17. Aviso.

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Al día siguiente al llegar al hospital tuve que presentarme ante el director en su oficina, ya que al parecer ni Emilio ni el compañero que me había examinado informó mi ausencia en el hospital por el día de ayer.

Toc.... Toc...
— Adelante – escuché detrás de la puerta
— Disculpe director, ¿ me mando a llamar? – pregunté asomándome cautelosamente por la puerta.
— Pase doctor Bondoni, siéntese – dijo sin verme.
— Con permiso – dije entrando en la oficina
—¿ Por qué no asistió el día de ayer a su trabajo? – dijo directo al grano.

—Lo lamento director, colapse por no descansar bien y no pude dar aviso, no volverá a repetirse – dije.
—Muy bien, como es la primera vez que sucede, lo dejaré pasar, tómalo como un aviso. Espero que no se repita de nuevo – dice dejando los papeles que firmaba a un lado para hablarme viéndome a los ojos.
— Si señor – dije sin desviar la mirada
— Puedes retirarte – dijo volviendo a los papeles.
— Gracias señor – dije saliendo de su oficina.

En el pasillo me encontré a Lucía y a Andrés, mis amigos y colegas de trabajo. Me observaban en espera de una explicación. Nunca hasta ahora había tenido que presentarme en la oficina del director del hospital, solo lo había visto cuando había alguna junta directiva con todos los jefes titulares de cada unidad del hospital, así que el hecho de haber sido llamado a su oficina, era extraño para ellos.

—¿ Qué pasó? – preguntó Lucía.
— No es nada – dije queriendo evadir el tema, pero creo que será difícil con este par de amigos que tengo.
— No mientas, nunca te llama a su oficina, ¿ pasó algo malo?– preguntó Andrés.
— No solo me ha dado un aviso – dije.
— ¿ Aviso? – preguntaron al mismo tiempo.

— Si, hace dos noches tuve un colapso por exceso de trabajo, así que ayer no me sentí bien y no pude avisar para faltar sin problemas. Pero como nunca he faltado un solo día de trabajo, lo ha dejado pasar solo como un aviso – dije hablando con la verdad, ya que no tenía caso mentir.

— Entiendo, debes ser más cuidadoso, no te excedes más de la cuenta, este trabajo de por si ya nos consume, por eso debemos cuidar nuestra salud como sea – dijo Lucía.
— Lucía tiene razón, debes cuidarte más Bondoni, al menos fue un simple aviso y no pasó a mayores – dijo Andrés.
— Lo sé, no volverá a pasar – dije.
— De acuerdo, ¿ te sientes mejor? – preguntó Andrés.

— Si, ya estoy bien. Solo necesitaba unas horas de descanso – dije sonriéndoles para que no se preocupen.
— Está bien – dijo Lucy.
— Oigan... ¿ A alguno de ustedes les interesa salir de fiesta este sábado? – dijo Andrés mientras caminábamos a la cafetería.
— Lo siento, tengo turno el domingo muy temprano. Quizás otro día – dice Lucy.

— Creo que yo si iré, el domingo tengo turno en la noche y luego tendré mis vacaciones – dije sonriendo.
— Muy bien, entonces te daré la dirección de donde será la fiesta – dijo Andres sonriente.
— De acuerdo le respondí.

— Ya quisiera tener mis vacaciones – dijo Lucy.
— Descuida Lucy, pronto las tendrás – dije.
— Si, pero no un mes como tú – dijo suspirando.
— Eso es porque no tomé mis vacaciones anteriores y trabajé de seguido. Me las merezco – dije feliz.
— Disfruta por los dos – dijo agarrándome del brazo.
— Con gusto – dije.

Llegamos a la cafetería, pedimos nuestros desayunos y nos sentamos en una de las mesas que estaban disponibles. Hablamos y hablamos mientras desayunábamos, todo el tiempo nos reímos. La gente se nos quedaba mirando como si trataran de descifrar que era lo que nos causaba tanta gracia. Al terminar nuestro desayuno y nuestra conversación, cada uno se fue a empezar sus labores. Antes de dar inicio con las consultas del día, decido pasar a ver cómo está Samuel.

— ¿Puedo pasar? – pregunto asomándome por la puerta de la habitación de mi amigo - paciente.
— Ohhh.... Hola Joaquín, pasa por favor. Que alegría verte – dijo sonriéndome.
— Lamento no haber podido venir antes, estuve ocupado – dije.
— Descuida, tu trabajo no es fácil – dice sin dejar de sonreírme.
— ¿ Cómo te sientes? – pregunto sentándome a su lado.
— Bien, me han tratado muy bien. Aunque la verdad quisiera irme y pasar tiempo con mi familia – dice.

— Primero te haré unos exámenes más y luego ya veremos si te puedes ir a casa – dije tomando su mano.
— Lo que creas conveniente, yo lo haré – dijo. — ¿ Puedo hacerte una pregunta? – agrego.
— Ya hiciste una, pero adelante – dije causándole risa.
—¿ Cómo te va con mi nieto?, él me ha dicho que se está acercando a ti – dijo. Maldición, olvide preguntarle a Emilio sobre cuál sería la historia que debo usar con Samuel, odio tener que mentirle....
— Bien, me invitó a cenar. Fue extraño al principio, pero acepte. Aunque no debería, ya que es familiar de mi paciente favorito – dije sonriendo.
— Jajajaja.... Descuida, no permitiré que tengas problemas con nadie – sus palabras eran sinceras, pude ver que no me mentía.

— Gracias. ¿ Algún consejo de como debería tratar a tu nieto? – pregunto.
— Es un cascarrabias –ahora soy yo el que se ríe por su comentario.
— No me digas – ambos nos reímos por nuestros comentarios.
— Es buen hombre, tiene un malgenio de los mil demonios y a veces es difícil de manejar, pero es buen hombre – dijo.
— Entiendo, creo que puedo con eso – digo.
— Si te hace algo, no dudes en decirme – dijo muy serio.
— De acuerdo, tomaré tu palabra – dije.

Nos quedamos un buen rato hablando de su nieto, me enteré que su color favorito es el blanco, que odia las cosas dulces, que le encanta la lavanda igual que a mí.
Tiene 32 años, tiene un carácter fuerte y frío, además de que es un cascarrabias como dice Samuel, pero dice que es un buen hombre. También me dijo que es muy entregado a su familia y que es leal con quienes lo es con él, pero también que es muy estricto y demasiado exigente con su trabajo. Ah... casi lo olvido, que es alérgico a los mariscos.

Me ha agradado mucho hablar con Samuel y la verdad, no sé por qué, pero también me alegre saber un poco de su nieto Emilio Marcos, ese hombre por una extraña razón me atrae, siento que ya había estado con él en alguna parte, además de su casa, el hospital y mi departamento, por supuesto. Pero no sé en donde más pude haberlo encontrado, para sentir esta extraña conexión con él.


Hola hola volví 🤗💕

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now