Capítulo LXIX

123 21 13
                                    

Los novios e invitados disfrutaban de los maravillosos y exquisitos alimentos que los sirvientes de aquel palacio habían hecho para la ceremonia, además, la música tradicional hacía que tuviera un toque más disfrutable.

En el lugar había risas, amor y felicidad, cosas que llenaban de felicidad a Tae y YoonGi. Por un rato se olvidaron completamente de las clases sociales que los hacían diferentes, convivieron todos con todos, inclusive bromeaban entre los reyes y los sirvientes, seguramente si el rey Park viviera todo sería diferente, seguramente ni siquiera hubiera asistido.

-Brindemos por los recién casados, el nuevo príncipe y los tres pequeños príncipes- el rey Jeon propuso mientras levantaba su copa, una sonrisa se extendió por los rostros de la pareja mientras levantaban sus copas al igual que todos los presentes.

-¡Por los recién casados y los príncipes!- se escuchó por todo el salón para después todos beber del alcohol que se encontraba en sus copas.

-Honestamente nunca imaginé tener el título de "príncipe", siempre creí que te casarías con alguien más y que yo también haría mi vida con otra persona, inclusive me estaba resignando a ello- Tae explicó con sinceridad a lo que Min le acarició el rostro.

-Tú te diste cuenta de lo que sentía por ti desde hace tanto tiempo, no te hubiera dejado tan fácil, seguramente mi matrimonio no hubiera funcionado, inclusive yo hubiera sido capaz de huir lejos contigo para no casarme con alguien a quien no amaba, porque mi corazón pertenece a ti desde hace demasiados años, porque mi razón para seguir adelante has sido tú desde que te conocí, porque sin ti no soy nada, pregúntale a HoSeok cómo estuve todo ese mes sin ti, él sabe perfectamente todo lo que sufrí por ti, mi vida no es la misma si no estás tú porque te necesito, y te necesito porque te amo- expresó a lo que se escuchó un "Awww" en todo el salón, esas palabras hicieron que al menor se le escaparan algunas lágrimas, enseguida YoonGi lo abrazó con fuerza.

-¿Por qué no eres así de romántico conmigo?- la reina Jeon cuestionó a su esposo después de darle un ligero golpe en el brazo.

-Porque tú y yo ya llevamos más de 20 años casados, deja que ellos cumplan este tiempo y tampoco se van a aguantar- bromeó.

-Te amo tanto, YoonGi- Tae soltó mientras se aferraba al cuerpo de su amado, las lágrimas no paraban- Soy el hombre más afortunado porque te tengo a mi lado...- el mayor lo interrumpió:

-No, yo soy el más afortunado, eres el hombre perfecto para mí, el hombre que siempre quise a mi lado, quien me complementa a la perfección- sus palabras eran sinceras y llenas de amor, nadie podía ver una relación más perfecta y hermosa que la de ellos, los recién casados...

...

En algún punto de Roma un joven rey buscaba con desesperación a su pequeña hija, ya había pasado un mes desde que había llegado a aquel extraño y desconocido lugar, un mes en el que había estado buscando a su hija y no encontraba respuestas, sin embargo, se estaba haciendo más cercano a su guardia pues era con el único que podía conversar y pasar el tiempo, aún era un poco reservado en algunas cosas, pero tampoco podía guardarse todo para sí mismo, ya lo había hecho durante bastante tiempo, era hora de hacer un amigo.

-Mi señor, ya he preparado los alimentos- el menor informó mientras llegaba a un lado del rey el cual, mientras observaba por la ventana, fumaba.

-Gracias, enseguida voy- respondió para seguir en lo que estaba. El guardia no se marchó de ahí, se acercó a su rey y cuestionó:

-¿Se encuentra bien?- siempre le dijeron que su deber era proteger a su rey de cualquier cosa, inclusive de sí mismo, así que debía saber todo lo que rey sentía pues era parte de su trabajo.

-Sabes que no, no puedo estar bien, no puedo estar tranquilo hasta que encuentre a mi hija, cada día que pasa siento que tengo menos probabilidades de encontrarla con vida o sana y salva- expresó mientras miraba a su menor el cual reflejaba angustia en su rostro.

-Mi señor, debemos confiar en que estará bien, no se angustie más, pronto la encontraremos- intentó darle aliento, sin embargo, esas palabras empeoraron las cosas.

Agust se puso de pie de inmediato y arrojó lejos su pipa, sujetó con fuerza las ropas a su menor y gritó:

-¡¿Cómo carajos puedo no angustiarme si mi hija no está conmigo?! ¡No sé qué carajos esté pasándole! ¡No sé si está bien, no sé si está mal! ¡No sé si siquiera sigue viva! Mi pequeña está allá afuera con alguien más que no soy yo, ¡¿sabes cuántas aberraciones pueden hacerle?! ¡¿Sabes cuánto daño pueden estarle causando?! ¡Llevamos un maldito mes buscando y no hay señales de ella! ¡¿Sabes cómo me hace sentir eso?! ¡¿Acaso eres imbecil?! ¡¿Tú cómo carajos te sentirías si estuvieras en mi maldito lugar?!- en sus palabras podía sentirse la desesperación que tenía, en sus ojos se reflejaba lo mal que la estaba pasando, y en sus lágrimas se notaba la gran falta que su pequeña le hacía. Pronto se alejó del guardia, se había dado cuenta de sus palabras demasiado tarde, no podía controlarse- Lo siento, lo siento tanto, no quise decir todo eso, de verdad discúlpame- pidió mientras secaba a lagunas lágrimas que se le habían escapado y daba la espalda al guardia.

El menor en vez de darle su espacio a su rey se atrevió a tomarlo del brazo haciendo que el mayor se girara para mirarlo, acto seguido lo abrazó con fuerza. Agust estaba sorprendido, se esperó cualquier reacción menos esa.

-Disculpe mi atrevimiento, pero creo que es lo que necesita en estos momentos- el joven se apresuró a decir. El cuerpo tenso del rubio comenzó a relajarse de a poco mientras se desmoronaba, sentía que le estaba quitando un gran peso de encima, hacía demasiado tiempo que no recibía un abrazo sincero por parte de alguien.- Sé que es difícil y tedioso estar de aquí para allá todo el día y todos los días buscando a la princesa, no puedo entender su sentir, pero sé que esa pequeña significa demasiado para usted así que la buscaremos en los lugares que sea necesario para encontrarla, no se preocupe por ello- Agust no soportó más y comenzó a sollozar con fuerza mientras se aferra al cuerpo de su guardia, su protector.

-¿Por qué tuvo que pasar esto? JiMin sabía cuánto esperaba a mi hija, cuánto la deseaba, se me hace tan injusto lo que hizo, solo quiero acabar con todo esto, tenerla en mis brazos e irme a Silla- decía con tanto dolor.

-Le prometo que la encontraremos pronto, después de comer iremos a buscarla casa por casa, no sé cuánto tiempo tomará, pero la encontraremos- esa promesa significó tanto para el mayor que una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

-Gracias, de verdad muchas gracias, amigo mío...

Imperio caído, amor destruido [YoonTae +18] {Omegaverse}Where stories live. Discover now