76. No te haré nada Joaquin.

638 76 12
                                    




La noche transcurrió sin problemas, mis padres aceptaron a Emilio. Aunque papá ha mostrado que aún no está preparado para llevar a su niño al altar, lo ha aceptado

— Gracias por todo - dice Emilio.

— ¿Ya te vas? - le pregunto.

— Si, reservé una habitación en un hotel - dice.

— No es necesario que te quedes ahí, tan solo. Puedes quedarte con nosotros - dice mi mamá

— Es mejor que regrese al hotel, lo siento no tenemos suficientes habitaciones - dice mi papá, creo que está celoso.

—¡Olvídalo! - le dice mi mamá.

— No se preocupe señora Bondoni, puedo volver al hotel - dice levantándose.

—¡Te sientas! - le grita mi mamá y Emilio hace caso.

—¿Qué sucede contigo mujer? - le pregunta mi papá.

—¿Qué sucede contigo? Llevas amargado toda la noche, son novios - le dice mi mamá enojada.

— Eso no significa que deba quedarse a dormir aquí, aún no están casados - le dice mi papá.

— ¿Acaso nosotros no lo hicimos antes de casarnos? - le pregunta mi mamá.

— Creo que nosotros nos vamos - dije tomando la mano de Emilio para levantarnos.

—¡Se sientan! - nos grita mi mamá a los dos y nosotros solo obedeceremos.

— Te quedas aquí Emilio, pronto serán esposos y no le veo nada de malo que compartan habitación desde este momento - dice mi mamá

— Pero aún no están casados - le refuta mi papá.

—¿Y?, Tú te colabas por mi ventana para pasar la noche conmigo a escondidas de mis padres - le dice mi mamá.

Honestamente, esa confesión nos tomó por sorpresa a todos los presentes. Mi papá no dice nada más después de eso, parece que esta discusión la ha ganado mi mamá.

— Vayan a descansar muchachos, Joaquín llévalo a tu habitación. Les voy a llevar toallas limpias - dice mi mamá y se levanta.

Mi papá se levanta también para ir tras ella, este momento ha sido muy incómodo, pero también muy gracioso y por eso suelto carcajadas por lo que ha sucedido, Emilio se une a mi ataque de risa. Cuando nos calmamos - le digo.

— Ven, te enseñaré mi habitación. Puedes dormir en el sofá que tengo ahí - dije.

— Creí escuchar a tu mamá decir que podríamos compartir la cama - dice él demasiado cerca de mí.

— No seas iluso - le digo y huyo de sus brazos.

— Al entrar en mi habitación, me doy cuenta de que mi mamá ya nos dejo las toallas limpias sobre la cama. Tomó una y se la entregó.

— Puedes ducharte en aquel baño - le digo.

— Gracias - dice.

Lo veo entrar al baño y es ahí donde aprovecho para buscar un par de bóxers sexi en lugar de mi pijama de Marvel. Encuentro unos bóxers negros bastante sexi los tomó y camino hasta el baño qué hay en el pasillo mientras que Emilio usa el qué hay en mi habitación. Me doy una ducha rápida me pongo el bóxer y una bata de satén, salgo del baño y entro en la habitación.
Emilio ya había salido del baño, y se había acostado en la cama, tenía solamente el bóxer puesto y nada más. Me acerco al tocador nervioso, me aplico mi crema para la cara para hidratar mi piel, siempre me ha gustado cuidar mi piel. Además quería oler delicioso, debido a la presencia de Emilio.

— Creí que fui bastante claro cuando te dije que podías dormir en el sofá  - dije aplicándome mi loción para el cuerpo.

— Lo sé, pero es muy pequeño - dice.

— ¿Entonces donde piensas que voy a dormir? - me giro para preguntarle tratando de evitar ver su cuerpo.

— En la cama conmigo, no te haré nada Joaquín. Ven a dormir, estoy agotado - dice.

No quería dormir a su lado, porque me ponía demasiado nervioso. Apago la luz y me acuesto al lado derecho de la cama, abrigo mi cuerpo tembloroso con la cobija y le doy la espalda. Siento como pone su mano sobre mi cintura y me giro para verlo, aunque no había mucha luz, podía ver su rostro y no pude controlarme más. Me acerco a él y lo beso, el ambiente se ponía caliente, y mi cuerpo temblaba de excitación. Lo deseaba mucho y lo deseaba ahora. Estábamos haciendo el amor de nuevo y yo estaba en el cielo, me mordía los labios para que mis padres no me escucharan gritar, mientras Emilio hacía con mi cuerpo lo que quería.

Volvimos hacer el amor toda la noche, de muchas formas. Me sentía muy bien, muy deseado por Emilio al igual que amado. Aunque eso fuera solo mi imaginación. Cuando sentí que mi cuerpo no daba para más, apoyé mi cabeza en su fuerte pecho, tratando de recuperar el aliento. Emilio me acerca más a su cuerpo y me dejo llevar por el cansancio, cerrado mis ojos.

Había dormido muy bien y sin pesadillas, cuando me despierto, Emilio no estaba a mi lado. Estiro mi cuerpo y me levanto para ir al baño y así arreglarme, cuando me estaba lavando la cara me di cuenta a través del espejo que tenía puesto un anillo en mi dedo anular. Me quedo viéndolo, era un hermoso zafiro de color verde, parecía que era un diamante en lugar de un zafiro. Era sencillamente hermoso, mi corazón latía con fuerza parecía querer salir de mi pecho y la emoción en mí era mayor.

Me quedé viendo unos segundos más el anillo, cuando vi que era la hora de arreglarme y ir a buscar a Emilio. Me di una ducha rápida, salgo del baño y me pongo unos pantalones y una playera bien cómodos, que me encantaba usar cuando estaba en casa. Bajo las escaleras y voy a la cocina, veo a mi papá leyendo el periódico mientras bebía su café, y mi mamá con Emilio estaban haciendo el desayuno, parecía muy feliz. Verlo así, hace que una enorme sonrisa aparezca en mi rostro.

— Buenos días familia -digo.

— Buenos días amor - dice Emilio en cuanto me ve acercándose a mí para darme un beso, al cual correspondo.

— Buenos días tesoro - dice mi mamá besando mi mejilla.

— Buenos días mamá - le digo — Buenos días papá - digo y le doy un beso en su mejilla.

— Buenos días tesoro ¿descansaste? - pregunta mi papá.

— Si, dormi de maravillas - dije sentándome en la mesa a su lado.

—Me alegra - dice mi mamá.

— Huele delicioso - dije.

— Emilio hizo el desayuno, yo solo supervisé y debo decir que es un excelente chef - dice sonriendo.

— Lo es - dije recordando lo bien que se le daba a Emilio la cocina, todo lo opuesto a mí.

Enamorado de un idiota millonario (Emiliaco ) ❤️जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें