Capítulo XLVI

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Cuando Agust escuchó aquello sus ojos se inundaron de lágrimas, no podían creer lo que estaba escuchando. Sentía un profundo golpe directo a su ego, ¿cómo era posible que eso sucediera?

-N-no, no, JiMin, no...- miró al menor buscando ablandar su corazón, sin embargo, él también tenía lágrimas en los ojos, temía por su vida en ese momento. Se acercó a él y le tomó las manos- Por favor, Minnie, no hagas esto- suplicó, rápidamente HaYan quitó las manos del pálido, no toleraba ver que tocara a su hermano.

-¡No seas hipócrita!- JiMin soltó mientras algunas lágrimas rodeaban por sus mejillas- ¡¿Pará qué carajos quieres que me quede contigo?! ¡Ni siquiera sientes algo por mí!! ¿Para qué me quieres?! ¡¿Para hacerme la vida más miserable?! ¡Deja de mentir! Ellos lo saben todo, así que no te sirve de nada fingir- pero mientras decía eso, las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas del rey Agust.

-Perdóname, por favor, perdóname por todo- pidió entre sollozos, los presentes se quedaron sorprendidos, nunca lo habían visto así, a quien le sorprendió más fue a JiMin, pues su mayor estaba tan vulnerable, jamás se imaginó verlo así.

-No, Agust, no perdonaré todos los maltratos que me diste, por fin me voy a librar de tus golpes, de tus humillaciones, ¡de ti!- no daría vuelta atrás, mucho menos porque ahora tenía el apoyo de su padre y su familia.

El pálido hizo a un lado a los hermanos Park para poder abrazar a su esposo y decir:

-Por favor, MiMi, no me dejes, no lo hagas, pronto tendremos una hermosa familia, no dejes a nuestro hijo sin su padre- suplicó.

-¡Suéltame!- JiMin ordenó, ahí sus hermanos comenzaron a jalar a uno y a otro para poder separarlos.

-¡Suéltalo, desgraciado!- Sandara ordenó con furia, sólo quería golpear a su mayor hasta dejarlo inconsciente o matarlo.

-¡Por favor, JiMin! ¡Dame una oportunidad más!- suplicó mientras se aferraba más a su menor.

-¡Me estás lastimando!- JiMin estaba comenzando a asustarse, sentía que Agust podría destrozar sus huesos en cualquier momento.

-¡Que lo sueltes, hijo de puta!- Byeok también estaba angustiado por su hermano.

-¡Ya fue suficiente! ¡Déjalo en paz, Agust!- el rey Park ordenó mientras intentaba soltar al otro rey.

-¡No me hagas esto, JiMin! ¡Te lo ruego!- se escuchaba desesperado, no dejaría ir a JiMin tan fácil.

-¡Suéltame! ¡Me está doliendo el vientre! ¡Me duele mucho!- y con eso todos se apartaron del mayor de los hermanos Park el cual inmediatamente se dejó caer por el dolor que sentía. La fría nieve amortiguó la caída, pero hizo que el dolor se extendiera aún más.

-¡Un sanador! ¡Necesitamos un sanador!- la reina exclamó al ponerse a la altura de su hijo el cual gritaba desesperado.

-¡Llevémoslo rápido!- el rey Park dijo mientras tomaba en brazos a su hijo. Agust estaba en shock, lo que más quería en el mundo era un heredero y, por su culpa, podría suceder lo peor.

-Si algo le pasa a ese niño todo va a ser tu culpa...

...

La pareja disfrutaba del agradable calor del suelo que el ondol les daba, el sonido del viento golpeando las ventanas era lo único que se escuchaba. Era uno de esos días en los que YoonGi descansaba y dedicaba su tiempo entero a su amado.

De un momento a otro, Tae se incorporó y miró al mayor con atención, este también se incorporó y prestó atención a su enamorado.

-¿Qué sucede, cariño? ¿Te sientes bien?- cuestionó angustiado, el menor tomó una las manos de su contrario y la llevó hasta su vientre, la sujetaba con firmeza mientras ambos se quedaban quietos y en silencio. Pronto el mayor sintió un ligero golpe en la palma de su mano, sus ojos se iluminaron y una sonrisa se extendió por su rostro.

Imperio caído, amor destruido [YoonTae +18] {Omegaverse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora