49. Ella volvió.

495 64 16
                                    





Después de que desquite un poco mi ira y mi oficina quedará destruida, saco una botella de whisky del bar y me sirvo unas copas. Pensaba en todo lo que viví con Fernanda, aunque era una de las herederas de la familia Pérez, era una mujer ambiciosa. Deseaba poder y fortuna, destruyó nuestro compromiso, solo por querer superar a su hermana. Ya que según mi investigación, su padre no le iba a dejar como su heredera a ella, sino a su hermana Cristina.

Ambas son mujeres inteligentes, sin embargo, Cristina al ser la mayor fue escogida como la heredera. Fernanda también recibiría una parte de esa herencia, pero no es nada en comparación con que recibiría su hermana. Es por eso, que Fernanda se acercó a mí, al enterarse que soy uno de los candidatos para ser el heredero de la familia Osorio, pero al parecer quería tener otro seguro metiéndose también con mi padre.

Debido a lo que ella hizo, no solo yo fui quien salió lastimado, sino también mi madre. Yo cancelé la boda, la alejé de mi vida para siempre. Pero mi madre. . . Jamás lo hizo con Ernesto, siempre me dice que lo hace por amor, pero yo me pregunto. . . ¿Por qué seguir amando a alguien que te lastima constantemente?

Al ver la hora, me doy cuenta de que era tarde. Solo bebí dos copas de whisky, no fui capaz de beber más, por estar pensando en el pasado. Estaba enfrascado recordando mi relación con Fernanda, que olvidé mi presente. ¿Prometido?. . . Ahora que recuerdo la pregunta que me hizo Fernanda, Joaquín invadió mi mente. Me sentía en calma al pensar en él, era como si él tuviera poder sobre mí. Pensar en él, me ayudaba a calmarme. . .
— Quiero verte - susurro.

Pienso durante unos minutos si era buena idea visitarlo, era demasiado tarde, de seguro ya debe de estar descansando. Pero, aún así. . . Quiero verlo. . . Me levanto del sofá y salgo rumbo a su departamento. Al llegar, intento tocar la puerta varías veces, pero no era capaz. Muchas preguntas venían a mi mente. ¿Es correcto hacer esto?, ¿Estará descansando o trabajando?, ¿Qué pensará él de mí?, entre muchas más preguntas. . .

Camino de un lado al otro, debatiendo conmigo mismo, de si debía tocar la puerta o irme de aquí. No sabía que decisión tomar. . . Al final decidí irme a casa, pero al girar mi cuerpo para irme, lo veo a tan solo unos pasos.

—¿Qué haces aquí?, me asustaste - dice - me sentí mal al verlo así, supongo que aún no ha podido superar lo sucedido en el hospital con su ex.

— Lo siento no quise asustarte - le digo disculpándome con él.

Necesitaba saber que estaba bien, necesitaba tenerlo cerca, necesitaba calmar mis ansias de él. Pero, debía conformarme con solo verlo y hablar con él, aunque sean tan solo unos minutos. Me invita a pasar a su departamento y me ofrece algo de beber y me pregunta de nuevo que hacia afuera de su departamento, no sabía si decirle la verdad y por eso, opté por decirle otra cosa.

Mañana me iré a un viaje de negocios, estaré fuera por dos días - dije recordando que en verdad debía irme para solucionar el problema que se estaba presentando con la compra de unos terrenos para poder dar inicio con la constitución del nuevo hotel en Paris. Él me pregunta porque decidí decirle sobre mi viaje y al final le confieso que quería estar seguro de que él estaba bien, necesitaba saber que así sea o siento que la inseguridad no me abandonará hasta volver a su lado. Le digo que me gustaría que nuestro trato quede por escrito y que por eso vamos hacer un contrato y aprovecho y le entrego también el nuevo teléfono que le prometí, para cambiar de tema.

Antes de irme le informo que Roy, mi mejor amigo, quien a la vez es mi abogado, se contactaría con él para darle una copia del contrato, así podrá leerlo y podrá decirme si todo está correcto o quiere que se cambie algo en el.
Él me hace una especie de reclamo, sobre que era capaz de comprar sus propias cosas, pero de todas formas me agradece por el teléfono que le di. También me dice que desea que sus condiciones estén estipuladas en el contrato y estoy totalmente de acuerdo con él. Saber que él estaba bien, me tranquiliza, aunque me pone triste tener que alejarme de él. Sin embargo, no le demuestro este nuevo sentimiento de tristeza que estoy sintiendo.

Decido que es momento de irme antes de que cometa una locura. Le recuerdo que podemos hablar sobre el contrato, una vez que regrese de mi viaje. Salgo de su departamento sin mirar atrás y emprendo camino hasta mi casa, verlo me ha calmado por completo. Mientras caminaba hasta mi auto, decido enviarle un mensaje a Roy.

Ven a mi casa, necesitamos hablar. Es urgente. . . E.O.

No había pasado ni dos minutos de haberle enviado el mensaje, cuando recibo su llamada.

—¿Qué sucede? - pregunta Roy.

— Ella volvió - le respondo.

—¿Qué? - pregunta incrédulo.

— Lo que escuchaste, ella volvió - dije entrando al auto.

— Estaré en tu casa en media hora - dice

— Está bien - respondo.

No había necesidad de decirle sobre quien hablaba, él sabía muy bien de quien hablaba. Al llegar a mi casa, me doy cuenta que Roy ha llegado antes de tiempo. Estacionó, me bajo del auto y él hace lo mismo.

—¿Dónde la viste? - me pregunta.

— En mi oficina, necesito un trago - dije abriendo la puerta de mi casa.

—¿Qué te dijo? - me pregunta sin esperar a que me acomode para contarle toda la historia.

— Mentiras, solo mentiras - dije suspirando.

— Aunque fueran mentiras,¿que te dijo? - pregunta de nuevo

— Vino a la oficina para pedirme una oportunidad - dije entregándole su copa de whisky doble.

—¿Una oportunidad? - pregunta recibiendo la copa.

— Si, quiere que lo intentemos de nuevo. Que le perdoné lo que hizo, dijo que Ernesto la había obligado esa noche - dije recordando sus palabras.

— ¿Qué vas a hacer? - pregunta.

— Nada, le dije que se fuera. No tengo ningún interés en ella, además le dije que tenia prometido - dije.

—¿Prometido?, ¿quien es tu prometido? - pregunta sorprendido.

— Aún no hay ninguno - dije.

— Le mentiste - dice más en forma de afirmación, que de pregunta.

— Podría decirse que quizás dentro de poco tenga uno - digo recordando la condición de mi abuelo.

— ¿A qué te refieres? - pregunta sin entenderme.

— Mi abuelo. . . Ha puesto una condición para poder ser su heredero, debo casarme con Joaquín Bondoni, su doctor, para poder heredar todo en un plazo de seis meses antes de que él muera. Por ahora, Joaquín acepto fingir una relación conmigo para satisfacer a mi abuelo y para eso, también necesito de tu ayuda. Necesito que redactes un contrato, donde se estipule todo lo que acorde con él para dar inicio con esta relación falsa - dije tranquilamente.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now