14. Acepto tu propuesta.

640 76 6
                                    




A los cinco minutos de que Emilio saliera de la habitación, fui hasta el baño, hice mis necesidades y me arreglé un poco el cabello, cuando me despertaba, parecía un loco por tener los pelos de punta.

Empecé a sentirme nervioso, no sabía si debía salir de la habitación o quedarme aquí en ella para refugiarme. Estuve durmiendo veinticuatro horas en la casa de un completo desconocido, me alegra saber que mi ropa estaba intacta, excepto mi bata que estaba en la silla al lado de la cama.

Tomé valor y salí de la habitación de aquel hombre, por una extraña razón el saber que estaba aquí en su casa, me ponía muy nervioso.
Debía salir pronto de esta casa y volver a mi departamento, para regañarme por haber trabajado hasta colapsar, ya que gracias a mi imprudencia, ahora me encuentro en la casa de Emilio Osorio, nada más y nada menos que el nieto de mi paciente.

Bajo las escaleras y busco dónde queda la cocina, la casa es realmente hermosa, aunque creo que le falta un poco de color para darle más vida. Definitivamente, la decoración expresaba que era la casa de un soltero y no cualquiera, sino uno realmente sexy. Me pregunto.... ¿ Cómo se verá cómo Dios lo trajo al mundo?, maldición.... no puedo pensar en eso, debo alejar esos pensamientos.


— La cena está lista – dijo al verme entrar en la cocina.
—Lo siento – dije avergonzado.
—No tienes que disculparte - dice sirviendo la comida.
—Aún así, lo siento, no me había pasado esto antes – dije bajando la mirada.
—Siéntate – dijo señalando una mesa que había a mis espaldas.

Obedientemente acate su orden de que me sentara en aquella mesa, olía delicioso y la verdad me moría de hambre. Hace mucho que no pruebo comida casera, desde que tengo trabajo, es muy poco el tiempo que tengo para cocinar y la verdad, no soy bueno en eso, así que ese es otro motivo por el cual siempre debo pedir  comida, antes mi madre era la que preparaba la comida, pero desde que me independice, bueno.... es otra cosa.... no me mal entiendan, puedo preparar cosas para sustituir, pero realmente no soy tan bueno cocinero como mi madre, ella sí que es excelente en eso.

—Aquí tienes – dice colocando un plato de comida frente a mí.
—Gracias – dije con una sonrisa sincera en mi rostro.
No dijo nada, simplemente se alejó y fue por algo de beber.
Cuando regresó se sentó frente a mí y empezamos a comer en un silencio total, realmente esto es incómodo, así que trato de pensar sobre que podemos hablar, para que la incomodidad disminuya, al menos un poco.

—Samuel... ¿ Cómo sigue? – pregunté suavemente
—Ya despertó – dijo sin verme.
—Es una excelente noticia – dije feliz por escucharlo decir eso.
— Lo es – dijo.

Sinceramente no sé de qué más hablar, su tono de voz es diferente a cuando desperté. Ahora suena frío y un poco arrogante, no sé qué pensar al respecto.
Terminamos de comer y ninguno de los dos dijimos nada más. En ese lapso de silencio, pensé en la propuesta que Emilio me había hecho y sobre que escuché la conversación de su padre. Tal vez, si aceptara su propuesta, podré desenmascarar a ese cretino y hacer que Samuel se de cuenta de la clase de hijo que tiene.

—Gracias por la comida, estuvo deliciosa –dije, la verdad estuvo exquisita.
— De nada – dijo.
—Si acepto tu propuesta, ¿ puedo pedir lo que sea? – pregunté un poco dudoso.

Él parecía sorprendido ante mi comentario, creo que no esperaba que de verdad pensara en su propuesta y menos llegar a aceptar, no lo sé.
—Por supuesto – dijo.
—De acuerdo, acepto.
Pero tengo condiciones – dije pensando en que pedir.
—¿Cuáles? – dice.
—Antes de decírtelas, quiero que me des tus razones por lo cual me hiciste esa propuesta – dije seriamente.

—Lo hago por mi abuelo, pero también por mí. Doctor usted sabe que tiene poco tiempo de vida, él ha construido un imperio desde cero, y hay personas que no tienen buenas intenciones, es por eso, que quiero tomar el cargo de la presidencia, pero para eso necesito una pareja, una que le haga creer que somos reales y por supuesto, demostrar que estamos enamorados, necesito que finja hasta que mi abuelo resista en esta vida – dijo sin mostrar ni una sola expresión en su rostro.

—Entiendo – dije analizando sus palabras y también lo que pensaba decir.
—Entonces, ¿ cuáles son tus condiciones? – preguntó luego de unos segundos.
—No me interesa su dinero, no quiero una casa, ni joyas, nada de eso – dije.
—¿ Entonces, ¿ qué es lo que quieres? – preguntó sin entenderme.

— Seré claro señor Osorio, gano muy bien en mi trabajo, así que no necesito su dinero.
Me gusta ser totalmente independiente en todo, TODO... – dije resaltando esa palabra – solo tengo tres condiciones – agregué.
—¿ Cuáles? – preguntó.

—Si tanto desea que finja que tenemos una relación, no quiero mentiras entre nosotros, si tiene algo que decirme sea bueno o malo quiero que me hable con la verdad y no con mentiras.
Ninguno de los dos le va a mentir al otro y ninguno de los dos dará explicaciones al otro con lo que haga con su vida en ausencia de Samuel y por supuesto ninguno hará reclamos sobre lo que cada uno haga con su vida – dije

—Acepto sus condiciones, pero yo también tengo algunas – dijo cruzándose de brazos.
—¿ Cuáles? – ahora soy yo quien pregunta.
—Fingiremos solo frente a mi abuelo y mi familia, nadie debe enterarse de nuestro trato, firmaremos un contrato, no habrá sexo, no habrá palabras ridículas sobre el amor, mientras estamos solo nosotros dos, seguiremos siendo un empresario y un doctor, como si fuéramos unos desconocidos, no seremos amigos ni mucho menos una pareja real.
Todo será solo actuación doctor Bondoni, concuerdo contigo referente a las mentiras, los reclamos, y explicaciones, acepto sus condiciones, ¿ aceptas tú las mías? – preguntó al terminar de explicarme sus condiciones.

—Acepto, aunque.... Si tengo algo para pedir, pero no es nada que el dinero haga – dije pensativo.
—¿ Qué es? – preguntó.
—El imbécil de mi ex no ha dejado de acosarme, usted ya lo conoce, además fue usted quien le dijo que yo era su hombre – pude ver como su cuerpo se tensa ante mi comentario – así que lo único que quiero, es que siga fingiendo que es mi pareja frente a él, solo necesito que me ayude a quitármelo de encima, eso es todo lo que quiero a cambio – dije.

—No hay problema – responde.
—Muy bien, entonces señor Osorio, será un placer aceptar este acuerdo, ahora si me disculpa, debo volver a mi departamento, mañana debo ir a trabajar – dije levantándome de la silla.


—Lo llevo a su casa – dijo levantándose también.
—No es necesario – digo, ya que no me gustaría que supiera donde vivo.
—Es tarde, no tienes auto, así que insisto – dice.
—De acuerdo – acepte finalmente.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now