Imperio caído, amor destruido [YoonTae +18] {Omegaverse}

Capítulo XXVIII

El menor llegó a su palacio acompañado de HoSeok el cual lo llevaba del brazo con una radiante sonrisa, Jeon llevaba en sus manos unas cuantas flores que había recogido junto con su acompañante en el camino.

-Creo que te dejaré aquí, seguramente tu padre va a matarme si me ve cerca de ti- el mayor informó con una sonrisa mientas soltaba el brazo de Jeon.

-De acuerdo, hyung, entonces nos vemos mañana- el menor se despidió y, justo cuando se iba a dar la media vuelta para entrar al palacio, su contrario le tomó la mano e hizo que de nuevo se volviera a mirarlo, HoSeok lo atrajo hasta él y le dio un beso en la mejilla a lo que JungKook se quedó pasmado mientras su rostro se tornaba de un color rojo.

-Nos vemos mañana- Jung susurró al oído del menor el cual se estremeció al escuchar aquello y sentir el aliento de su mayor, solamente asintió a lo que HoSeok se hizo a un lado, le sonrió y comenzó a caminar de regreso a su hogar.

Los guardias tenían una sonrisa discreta, les gustaba ver feliz a su príncipe, sin embargo, debían tener cuidado con que el rey se llegara a enterar.

JungKook dio media vuelta una vez volvió a la realidad, al ver que su mayor se había ido no aguantó el soltar un grito emocionado y dar pequeños saltitos.

-Lo voy a conquistar muy pronto, me aseguraré de hacerlo...

...

Los padres de JiMin llegaron al palacio de Silla, el padre del menor se había percatado de lo vacío que se veía el pueblo, estaba extrañado, sin embargo, decidió callar. Su esposa, madre de JiMin, ni siquiera le tomó importancia a lo que sucedía a su alrededor, solo quería regresar a su palacio.

Fueron recibidos por los guardias los cuales los llevaron hasta el trono de los reyes donde Agust y JiMin los esperaban, JiMin sólo quería ver a su padre, tenía tanto tiempo que no lo veía, a quien no quería ver ni en pintura era a su madre, aquella mujer que lo maltrató desde siempre.

-¡Padre!- el menor exclamó con una gran sonrisa mientras se ponía de pie de su trono y caminaba hasta donde su padre se encontraba. Al hombre se le iluminó el rostro al ver a su hijo.

-¡JiMin! Hijo mío, ¿cómo has estado?- cuestionó mientras lo abrazaba, podía notarse cuánto se habían extrañado.

-He estado bien...- hizo una pausa, pudo notarse su mentira, quería encontrar una manera para reparar eso, no quería que Agust se pusiera violento-... ¿Usted cómo ya estado?- devolvió la pregunta.

-Muy bien, hijo, te he echado tanto de menos- tras decir aquello se separó de su hijo y lo miró de pies a cabeza.- ¿Qué es esa noticia que nos querían dar?- cuestionó con curiosidad a lo que la sonrisa de JiMin inmediatamente se borró, su madre pudo notarlo y ahí entendió las cosas.

-Señores, antes que nada sean bienvenidos, me da mucho gusto verlos de nuevo- Agust sonrió para después acercarse a ellos y rodear con su brazo la cintura de JiMin el cual intentó apartarse, sin embargo, el agarre de Agust se volvió más fuerte para impedir precisamente que se alejara de él.

-Buena tarde, Agust, qué alegría verte de nuevo- el hombre respondió también con una sonrisa.

-Buena tarde- la madre del menor se limitó a responder mientras miraba con desprecio a Agust.

-¿Gustan primero la noticia o quieren ir a comer? 15 horas de viaje es bastante- el rubio cuestionó "amablemente" a lo que el rey Park solamente soltó:

-Primero quisiéramos la noticia, para eso viajamos tanto- se sentía ansioso a lo que Agust soltó una risa y respondió:

-Así me gusta, bueno, como usted sabrá, mi plan desde hace algún tiempo era tener descendientes y queremos informarle que...- hizo una pausa para descubrir el vientre abultado del menor el cual, incómodo, apartó la mirada-... Pronto serán abuelos- tenía una gran sonrisa, se sentía orgulloso de aquello. Inmediatamente los ojos del hombre se llenaron de lágrimas, abrazó a su hijo y dijo: