esto, está muerto por tu culpa- esas palabras le dolieron tanto a JiMin que no pudo contenerse más. Abrazó el cuerpo sin vida de su padre mientras gritaba y se lamentaba, se sentía terrible.

-¡Perdóneme, padre! ¡Lo siento tanto! ¡¿Por qué carajos tuve que mentirte sobre la muerte de mi hijo?! Si no lo hubiera hecho nada de esto estaría sucediendo, lo siento tanto, es mi culpa- repetía mientras se aferraba al cuerpo sin vida de quien fue su padre, la reina también estaba terrible, estaba devastada.

-¿D-dónde está tu hermano?- la mujer cuestionó a su hija, no lo había visto llegar con ella y ahora le angustiaba demasiado.

-Se quedó en Silla, le dije que debíamos venir a darle una digna sepultura a nuestro padre, pero él se aferró a quedarse en Silla para vengarse...- su madre la interrumpió:

-¡¿Cómo lo dejaste solo?! ¡Agust lo pudo matar! ¡Maldita sea! ¡¿Cómo carajos hiciste eso?! ¡Y no solo tú! ¡Todos los guardias también! ¡¿Por qué lo dejaron solo?!- reclamaba entre sollozos, temía tanto por la vida de su hijo.

-¡¿Y qué quería que hiciera entonces?! ¡¿Dejar a papá en ese maldito lugar para ir a morir yo también por culpa de Sandara?! ¡No! ¡Me urgía más venir a darle la maldita noticia para que dejara de angustiarse! ¡¿No puede pensar en eso?!- devolvió el reclamo, en ese lugar había tristeza, furia, odio, culpa, tantos sentimientos negativos que ninguno estaba logrando controlar.

-¡Dejen de discutir!- JiMin ordenó mientras se acercaba a las mujeres- Hay que comenzar a movilizarnos con la sepultura, además, necesitamos dar aviso al rey Jeon, si se desata una guerra debemos prevenirnos, conozco a Agust y no se quedará así como así, es capaz de venir a matarnos a todos, así que comencemos a actuar; madre, ahora usted debe dar las órdenes aquí, así que seamos fuertes y sigamos de pie, Agust lo va a pagar caro...

...

Mientras tanto, en otro reino, el rey pensaba en todo lo malo que había hecho en su vida, se estaba arrepintiendo de todo, de haber sido una mala persona desde pequeño, de dejarse guiar por la forma de ser de su padre, de haber tratado mal a YoonGi, Tae, JiMin, plebeyos, sirvientes, guardias, etc.

-Maldita vida, ¿por qué me lo tienes que cobrar así? ¿Por qué tuviste que quitarme a mi cachorro para hacer que me diera cuenta de todo lo que hacía mal? ¿No pudo ser de otra maldita forma? ¡Mírame! Estoy completamente solo ahora, no tengo esposo, mi padre murió y expulsé a mi hermano de aquí, ¡no tengo a nadie, carajo! Y ahora tampoco a mi hijo- reclamaba a la vida, a la misma que culpaba por su miserable existencia.

Golpeaba con fuerza el suelo mientras gritaba de desesperación, sus nudillos estaban rojos y a punto de sangrar por tantos golpes, pero no paraba.

-¡¿Qué carajos tengo que hacer para recuperar todo lo que perdí?! ¡¿Qué?!- cuestionaba mientras pensaba.

Pronto una idea vino a su mente, dejó de golpear y se concentró en esa idea que le había llegado.

-JiMin y yo no nos divorciamos oficialmente, por lo que sigue siendo mi esposo, ahora que su padre está muerto será difícil que pueda resistirse a mí, entonces debo recuperarlo y, así, engendrar otro cachorro- pensó, en su mente sonaba tan bien ese plan, sin embargo, todo rastro de arrepentimiento o culpa se fue, se desvaneció de un momento a otro por lo que, sin perder el tiempo, tomó su espada y salió de su palacio.

Caminó directo hacia los guardias. Con una sonrisa victoriosa dijo:

-Necesito 50 de ustedes, iremos a Baekje a recuperar lo que me pertenece, recuperaré a mi esposo y me dará otro hijo, aunque sea a la fuerza, lo haremos, traeremos a Park JiMin...

Imperio caído, amor destruido [YoonTae +18] {Omegaverse}Kde žijí příběhy. Začni objevovat