37. Lo deseo como nunca.

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Estuve pensando en diferentes opciones para lograr que el doctor Joaquín Bondoni sea mío, y creo que la mejor opción será usar el vínculo que él y mi abuelo han creado. Pude ver que se tienen cariño el uno con el otro, por lo tanto eso es un punto a mi favor. Sin embargo, no podré usar la excusa de visitar a mi abuelo y así poder verlo, ya que mi abuelo se ha dado de alta por sí mismo, así que tendré que buscar otra solución.

No tengo intenciones de enamorarme, ni hacer que él se enamore de mí, solo me interesa poseerlo y escucharlo gemir de placer una y otra vez, nada más. Creo que tendré que hacer algo pronto o me volveré loco por estar pensando en él todo el tiempo. Tomé la decisión de contarle a Roy sobre lo que está pasando, necesito un consejo y él es el indicado para dármelo o eso espero. Tomó mi celular y marco su numero, espero que conteste al primer llamado y así lo hace.


— Ven a mi casa, ahora - digo apenas responde la llamada.

— Hola Emilio, yo estoy bien. Gracias por preguntar - dice con sarcasmo - oye amigo últimamente me has llamado muy seguido y eso es muy raro en ti. ¿ Qué pasa, seguro que estás bien? - dice.

— Déjate de idioteces - dije enojándome.

— Ve al grano Emilio, es la segunda vez que me interrumpes y no me dejas disfr. . . - No me interesa escuchar que me iba a decir, así que le interrumpo.

— Tienes veinte minutos para llegar a mi casa o le diré a tu madre que cancelaste tu boda por acostarte con dos mujeres en Las Vegas y ninguna de ella era tu prometida - dije amenazándolo.

— No te atreverías - dice con voz gruesa.

—¿Acaso lo dudas? - digo con mal humor.

—¡Maldito!, bien, tú ganas. Estaré en treinta minutos en tu casa - dice y puedo escuchar como azota la puerta del otro lado de la llamada.

— Qué sean veinte - digo cortando la llamada.


Mientras que espero que llegue Roy, camino hasta el bar que tengo en mi sala, por algo de beber. Después de veinte minutos escucho el timbre sonar. Me levanto del sofá y me dirijo a abrir la puerta.

— Maldito infeliz, por tu culpa ya no podré disfrutar de una hermosa chica que estaba dispuesta a todo - dice pasando por mi lado.

— No me interesa - digo cerrando la puerta.

— Ve al grano, quiero volver para disfrutar de mi noche y por tu culpa tendré que buscar a alguien más que caliente mi cama - dice sirviéndose un trago.

— Hay un hombre - lo que digo hace que se detenga y gire su cuerpo para verme a la cara.

—¿Un hombre?, ¿qué hombre? - pregunta.

— Joaquín Bondoni - digo sirviéndome otro trago de whisky.

— ¿Quien es él? - pregunta sentándose en el sofá.

— El doctor - dije.

—¿El que atiende a tu abuelo? - pregunta.

— Si, él - dije sentándome frente a él.

— ¿Qué pasa con él? - pregunta luego de dar un sorbo a su bebida.

— Lo quiero - digo viéndolo a los ojos.

—¿Lo quieres? - pregunta confundido.

— Si - digo.

—¿Lo amas? - su pregunta me parece estúpida.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️Where stories live. Discover now