100. Pero quiero hacerlo.

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✨NARRA JOAQUÍN✨



Aún me sentía deprimido por haber perdido a mi bebé, pero a pesar de eso, seguimos con las preparativos de la boda y trato de sonreír para no preocupar a nadie. El médico había dicho que debía seguir en reposo unos días más y esta vez decidí seguir al pie de la letra sus recomendaciones.

Emilio volvió al trabajo, sin embargo, todos los días llega temprano a casa para estar conmigo, siempre trae un ramo de flores con en él, eso me parece muy romántico y un bonito gesto de su parte, pero me da pesar por las flores, porque se marchitan rápido. Así que le dije que dejará de traerlas todos los días y que solo lo hiciera en ocasiones especiales, pero él insiste en seguir trayendo flores, así que trae una sola flor cada dos días.

Falta una semana para la boda, mis padres junto con Samuel y mis amigos me acompañaron a conseguir el traje de novio. Escogí algo sencillo, la verdad nunca me vi casándome con trajes demasiado exagerados, así que escogí algo básico sencillo y de color negro junto con una camisa blanca que combinaba perfecto. Todos lloraron cuando me vieron con el puesto, dijeron que me veía guapo y estaban más que emocionados por lo de la boda. Mi mamá y Samuel no dejaron de llorar en todo el día, incluso al llegar a la casa preocupando a Emilio.

—¿Qué pasa? - pregunta preocupado.

— No es nada malo, solo que no han dejado de llorar después de verme en el traje - digo.

— Es que. . . - dice mi mamá - te veías tan hermoso - llora.

— Es verdad, mi niño se veía hermoso - dice Samuel llorando.



* * *
Después de que mis amigos Lucía y Nikolas ya se habían ido a su casa. Emilio, mis padres, Samuel y yo estábamos en la sala de estar. Después de escucharlos hablar, Emilio junto conmigo nos reímos a grandes carcajadas por la forma en como lloraban y hablaban, esto era demasiado cómico.

— No te burles - me pega mi mamá en el brazo.

—¿Cómo no voy a reírme si esto es muy gracioso? - dije.

— Es ciento, suegra no esperaba que lloraría tanto por eso, al igual que tu abuelo - dice Emilio de forma burlona.

— Ya verás que también llorarás en el día de la boda en cuanto lo veas - dice Samuel señalando a Emilio.

— Es hora de dejar las lágrimas, muero de hambre - dije.

— Voy a pedir que nos sirva la cena - dice mi madre.

Los demás nos quedamos en la sala hablando sobre la boda, me alegraba mucho saber que el tratamiento que se le estaba realizando a Samuel está funcionando. El arsénico en su cuerpo ha disminuido mucho, lo cual ha hecho que no volviera a desmayarse ni tampoco ha alterado su aneurisma. Tengo fe en que en algún momento nos permita poder operarlo, quiero que conozca a sus futuros bisnietos.

Después de cenar en familia, decidimos ver una película romántica en familia, en la sala. Se llama el diario de Noah, no esperaba que Samuel fuera tan sensible y llorón con todo lo que tenga que ver con el romanticismo, realmente no lo esperaba. Al terminar la película, todos fuimos a nuestras habitaciones a descansar. Al entrar a nuestra habitación, me doy una ducha y me acuesto al mi lado de la cama, decido esperar a que Emilio salga de ducharse, hoy deseaba hacer el amor con él, hace un tiempo que no lo hemos hecho y me sentía con deseos de él. Me había puesto un pijama sexy de satén con encaje para seducirlo. Cuando salió del baño, pude apreciar su espectacular cuerpo, sus brazos son muy fuertes, tiene un pecho y hombros amplios, y cuadros de chocolates en su abdomen.

Me sentía demasiado excitado al verlo caminar con tan solo una toalla alrededor de su cuerpo, me levanté de la cama y me acerqué a él de forma sensual. Paso mis brazos por su cuello y enredo mis manos en su cabello, le doy un beso y él coloca sus manos en mi espalda, nuestro beso es intenso y profundo y dura suficiente, hasta que tenemos que separarnos por falta de aire.

— Tenemos que parar - dice Emilio, pero sé que está excitado al igual que yo.

— Pero yo quiero hacer el amor - dije con un puchero.

— Créeme yo también lo deseo, pero aún falta una semana para que te recuperes del todo - dice.

— Pero quiero hacerlo ahora - dije.

— Joaquín. . . amor, créeme yo también te deseo, pero quiero que te recuperes primero. Después podemos hacer todo lo que tú quieras - dice.

— Pero dijiste que no podremos tener nuestra luna de miel apenas nos casemos, porque tienes mucho trabajo, así que, ¿por qué no hacerlo ahora? - digo.

— Joaquín, aún no te recuperas del todo - insiste.

— Sabes que. . . olvídalo - dije enojado.

Su rechazo me hace sentir muy mal, así que lo suelto y me giro para caminar a la cama de nuevo, pero él me agarra de la cintura y comienza a besar mi cuello.

— Suéltame - dije aún enojado

— Dijiste que querías hacer el amor - dice aún con sus labios pegados en mi cuello.

— Pues ahora ya no quiero - dije, pero era mentira.

— Mientes - me dice.

Emilio giro mi cuerpo para quedar frente a frente y me besa en los labios de forma apasionada, bajo sus manos para tocar mi cuerpo por encima de mi pijama, no sé en qué momento me ha quitado la pijama, me siento tan hechizado y excitado por él que no me doy cuenta en que momento la ropa salió volando

Me levanta del suelo con una sola mano y yo envolví su cintura con mis piernas, nos besábamos apasionadamente mientras él me apoyaba suavemente sobre la cama, su cuerpo cae sobre el mío, pero no del todo, ya que se apoya sobre uno de sus brazos. Entra en mí suave poco a poco para no lastimarme y sentirlo por fin dentro de mí hace que suelte gemidos, Emilio me sigue besando y así logra ahogar todos los gemidos que escapa de mi boca.

Seguimos haciendo el amor y no sé cuánto tiempo ha pasado, pero me sentía ansioso por más y más. Cuando por fin llegamos al orgasmo, Emilio me acerca a su cuerpo y me envuelve con sus brazos, me siento tan bien y en paz que no me doy cuenta de cuando me quedé dormido

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now