Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️

72. Vacaciones.

MARATÓN 4/5?

✨NARRA JOAQUÍN✨

El vuelo ha sido tranquilo y sin complicaciones, durante este trayecto no he dejado de pensar en lo que Emilio y yo habíamos hecho en toda la noche. Aunque dormí tan solo dos horas, no podía conciliar el sueño por estar pensando en nuestra noche. Tampoco dejaba de pensar en cómo les diría a mis padres que iba a casarme y hacer que acepten a Emilio.

Cuando el personal nos informa que podemos bajar del avión, salgo en busca de mi maleta. Una vez que la tengo en mis manos, salgo en busca de mi amigo Alex. Tres minutos después lo encuentro, me acerco a él y nos fundimos en un abrazo. Llevaba mucho tiempo sin verlo, me di cuenta que dejo de ser ese niño de cuerpo delgado que yo sabía, para convertirse en un hombre alto, musculoso, de ojos azules como el cielo.

— Has cambiado mucho - digo viendo todo su cuerpo.

—Si, ahora soy un hombre - dice.

— Lo eres, recuerdo que parecías un palillo la última vez que te vi - dije riéndome.

— Por favor no me recuerdes esa etapa de mi vida - dice haciendo una súplica con sus manos.

— De acuerdo, no mencionaré más de eso. Pero en serio Alex, te ves muy guapo - dije sin dejar de ver sus hermosos ojos azules, siempre me han parecido lo más atractivo de él sus ojos azules.

— Vamos te llevaré a casa. Tus padres están allí - dice quitándome la maleta de las manos.

—¿Cómo están ellos? - pregunto ansioso por verlos.

— Ellos están bien, aunque tu mamá no ha dejado de engordar a tu papá - dice y los ambos soltamos una gran carcajada.

— Adela Bondoni nunca cambiará - dije.

— De eso no tengo dudas, estoy seguro que querrá engordarte a ti también cuando te vea - dice Alex, y tenía razón no cabía duda que lo haría.

Mientras íbamos de camino a casa de mis padres, Alex me contó que ha sido de su vida en estos últimos meses. Me contó que ha conseguido trabajo en una empresa reconocida de la ciudad para ejercer su profesión como administrador de empresas, siendo contratado como gerente. También me contó que ha terminado con su novia, con la que llevaba más de dos anós de relación.

Cuando llegamos a la casa, bajamos del auto, me sentía nervioso por volver a ver a mis padres. Hace más de un año que no los visitaba, aunque hablábamos mucho por teléfono y por mensajes de texto, no es lo mismo que estar a su lado y abrazarlos. Alex baja mi maleta de su auto y caminamos a la entrada de la casa. Puso la maleta a un lado para que mis padres no la vean y yo me escondo detrás de su enorme cuerpo para sorprenderlos.

— Hola señora Bondoni - saludó Alex cuando mi mamá abrió la puerta.

— Hola muchacho, dime Adela. Sabes que te considero parte de la familia, así que deja las formalidades y salúdame con un abrazo - le dice mi mamá.

— Está bien, pero antes tengo algo que decirles - dice Alex.

—¿Qué es? - dice ella.

— Tengo una sorpresa para ustedes - dice.

— Amor, ¿quién es? - pregunta mi papá, como extrañaba escucharlos.

— Es Alex, dice que tiene una sorpresa para nosotros - respondió mi mamá.

—¿Una sorpresa? - pregunta mi papá acercándose a la puerta.

— Hola señor Bondoni - saluda Alex a mi papá - como le decía a Adela tengo una sorpresa para ustedes - dice.

—¿Y qué es? - pregunta mi papá.

— Hola - salude apenas Alex se hace a un lado para dejar que mis padres me vean.

—¡Oh! Mi tesoro, pero que alegría verte - dice mi mamá lanzándose para darme un abrazo.

Mi papá se une a nosotros, no dejaban de besar mi cabeza y de decirme lo mucho que me extrañaban, al igual que yo a ellos. Mi mamá estaba llorando de felicidad, haciendo que me contagie sus lágrimas y empecé a llorar también. Mi padre Tomas y Alex nos observaban llorar. Después de calmarnos entramos en la casa, Alex me ayudo a llevar mi maleta a mi habitación. Nada había cambiado, todo estaba tal como yo lo había dejado antes de irme a la universidad.

Bajamos y nos sentamos a la sala para hablar, mi mamá nos trajo sus famosos bocadillos de queso, comimos y disfrutamos de la platica que teníamos, cuando nos dimos cuenta era tarde ya era de noche, así que mamá preparo su delicioso estufado de carne. Extrañe mucho sus comidas, ella insistía en que debería comer más, ya que me veía muy delgado.

Cuando vi que todos estaban felices, y tranquilos después de cenar, decidí que era el momento de decirles sobre Emilio, pero tenía miedo de sus reacciones así que decidí que mejor les contaría todo una vez que Alex se fuera, ya que quería estar solo con mis padres cuando les cuente todo, quería que ellos fueran los primeros en enterarse.
Después de que Alex se fuera a su casa, me prepare mentalmente y llame la atención de mis padres para por fin contarles sobre Emilio.

— Mamá, papá tengo una noticia que darles dije nervioso.

— ¿Qué paso mi tesoro? - te veo nervioso - dice mi mamá.

—¿Pasa algo malo? - pregunta mi papá.

— No, todo está bien. Nada malo pasa, es solo que tengo que darles una noticia y no sé cómo vayan a reaccionar - dije cada vez más nervioso.

— Pero habla de una vez muchacho, me estás preocupando - dice mi mamá con preocupación.

— Me voy a casar -dije directamente, muy bien Joaquín vaya forma de darles la noticia.

— ¿Qué? - preguntaron al mismo tiempo sorprendidos.

Mis padres se miraban entre ellos y luego me miraban a mí, pero no decían nada. Estaban tan sorprendidos, que no eran capaces de decir una sola palabra. Me parecía una eternidad su silencio, hasta que mi mamá habló.

— ¿Estás embarazado? - pregunta ella.

—¿Qué?, No, Claro que no - dije riendo ante su comentario -¿por qué dices eso? - pregunto.

— Bueno, es que después de lo de Mauricio, dijiste que nunca te casarías con nadie y que serías un solterón de por vida - dice mi mamá.

— Ah. . . Ya. . . Pues ya ves no será así, porque si voy a casarme - dije nervioso.

—¿Quien es él? - pregunta mi papá muy serio.

— Se llama Emilio Osorio Marcos - dije.

— ¿Y por qué no ha venido a pedir tu mano? - pregunta.

— Él vendrá en una semana papá, no vino conmigo porque apenas ayer me pidió matrimonio. Así que yo quise venir antes porque quería ser yo quien les diera la noticia y que fuéramos solo nosotros en familia. Él insistió que lo esperará para venir juntos, pero yo insistí en venir antes, ya que estoy de vacaciones y quiero pasar tiempo con mis amados padres - lamento mentirles así mamá y papá, pensé.

— Bueno, no voy a negarte que me sorprendió mucho esta noticia, ¿Estás seguro que no estás embarazado? - pregunta mi mamá de nuevo.

— Mamá, aún no vas a ser abuela. Falta mucho para eso - dije. . .