5. Detente

756 75 3
                                    


Te lo suplico,detente por favor .... Basta no lo hagas....¿por qué?, ¿ por qué debo sufrir?, te lo suplico detente .....

Pip .... Pip .... Pip

—¡Maldita sea! – grite furioso con el corazón al mil
Me quedé en cama unos minutos más hasta que mi corazón se calmara por completo.
Me levanté de mala gana, cada vez que volvía a tener estas sueños solo hacía que me diera un mal humor todo el día. Lo único que deseaba era no recordar más mi pasado, pero por lo visto la vida aún desea atormentarme ¿hasta cuando?, no lo sé.

Me arreglé para empezar mi turno en el hospital, debía realizar unas cirugías que estaban programadas para hoy, además debía supervisar mis otros pacientes.
Después de estar completamente arreglado salí de mi casa, me subí al auto y me fui directo hasta el hospital, compraría un café y un croissant para desayunar, ya que no tenía suficiente apetito.

—Buenos días, podría por favor darme un café cargado y un croissant – le dije a la chica de la cafetería.

—Claro con gusto – dijo con una sonrisa.

— Gracias – dije devolviéndole la sonrisa.

—¿ Estás bien? – escuché a Lucia mi mejor amiga hablar a mis espaldas.

—Hola Lucy, no mucho ¿ y tú? – dije.

—Yo estoy bien, ¿ tus pesadillas han regresado? – lo digo por tu mal humor –dijo mi amiga con voz suave.

—Desgraciadamente si, no entiendo porque ahora.... ya sabes pasaron años – dije pensativo.

—Sabes que cuentas conmigo para todo – dijo ella aferrándose a mi brazo.

—Lo sé, gracias Lucy – dije sonriendo.
— Aquí tiene su café y el croissant – dijo la chica
— Te lo agradezco – dije.
—¿Vamos? – dice Lucia.
—Si, ¿que tienes para hoy? – pregunté.

— Creo que hoy saldré cansada, es día de vacunación den pediatría, además tengo un bebé de once meses con problemas cardiovasculares, me temo que, si no encontramos pronto un donante, no resistirá – sabía que eso la ponía muy triste.

—Lo siento mucho Lucy, espero que ese bebé se recupere – dije.
—También yo, estaré en mi consultorio vacunando a los pequeños, no dudes en llamarme por si pasa algo – dijo.
— De acuerdo, yo debo realizar unas cirugías programadas, así que llámame tú igual – dije despidiéndome

Me estaba cambiando de ropa en la sala de descanso, hasta que escuché mi teléfono sonar. Me quedé observando mi teléfono unos minutos y la ira se apoderó de mi en ese instante, al ver que el imbécil de mi ex me llamaba.
Cancele la llamada y guardé mi teléfono no contestaría su llamada, no quiero saber nada de él nunca más.

—Doctor Bondoni, se solicita en el quirófano dos, doctor Bondoni.... — sonó por los altavoces y me dirigí a los quirófanos corriendo a ver qué pasaba.
—¿Que sucede? – pregunté al llegar.

—La señora Ramírez he tenido convulsiones, la estábamos preparando para su cirugía, hasta que empezó a convulsionar – dice Andrés uno de mi mejores amigos y mejor anestesiólogo que tiene el hospital.

—¿Hace cuánto fue su última convulsión? – pregunté sin acercarme, para no contaminar la sala.

—Hace diez minutos – dijo Andrés.
—Muy bien, parece que debemos apresurar la cirugía, su tumor está haciendo que empeore, iré a llevarme – dije saliendo, para ir a la zona de lavado.

Me concentre en la cirugía, no quería empezar mi día perdiendo un paciente, suficiente había tenido con el mal sueño y la repentina llamada del imbécil de Mauricio.
Después de unas horas logré extirpar todo el tumor y la cirugía fue todo un éxito.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now