62. Las Vegas.

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Al entrar en mi departamento lo primero que hago es saludar a mis gatos y darles comida. Después me fui a darme un baño y arreglarme. Hoy tenía mi último turno y después por fin tendré vacaciones, después de la cena con la familia Osorio, arreglaré mis maletas para irme a visitar a mis padres y pasar mi vacaciones con ellos.

Mi llegada va ser una sorpresa, el único que sabe que iré a visitarlos es mi amigo Alex, nos conocimos cuando estaba en mi último año escolar en Liverpool, un año antes de entrar en la universidad en Londres. Él es quien irá por mí al aeropuerto y me ayudará en darles la sorpresa a mis padres, estoy ansioso de verlos y estar con ellos un mes entero.


Estaba en mi trabajo concentrado y ansioso porque fuera mañana, quería ver a Emilio de nuevo. No me ha vuelto enviar mensajes ni se apareció por mi trabajo. Todo iba en orden, hasta que la mujer que vimos en el restaurante entra a mi oficina sin permiso, justo cuando pensaba ir a casa para descansar.

— ¿Puedo ayudarla? - pregunto al verla entrar.

Ella se acerca a mí y me ve de pies a cabeza, pero lo que no me esperaba es que se atrevería a darme una cachetada. Instintivamente pongo mi mano en mi mejilla debido al dolor que sentía, pero era más grande mi sorpresa, que el dolor por el golpe que recibí.

—¡Aléjate de él! - me grita.

—¿Quien se cree que es para entrar en mi oficina y golpearme, además de exigirme algo tan estúpido como eso? - digo tratando de estar tranquilo y no dejarme llevar por la ira.

— Él es mío - escupe cerca de mi rostro.

— No tengo idea de que está hablando - le digo sin lograr entender del todo lo que pasaba, pero supongo que se debe a Emilio.

— Además de ser un hombre atrevido por robarle la pareja a otra mujer, ¿ eres un hombre estúpido? - dice - ahora si, al diablo con la tranquilidad.

— Se lo advierto, aléjese de mí o no respondo - le digo entre dientes.

—¿Qué me harás? - dice empujándome - tu no eres nadie, Emilio jamás se enamoraría de un cualquiera como tú. A la única mujer que ama es a mí, así que aléjate de mi hombre - dice.

—¿Su hombre? - pregunto con sarcasmo.

— Si, es mío. Así que aléjate de él y déjanos ser felices - lo que dice me duele, pero no sé lo demuestro.

— Debería aprender a no rebajarse y suplicar por un hombre, además con quien está Emilio es conmigo, no con usted - ahora era yo quien la veía de pies a cabeza.

¡¿Cómo te atreves?! - me grita y levanta su mano para tratar de abofetearme de nuevo, pero la detuve agarrándola de la muñeca.

— Se lo advertí - dije y ahora era yo, quien le devolvía la cachetada. No supe medir mi fuerza, caí en cuenta de ello, cuando la vi tirada en el suelo. Admito que me gusta verla así, nadie se mete conmigo, así como así, me prometí no permitirlo nunca más. Iba a hablar de nuevo, cuando escucho que la puerta se abre y era Lucia.

—¿Qué sucede aquí? - pregunta ella al vernos en esta situación.

— Nada - le digo secamente.

— Escuché gritos - dice Lucy.

— Nada importante, aquí la dama, si es que se le puede llamar así, ya se iba - dije cruzándome de brazos y apoyándome en mi escritorio.

— Esto no se quedará así - dice esa mujer mientras se levanta del suelo y se va azotando la puerta.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin