Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️

101. El gran dia.

Hoy al fin es el gran día de la boda, ya me había recuperado por completo y me encontraba esperando a la estilista en la suite que me dio Emilio en el hotel Osorio. Ella se encargaría de maquillar a mi madre, a Lucía quien es mi dama de honor y a mí, para mi boda con Emilio.

Los hombres de nuestra ahora nueva familia, están en otras habitaciones del hotel para no romper con la tradición, de que los novios no se vean antes de la boda. Desde el dia anterior nos obligaron a separarnos, sin embargo, durante tres días seguidos hicimos el amor varías veces, pero no de una forma salvaje como nos gusta, sino con un poco más de cuidado ya que Emilio temía lastimarme. La estilista que habíamos contratado, estaba tardando más de lo normal. Me preocupaba que no voy a llegar a tiempo a mi boda por su culpa.

—¿Dónde rayos se ha metido esa mujer? - pregunté histérico.

— Volveré a llamar para saber que ha pasado con ella - dice Lucia.

— Tranquilo cariño, de seguro le ha pasado algo y por eso tarda - dice mi mamá para que me calme.

— Si ese es el caso, al menos debió llamarnos - dije caminando de un lado a otro por los nervios extremos que tenía.

—De segu. . . - mi mamá deja de hablar al escuchar la puerta.

— Hola, lo lamento tanto. El tráfico está horrible - dice la estilista que contrato Emilio para mí.

— Vamos, empecemos. Hoy es el gran día y por nada del mundo me lo voy a perder - dije sentándome frente al espejo.

La chica comienza a sacar todas sus cosas y se pone manos a la obra, tarda el tiempo que normalmente se requiere para maquillar a un novio, pero yo lo sentí eterno. Me sentía muy ansioso, porque hoy es el gran día en el que uniré realmente mi vida con el gran y sexy empresario Emilio Osorio. Decidimos invitar solo a nuestras familias y amigos más cercanos, al igual que uno que otro colega del trabajo, bueno. . . En realidad, los colegas eran míos, ya que Emilio no invitó a nadie del trabajo. Según él, no tienen nada que ver en nuestra boda, ya que no tienen una relación estrecha. Mientras que yo he invitado a unas cuantas enfermeras y doctores, que son con los que más interactuó en mi trabajo.

La chica termina de maquillarme y se pone manos a la obra con mi mamá, pero no tarda mucho con ella, ya que insistió en algo muy sutil para ella. Después siguió con Lucía y tardó un poco más que con mi mamá. Cuando termina de arreglarnos se va, dejándonos solos. Mi mamá y Lucía ya estaban vestidas y se veían hermosas. Mi mamá usaba un traje blanco hecho a medida por petición de Emilio, el cual iba a juego con el traje de mi papá, mientras que Lucía usaba un hermoso vestido con escote corazón de color salmón precioso. Mi mamá y Lucía me ayudaron a ponerme el traje y cuando por fin estoy listo, me volteo hacia ellas y pude ver en sus ojos la felicidad que sientan por mí.

— No lloren o harán que llore con ustedes, y no quiero arruinar mi maquillaje - dije sonriendo.

— Te ves precioso hijo - dice mi mamá resistiendo a las ganas de llorar.

—Eres el novio más hermoso - dice Lucia.

— Gracias - dije.

— Debemos irnos o Emilito te matará si no llegas a tiempo - dice mi mamá.

—¿Emilito? - pregunto sorprendido.

— Si, Emilito, ese hombre es el indicado para ti cariño, puedo ver que de verdad te ama así que desde hoy, él será parte de nuestra familia y por lo tanto será un hijo más - dice mi mamá.

— Está bien, vámonos, ya quiero estar en la iglesia y casarme con el amor de mi vida - dije.

Mi mamá lleva el ramo de flores de Lucía y nuestros teléfonos en su bolso, mientras que Lucía me tomó del brazo y empezamos a caminar. Al llegar a la primera planta del hotel, todos los que pasaban por mi lado murmuraban lo hermoso que era mi traje, no presté atención a sus murmurós, ya que lo único que deseaba era llegar lo más pronto posible al altar y casarme de una vez por todas, bueno. . . Casarme por segunda vez por todas ustedes entienden. . . .

Al llegar a la iglesia, mi papá se acerca a la limosina que Emilio contrato, me ayuda a bajar del auto y me observa con sus ojos vidriosos.

— Te ves hermoso, eres el novio más hermoso que he visto en mi vida - me dice.

— Gracias papá - dije.

—¿Qué hay de mí?, ¿acaso me veía horrible en nuestra boda? - pregunta mi mamá con fingido enojó.

— No te enojes mujer, siempre serás mi novia preferida, te veías espléndida ese día, pero debo admitir que nuestro hijo también lo está - dice mi papá con una sonrisa.

— Más te vale que sea así o me divorciaré de ti - dice mi mamá.

— Dejen sus bromas para después, quiero entrar ya - dije sonriendo.

Mi mamá y Lucía toman sus puestos para dar inicio con la ceremonia, papá me había dicho que Emilio ya estaba en el altar junto con el padrino de bodas, que resultó ser su amigo y gran abogado Roy Royer. Esperábamos que dieran inicio con la música que indica la entrada del novio, para que todos tomen sus asientos. Apenas suena la música, entra primero Lucía y tras ella, voy caminando yo con mi padre, me sostengo de su brazo con firmeza por miedo a cáeme. Veo los ojos de Emilio a medida que me voy acercando y descubro lagrimas en su rostro. Parece que Samuel tuvo razón, ya que estaba llorando, las lágrimas estaban cayendo por su hermoso rostro, pero tenía una hermosa sonrisa, que podía cautivar a cualquiera de los presentes.