Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️

46. Hace mucho.

Camino por el pasillo hasta la cocina, ese trayecto se me hizo eterno. Pero me ha servido para calmarme, al llegar a la cocina, me di cuenta que le había dado permiso para faltar este día a los empleados que cuidan la casa. Tomó mi teléfono pensaba pedir comida para los dos, pero mi mirada se fue directo al refrigerador.

Me acerco a este y miro que había en él, que sirviera para preparar una comida rápida, pero nutritiva. Hace mucho tiempo que no cocinaba, al final decido preparar la comida, en lugar de pedir a domicilio. Al terminar de preparar la cena, lo veo ingresar a la cocina, le digo que se siente y vi que estaba nervioso. Por primera vez él obedece lo que le pido y eso me hace feliz.

Me siento frente a él para comer juntos y lo escucho preguntar por mi abuelo, le informo que él está bien y que despertó, eso lo alegra y parece que también lo calma y lo hace feliz, puesto a que tenía una sonrisa en su rostro. Traté de disimular mi nerviosismo, demostrándole mi frialdad y arrogancia.

— Si acepto tu propuesta, ¿puedo pedir lo que sea? - lo que dijo me sorprende mucho, no me esperaba que dijera eso.

— Por supuesto - le respondo.

— De acuerdo, acepto pero tengo algunas condiciones - dice.

— Oírlo decir que acepta mi propuesta, me hizo muy feliz, quería sonreír por la felicidad que estaba sintiendo, pero no lo hice. Seguí en mi papel de hombre frío y arrogante, le pregunto cuales eran las condiciones que pedía. Pero se me adelanta pidiéndome una explicación de mis razones, antes de que él hable. Decido hablar con la verdad, le explico que el motivo principal es mi abuelo. Le explico que la fortuna que tenemos fue gracias a mi abuelo y qué hay personas que desean llevar a la ruina lo que a él tanto le ha costado construir. También decido contarle la verdad sobre qué quiero llegar a la presidencia de las empresas Osorio y para ello, necesitaba su ayuda como "mi pareja".

Él escucha atentamente cada una de las palabras que salen de mi boca. Una vez que le doy mis razones, lo vuelvo a preguntar cuales eran las condiciones que él tenia. Me sorprende de nuevo, cuando me dice que no tiene ningún interés por el dinero, las joyas y la casa que estaba dispuesto a darle a cambio de su ayuda. Me deja en claro que, para eso él trabajaba y ganaba lo suficiente para conseguir sus propias cosas y eso me hace sentirme orgulloso de él.

Quería decirle muchas cosas, sobre que era un hombre muy interesante, atractivo, inteligente, entre otras cosas, pero me contuve. Le pregunto sus condiciones y eso me vuelve a sorprender. Me dice que sus tres condiciones consisten en que no debía mentirle nunca, que ninguno debe pedir explicaciones al otro y que no habrá reclamos. Eran condiciones que podía cumplir fácilmente, creí que me diría otras cosas, como exclusividad y fidelidad por el otro, pero no lo ha pedido.

Acepto sus condiciones y le digo que también tengo algunas, que me gustaría que cumpliera. Le explico qué quiero que finja tener una relación conmigo frente a mi abuelo y toda mi familia, también le digo que nadie debe enterarse sobre el trato que estábamos haciendo. Le dije que todo quedara por escrito, no habrá sexo ni te amos entre nosotros, aunque deseaba volver a hacerlo mío, no podía ceder ante mi instinto, en cambio le expresó que estoy más que de acuerdo con sus condiciones.

Él acepta mis condiciones sin problema y me dice que hay algo que quiere a cambio, pero me deja en claro que no tiene nada que ver con dinero o algo material. Solo me pide que lo ayude con su ex novio, debía fingir ante él también debía ayudarlo a mantenerlo lejos de él. Lo que me pedía era fácil, aunque algo en mí me dice que todo esto me traerá problemas en el futuro.

Después de acordar todo lo del contrato me ofrezco llevarlo a su casa, ya que su auto no estaba aquí y ya era muy tarde para irse solo. Manejo en silencio pensaba en lo que Joaquín me había pedido para aceptar mi propuesta. No parecía ser un hombre interesado, de lo contrario habría aceptado las cosas de lujo que le ofrecí a cambio de su ayuda. Al llegar en frente de su edificio le dejó en claro que desde mañana empezaríamos la farsa de ser una pareja. Tenía que pensar en las cosas que diremos para que nuestras historias concuerdan. Lo veo bajar del auto para caminar hacia su edificio, decido esperar a que entre para asegurarme de que estaba a salvo en su hogar.

Enciendo el auto para irme a mi casa, estaba a mitad del camino cuando escucho un celular sonar. Me detengo a un lado de la carretera para ver quien era y me doy cuenta que no era a mi a quien llamaban sino a Joaquín. Había dejado su celular en mi auto, iba regresar para devolverle su celular pero insistían en la llamada así que decidí contestar, pero antes de que pudiera decir algo, escacho lo que dicen del otro lado del celular.

—¿Joaquín?, sé que eres tú. Conseguí tu número y la dirección de tu departamento, ¿creíste que escaparías de mí?. . . - suspira — Escucha lamento lo del otro día, me deje llevar por la ira. Vamos precioso, dame otra oportunidad, te prometo que no volveré a gritarte, ni a engañarte y menos a golpearte – ¿Golpearlo? — Joaquín, ¿amor por qué no hablas?, si no hablas iré a tu departamento, sé que tú departamento queda en el quinto piso y el número es el ocho. . . Joaquín contéstame o te juro que tendremos problemas - dice esperando una respuesta.

Escuchar todo lo que ha dicho este imbécil me enfurece, cuelgo la llamada y manejo de vuelta a la casa de Joaquín lo más rápido posible. Por la forma en la cual hablo ese hombre, sabía que no mentía en que iría por él, podía golpearlo de nuevo. Saber qué ese maldito infeliz lo ha golpeado y quien sabe cuantas veces, me hace radiar ira.

" Ha sufrido más de lo que tú te imaginas"

Ahora entiendo lo que quiso decir mi abuelo, sobre qué ha sufrido más de lo que me imaginaba. Sufrió por culpa de ese maldito hombre, enterarme de eso, hace que quiera dejar salir a mis demonios y se apoderen de todo mi control, pero no puedo permitirlo. Al llegar de nuevo al edificio de Joaquín, apagó el auto y salgo rápido de él. Al salir veo al maldito infeliz ese acercarse, entro al edificio rápido voy hasta al ascensor para llegar cuanto antes con Joaquín. El idiota ese soltó la información de cual era su departamento, así que voy directo él, mientras llegaba hasta allí su celular no dejaba de sonar.

Toco la puerta y comienza a darme ansiedad porque abra, cuando por fin lo hace se me olvida por un instante que hacía yo ahí, de pie en la puerta de su departamento al verlo solo en una bata. Cuando reaccione le digo que había olvidado su celular en mi auto y que no dejaba de sonar. Él maldice al ver quien llamaba y se olvida que estoy aquí. Entro a su departamento y miro atentamente, el lugar se veía lleno de vida. Me acerco a él y le digo que ese idiota el sujeto del hospital estaba afuera, él se acerca a la ventana para confirmar lo que le había dicho.

Cuando me confirma que era ese imbécil, decido quitarme la ropa para demostrarle a ese sujeto que Joaquín y yo habíamos tenido relaciones, quería dejarle en claro que Joaquín era mío y no de él. Mientras que me quitaba la ropa, me doy cuenta que Joaquín no ha dejado de verme y eso me excitaba.

—¿Te gusta lo que ves? - le pregunto con una sonrisa lobuna.

— Yo. . . Este. . . No. . . - estaba nervioso sin duda alguna, no pensé que tartamudeara por los nervios, se veía muy tierno. Estaba a punto de seguir refutando sobre quien estaba equivocado, sobre mi hipótesis, de que le gustaba lo que veía, pero fuimos interrumpidos.

Parece que ese imbécil se atrevió a por fin a subir, me acerco a la puerta y la abro. Se queda viendo unos segundos, le pregunto qué quiere, pero él empieza a pedir explicaciones sobre mi presencia. La discusión había comenzado hace rato, escuchaba lo que ellos decían, pero al ver que el maldito ha levantado su mano para golpearlo reaccione. Le dejo en claro que Joaquín es mi prometido y que, si lo lastimaba, se iba arrepentir. Pero el idiota seguía insultándolo así que no pude soportarlo más, y le di un buen golpe en la cara. Fue uno bastante fuerte aunque me estaba conteniendo para no explotar.