88. La grabación.

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No podía dejar de llorar, me dolía mucho lo que acababa de pasar, era como si en realidad a Emilio no le importara mi estado de salud y menos lo que tuve qué pasar en tan solo unas horas por culpa de su loco padre.

Sollozaba. . . No quería que me vieran así, ni que me escucharan, pero tampoco podía evitarlo, me dolía el corazón por lo que Emilio acababa de hacer. Llevo mi mano a mi vientre, no tenía idea de que un ser vivo crecía en mí. Me sentía culpable por lo que había pasado, si tan solo hubiera sabido que dentro de unos meses seré papá, hubiera pensado en otra alternativa de escapar una donde no lo hubiera puesto en peligro.

— Papá lo siente - dije en un susurro.

Acariciando mi plano vientre, diferente imágenes pasaban por mi mente, una era imaginando a Emilio cargando a nuestro bebé, otro de él corriendo tras nosotros jugando en el parque y muchas otras pasaron por mi mente, haciendo que soltara una triste sonrisa. Pensaba en la posibilidad de que fuéramos una verdadera familia, en lugar de una pareja falsa recién casada.

Pensaba en eso, cuando escuché la puerta abrirse, y vi que era Emilio. Me quedé observándolo con dolor en mis ojos, pude ver que los suyos también reflejaban cierto dolor, no sé si me lo estoy imaginando o si en verdad era así. Él se acercó a mí y me abrazo fuerte, y aunque me dolía mucho mis costillas hice un esfuerzo para alejarlo de mí, quería alejarlo. Aún me dolían mucho sus palabras, no tengo fuerza y no logro que me suelte y dejo que me abrace, aunque quería tenerlo lejos, quiero tenerlo cerca a la vez.

— Lo siento, fui un completo idiota - dice y estoy más que de acuerdo en ello, aunque considero que es algo más que eso por haberme hablado así, y se lo hago saber.

— No estuve con nadie más que contigo, lo juro - dije después de haber llorado en sus brazos.

Quería que me creyera, yo no sabía que aquel hombre del club era realmente él, aunque la idea paso por mi mente. Pero de algo si estoy seguro si en verdad estoy embarazado, era suyo, era el bebé de Emilio, era nuestro de nadie más. Llore durante un buen rato entre sus brazos, cuando siento que estoy más calmado. Recuerdo la conversación entre Ernesto y su amante.

— Samuel. . . ¿Él. . .?, ¿él realmente está muerto? - pregunto con pánico.

— No, no lo está. Todo fue un engaño para ver si mi padre caía en la trampa. Dudaba de él y de Fernanda, así que le pedí a mi mamá que mandara ese mensaje para ver que hacían ellos - lo que Emilio dice hace que mi corazón se calme un poco.

— Creí que de verdad había muerto - dije.

— Tranquilo, su estado es delicado, pero estará bien - dice Emilio.

— Mi teléfono - digo acordándome de la grabación que tenía ahí.

— Aquí lo tengo - dice señalando el bolsillo de su pantalón.

— Cuando llegue al hospital iba en camino a la habitación de Samuel, cuando vi a tu padre hablar con su amante, tu padre decía que le estaba poniendo arsénico en la comida de Samuel en bajas cantidades para que no fuera tan evidente, quieren matarlo y yo lo grabé con mi teléfono - dije mientras buscaba el video.

—¿Qué?, ¿Estás seguro de lo que dices? - pregunta Emilio preocupado.

— Lo estoy, mira - dije enseñándole el video. Mientras él veía la grabación, vi odio, furia, y dolor en su mirada.

— Tenemos que entregarle esto a Roy, será una evidencia clave para que los encierren de por vida - dice enojado.

— Antes de que me secuestrarán, les había pedido a las enfermeras, que le hicieran a Samuel un análisis toxicológico, eso también será una evidencia más, también les dije que medicamentos le administre y que proceso hice para tratar limpiar su cuerpo del arsénico cuánto antes, ellas debían hacer lo mismo en mi ausencia - le dije.

— Gracias amor - dice y me besa suave en los labios - eres el mejor - agrega.

— Yo quiero mucho a Samuel, esa es la razón por la cual acepte hacer el contrato contigo, pero. . . digo.

— Pero, ¿qué? - pregunta.

—Emilio, yo. . . Creo que me enamoré de ti - dije agachando mi mirada.

-Me hace muy feliz saberlo - coloca sus dedos en mi barbilla para levantar mi mirada hacia él y lo miré a los ojos - porque creo que también me enamoré de ti, no dejo de pensar en ti. Me hace feliz verte sonreír, me gusta ver cada una de tus expresiones, me gusta verte dormir, me gusta hacerte mío. No te dije nada del club, porque desde la primera vez que estuvimos juntos en ese lugar, deseé volver a estar contigo, no creí que te encontraría en el hospital como el doctor de mi abuelo. Soy un hombre frío y algo arrogante - dice.

—¿Algo? - digo y los dos nos reímos.

— Tienes razón, soy demasiado frío y arrogante. Estaba cerrado al amor, mis padres nunca fueron una buena referencia de ello, y Fernanda. . . Bueno, ella fue mi prometida, pero gracias al cielo, pude darme cuenta a tiempo de su engaño, un día antes de la boda, la encontré teniendo sexo con mi padre. Ahí me di cuenta de sus verdaderas intenciones, y me alejé de ella. Durante años no supe de ella, le había dado fin a lo nuestro, desde la noche que la vi con mi padre - dice - en cuanto a ti, quise evitar enamorarme de ti pero solo conseguí todo lo contrario. Perdóname por haberte lastimado, perdóname por haber sido tan frío contigo, lo lamento - dice Emilio - y yo me había quedado sin palabras, no sabía que decir. Tomé su rostro con mis manos, lo acerqué a mi y le di un beso.

— Estás perdonado, perdóname también si alguna vez te lastime - dije.

— No tengo nada que perdonarte - dice Emilio.

— Tenía mucho miedo de no poder volver a ti - dije.

— No te imaginas el miedo que sentí cuándo vi el auto volcarse, suplicaba que no fueras tú, pero cuando te vi tirado en el suelo y inconsciente, sentí que mi corazón se detenía y me era difícil respirar, tuve tanto miedo de perderte - mientras decía aquellas palabras, junto su frente con la mía.

— Vamos a salir de esto juntos - dije.

— Lo haremos, prometo ser un buen hombre para ti y un buen padre para nuestro hijo - dice con una leve sonrisa.

— Podemos hacer la prueba de paternidad si deseas - dije en un susurro.

— No es necesario - dice.

— Aún así, quiero hacerlo - dije con seguridad.

— De acuerdo, lo haremos cuando creas que es el momento indicado - dice Emilio.

— Aún no es posible, si realmente estoy embarazado, es muy pronto para hacerla - dije - además quisiera hacerme una ecografía, aún no lo puedo creer que de verdad estoy embarazado - agrego.

— Lo haremos, por ahora descasa - dice haciendo que me acueste de nuevo en la camilla.

— Me duele - digo llevando mi mano a mis costillas.

— Pronto te recuperarás, ya lo verás - me dice Emilio con una sonrisa.

— Si - dije sonriéndole de
vuelta.



Por fin hablaron con la verdad y se declararon su amor 🥰 🥰❤️

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang