Capítulo LXIV

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La reina, con seriedad y molestia además de rencor, respondió:

-No eres bienvenido a Baekje, lárgate de una vez antes de que le ordene a mis guardias que te maten aquí mismo- la amenaza era clara, sin embargo, Agust los veía bastante débiles, siempre había menospreciado a los omegas y el hecho de que la reina de Baekje fuera una omega y la que tomaría el trono y el control de Baekje ahora que el rey estaba muerto le molestaba un tanto.

-Lo siento, yo solo vengo por lo que es mío, así que quiero que me entregue de una vez a mi esposo...- JiMin lo interrumpió con clara molestia:

-¡Yo no soy tu esposo! ¡Lárgate de una maldita vez, asesino! ¡No te quiero volver a ver, idiota!- no, no era molestia, estaba furioso, quería matarlo con sus propias manos.

Agust se acercó a él con una sonrisa burlona, HaYan y Byeok se colocaron frente a su hermano para protegerlo de Min, pero este solo los miró con desprecio y los apartó, tomó a JiMin por la cintura y, con brusquedad, lo tomó de la barbilla haciendo que el menor lo mirara.

-No seas estúpido, querido, el divorcio nunca se llevó a cabo, aún eres mío, me perteneces- replicó con una voz profunda, lo único que quería era follar a su menor una y otra vez hasta embarazarlo de nuevo.

-¡No te pretenezco! ¡Déjame en paz!- lo intentó apartar, pero Agust solo lo sujetó más fuerte.

-¿Ah no? Esta marca dice lo contrario- apartó el largo cabello de su esposo y dejó a la vista la marca que le había hecho. De inmediato el menor se soltó de su agarre.

-Eso no significa nada, vete de una vez, tú no eres mi dueño, no soy un maldito animal, así que lárgate de aquí- dijo con firmeza, su mirada era amenazante.

-¿Así tan fácil quieres deshacerte de mí? ¿De verdad crees que te dejaré después de haber asesinado a mi hijo? ¡¿Crees que estaré feliz al dejarte ir?! ¡Tú mataste a mi hijo! ¡Me lo debes regresar! ¡Necesitas reparar este vacío que dejó mi hijo! ¡Debes embarazarte de nuevo y darme un hijo...!- Byeok lo interrumpió:

-¡¿De verdad todo este problema es por esa maldita niña?!- reclamó, inmediatamente se ganó la mirada de los presentes.

-¿Niña? ¿Fue una niña?- esas palabras le dolieron aún más, siempre había querido tener una hija, una princesa.

-SaeByeok, basta- la reina ordenó en voz baja.

-¡Sí! ¡Fue una maldita niña! JiMin les mintió a todos, ¡esa niña esta viva!- esa confesión dejó a JiMin helado, su hermano estaba demasiado molesto por el hecho de haber perdido a su padre a manos de Agust.

El rubio miró a su menor, sus ojos brillaban un poco, pero se preguntaba tantas cosas en ese momento.

-M-mi hija... ¿Está viva? ¿Por qué no me dijiste? ¿Por qué mentiste y dijiste que murió? ¡¿Por qué carajos hiciste eso?! ¡Sabes cuánto anhelaba un heredero! ¡¿Por qué lo hiciste?!- reclamaba, su actitud había cambiado completamente, su corazón latía demasiado rápido y las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos.

-¡Yo no quería a esa niña! ¡Yo no quiero hijos! ¡¿Sabes cuán repulsiva me pareció al darla a luz?! ¡¿Sabes cuántos recuerdos asquerosos me vinieron a la mente al verla?! ¡Yo no iba a quedarme con una hija que nunca quise! ¡Eres tan egoísta!- devolvió entre gritos, también se le habían acumulado algunas lágrimas en los ojos.

-¡Tu deber solamente era tener hijos! ¡¿Te es tan complicado entender que necesito un heredero?! ¡¿Sabes cómo me sentí al saber que lo había perdido?! ¡El egoísta eres tú! ¡¿Por qué sólo pensaste en ti?! ¡Yo quería a mi pequeña! ¡Mi plan era que dieras a luz a mi cachorro y después matarte!- esas últimas palabras dejaron a JiMin sin respuesta, se le heló la sangre al pensar en lo que le hubiera sucedido, hubiera muerto sin siquiera saberlo.

Imperio caído, amor destruido [YoonTae +18] {Omegaverse}Where stories live. Discover now