63. Familia Osorio.

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Después de que Lucy se fuera, tomé mi teléfono y marqué al número de mi amigo Nikolas, pero antes de llamarlo, me preparé para escuchar su sermón.

—¡¿Dónde rayos estás?! - me grita apenas contesta la llamada.

— Hola, ¿cómo estás?, yo estoy bien gracias por preguntar digo tratando de hacer que se calme.

—¡Joaquín! - dice entre dientes.

— Lo siento, lo siento. . . Lamento por no haberte llamarte antes, sinceramente con todo lo qué pasó lo olvidé - digo.

— ¿Dónde estás? - pregunta más calmado.

— Saliendo del trabajo - le digo.

— Bien, nos vemos en tu casa y quiero una buena explicación señorito - dice y cuelga la llamada.

— ¡Rayos! - digo. Salgo del hospital y me dirijo al departamento rápido, antes de que Niko me mate por no estar ahí. Al llegar, entro y me llevo un susto de muerte, al verlo sentado en el sofá con tan solo la luz de la lámpara a su lado encendida.

— ¿Pretendes matarme del susto? - le pregunto luego de haber gritado por el susto.

—¿Dónde has estado? - pregunta como todo un padre lo haría al ver que su hijo se ha escabullido de casa.

— Ya te lo dije, en el trabajo - dije dejando a un lado mi maletín para sentarme a su lado.

— No me hagas enojar Joaquín - dice seriamente.

— Está bien, te diré la verdad - le digo.

Empiezo a contarle todo lo que me ha pasado en estos últimos días, después de que nos vimos en el restaurante. Incluso lo que sucedió hoy en mi oficina, el único detalle que no quise contarle, fue que había llorado por Emilio, quería reservarme eso para mí.

— ¿Y quien es esa mujer? - me pregunta.

— No lo sé, se apareció de la nada en el restaurante y de nuevo en mi oficina - le respondo.

— Deberías pedirle a Emilio que te diga la verdad sobre esa mujer - dice.

— Acordamos no dar explicaciones - dije.

— Aún así, tienes el derecho de saber - dice.

— No, no lo tengo - le digo.

— Si lo tienes, desde el momento en que esa mujer entro a tu oficina y te golpeo, solo por eso tienes el derecho de pedir una explicación, ya que te han involucrado entre lo que sucede con ellos dos - lo que me dice me hace pensar.

— Quizás tengas razón - digo.

— La tengo - dice.

— Después de la cena con la familia Osorio, le preguntaré sobre ella y así salir de dudas - dije.

— Está bien - dice.

— Lamento no haberte llamado antes, ¿me perdonas? - digo apoyando mi cabeza en su hombro.

— Te perdono, pero no vuelvas hacerlo. Estuve muy preocupado, cuando vi que no  contestabas mis llamadas, fui a tu trabajo, pero me dijeron que te habías ido, y cuando vine a tu casa no estabas - dice.

— Lo siento, no volveré a hacerlo - dije haciéndole un puchero.

— Está bien, ¿cuándo irás donde tus padres? - me pregunta cambiando de tema.

— El lunes por la mañana sale mi vuelo - le digo.

— ¿A qué hora? - pregunta.

— A las once - dije.

— Bien, yo te llevaré al aeropuerto - me dice.

— De acuerdo, gracias - le sonrió y le doy un beso en la mejilla como agradecimiento.

— Por cierto, ¿ qué has sabido de Mauricio? - dice.

— Ahora que lo mencionas, no sé nada. No volvió a aparecerse en ningún lado, y eso es extraño - dije pensativo

— Si, es extraño. Debes tener precaución - lo que decía Niko era verdad, debía estar precavido.

— Lo haré, lo prometo - digo.

—¿Y qué harás con la familia Osorio? - pregunta.

— No lo sé, seguir cumpliendo con mi parte del trato - respondo.

—¿Y si te enamoras de Emilio? - su pregunta me hace gracia, ya que yo no me voy a enamorar nunca más.

— No lo haré - dije.

— Pero dijiste que te gustaba ese hombre - dice.

— Se lo que dije, pero no me gusta en ese sentido, solo es una atracción lo que siento por él - dije negando el hecho que de verdad me gusta y mucho.

— No lo sé, algo en mí me dice que terminarás en un gran lío y enamorado de ese idiota millonario, como lo llamas - dice Niko y yo no sabía que decir a su comentario una parte de mí quiere darle la razón y otra parte quiere negarlo.

— No lo creo, sabes que me cerré al amor después de lo que viví con Mauricio y mis padres biológicos - le digo.

— ¿ Has vuelto a tener pesadillas? - pregunta con preocupación.

— La verdad no, desde que conocí a Emilio y pasé tiempo con él, no he vuelto a tenerlas - ahora que lo pienso, desde hace unas noches que no las tengo.

— Me alegra eso, creo que el estar con él, te hace bien en algo - dice - debo irme, tengo una cita - dice al ver la hora.

¿Aún sales con tu ligue? - le pregunto.

— No es un ligue - dice.

—¿Ah no? - pregunto.

— No, no lo es. Decidí darle una oportunidad, estamos intentando tener una relación. Estoy feliz con él - dice sonriendo.

— Me alegra saber que lo eres - dije regresándole la sonrisa.

— A mi también, debo irme pequeño. No olvides llamarme más seguido - dice abrazándome.

— Lo haré - dije y me despedí de él.

Me alegra mucho saber que mis amigos son felices junto a las personas que quieren, me pregunto si algún día podré sentir esa felicidad junto a Emilio. Solo pensar en eso, me hace sonreír.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Ya era domingo, hoy era el día de la cena con la familia Osorio y me sentía muy nervioso por asistir a esa cena. Me tardé mucho en elegir qué ponerme, quería verme guapo para cuando viniera Emilio por mí, acordamos que pasaría por mí a las dos de la tarde para llevarme a escoger la ropa y arreglarme antes de ir a la dichosa cena familiar.

Mientras me arreglaba, tenía un sentimiento muy raro en el pecho, era como si estuviera presintiendo que algo malo pasaría hoy, no sé porque sentía eso, solo espero que no sea nada y solo sea cosa mía.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now