Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️

60. Valor.

No tuve el valor de entrar para hacer que dejará de llorar. Solo tuve el valor de sentarme al lado de la puerta y escuchar como lloraba. Mi corazón se partía en mil pedazos al escuchar sus sollozos, me sentía un idiota por haberlo lastimado. Regrese a la sala por la botella de whisky y un vaso, al volver me senté de nuevo al otro lado de la puerta.

No sé por cuánto tiempo me quedé sentado escuchándolo llorar, pero cuando me di cuenta que su llanto se detuvo, decidí sacar valor para entrar a la habitación y verlo. Mi cuerpo se tambaleaba por haber bebido tanto, mientras Joaquín lloraba. Cuando entre, lo vi acostado en la cama, me acerqué a él y acaricié su rostro con mi mano.

— ¿Qué me hiciste Joaquín?, te prometo que no dejaré que nada malo te pase - le susurro al oído. Sigo acariciando su rostro, unos minutos más.

Me levanto me quito mi ropa para acostarme a su lado. Paso uno de mis brazos por de bajo de su cabeza y el otro lo paso por encima de su cintura. Lo atraigo hacia mi cuerpo. Necesitaba sentirlo cerca, necesitaba sentir que estaba seguro, necesitaba alejar el miedo que sentía, necesitaba hacerlo sintiendo su cuerpo cerca del mío. Traté quedarme despierto un rato más, quería verlo dormir y acariciar su cabello  para que se relajara. Cuando siento que mis ojos me pesan, le digo en un susurro. . .

— Te amo Joaquín Bondoni, por favor no me abandones. . . - murmuró y cierro mis ojos, dejándome llevar por el cansancio.

Llevaba mucho tiempo sin poder dormir tan bien. Dormía plácidamente, se sentía genial dormir así, quiero dormir así el resto de mi vida. No sabía qué hora era, pero sentí que Joaquín se movía tratando de huir de mis brazos. Y yo lo acercaba a mi cada vez que trataba de huir, hasta que empieza a pedir que lo suelte.

— No quiero - le respondo cuando me dice que lo suelte.

— Debo ir al baño, por favor. . . Mi vejiga ya no lo resiste - dice - no quería soltarlo, pero tampoco quería que se sintiera humillado por no haberlo dejado ir al baño, así que no tuve más opción que soltarlo para que fuera y hiciera sus necesidades.

Me causa gracia ver cómo corre hasta el baño, sin importarle que lo vea en ropa interior. Debo admitir que se ve jodidamente sexi con esos bóxers. Mientras espero a que Joaquín saliera del baño, intento ponerme de pie y empiezo a sentir que el cuerpo aún me tambalea por lo mucho que había bebido, me dolía mucho la cabeza. Me tuve que sentar en la cama para no caer al suelo.

— ¿Estás bien? - al escucharlo, giro mi cuerpo y lo veo envolverse con una toalla para cubrir su cuerpo, su rostro estaba rojo de la pena.

— Si, estoy bien solo me excedí bebiendo - digo sin dejar de verlo.

— Mmm. . . ¿Por qué. . .?, ¿por qué dormiste aquí? - pregunta  jugando con sus manos nervioso.

— Lo siento, me equivoque de habitación - le digo.

— Ah. . . - dice.

Giro mi rostro para que no se dé cuenta de que le estoy mintiendo. La culpa por lo qué pasó anoche me carcome de nuevo, maldita sea. . . ¿Hasta cuando me voy a sentir así?

— Tengo que irme - dice

— Tenemos que hablar - digo sin tener el valor para verlo a la cara.

—¿Sobre qué? - pregunta.

— El contrato - digo de forma indiferente.

— Ah. . . Eso - su voz suena como si la decepción estuviera en ella.

— Escucha. . . - me levanto para ponerme frente a él - de verdad necesito que firmes el contrato en este momento, yo. . . no pude seguir hablando, debido a su interrupción.

— Necesitas heredar todo - dice y no, no era eso lo que quería decir, quería decirle que tenía que protegerlo, pero dejé que pensará que la herencia era el verdadero motivo.

— Así es - digo y pude ver dolor y enojo en su mirada.

—Bien, hablemos del contrato - dice pasando por mi lado.

— Joaquín. . . - no sabía que decir.

— Está bien, lo entiendo. Ya teníamos un trato, leí el contrato. Todo está claro, tiene los condiciones que yo te pedí, al igual que las tuyas. También vi que se ha corregido el tiempo que durará esa farsa. Solo tengo una duda - dice vistiéndose.

— ¿Cuál? - pregunto.

— Tengo dudas sobre una cláusula. Según el contrato tú eres la parte A y yo la B, en esa cláusula vi que dice que la parte B deberá cumplir con sus obligaciones como pareja de la parte A frente a familiares y personas que estén involucradas, es decir con la familia Osorio, tu familia, - también dice que la parte B deberá estar dispuesta a todo lo que la parte A exija y a cambio, la parte A se hará responsable por la integridad y bienestar de la parte B. Mi duda es, ¿ a qué se refiere con todo? - pregunta.

— Todo, es todo - digo tranquilo.

— Sigo sin entender, sé más específico por favor - dice tratando de evitar ver mi cuerpo.

— Me refiero a todo Joaquín, es decir si necesito que asistas a un evento donde esté mi familia o cualquier persona que sepa sobre la herencia, debes estar ahí. Tienes que actuar como mi novio frente a ellos y actuar como si fueras el hombre más feliz a mi lado. Todo es todo - dije sin querer revelar, que el verdadero motivo de esa cláusula es que necesito que sea mi prometido y luego mi esposo debido a la condición de mi abuelo, pero también porque yo quería tenerlo mucho más tiempo a mi lado.

— ¿Por qué siento que me mientes? - su pregunta hace que mi corazón se detenga por unos segundos.

— No miento - le digo con enojo fingido.

— ¿Estás seguro que no me mientas? - pregunta y me miraba como si tratará de descubrir la verdad.

— No, no lo hago - digo y me cruzo de brazos, para seguir fingiendo estar ofendido y enojado por pensar eso de mí

— Está bien, firmaré el contrato. Pero. . . - dice deteniéndose.

—Pero, ¿qué? - pregunto.

— Pero. . . Si descubro que mientes - dice acercándose a mí - te juro Emilio Osorio que si llegas a mentir, te dejaré sin pelotas y créeme no querrás conocerme furioso - dice señalando mi miembro.

Un frió corre por toda mi columna, algo me dice que no miente. Debo ir con cuidado, no quiero perder mi miembro. . . Trago grueso y no supe que más decirle, sentía que estaría en un gran problema cuando se enterará de la verdad sobre esa cláusula y el contrato. Tengo que hacer todo lo posible, para que acepte ser mi prometido, sin que se de cuenta de mi mentira.